Berlín 1936. Argentina en lo más alto del podio olímpico.
Los argentinos somos acusados en el mundo de fanfarrones, muchas veces con razón, pero si hay un deporte en el que no tenemos rival en el mundo, ese es el polo.
Nuestra primera participación olímpica fue en París en 1924 cuando el equipo argentino sorprende al mundo y conquista la medalla de oro.
El polo vuelve a la escena olímpica en los juegos de Berlín en 1936. Los centauros criollos fueron en esa oportunidad: Manuel Andrada, Roberto Cavanagh, Luis Duggan, Andrés Gazzotti y Juan Nelson, figura del equipo que ganara la medalla de oro en 1924; también integró el equipo como suplente, aunque no jugó ningún partido.
El partido final se disputó el 8 de agosto y Argentina arrasó a Gran Bretaña ganando por 11 a 0.
Además de las medallas el equipo recibió en el podio un retoño del roble olímpico. El roble fue plantado detrás del arco sur del Campo Argentino de Polo y una placa recuerda el hecho.