Alivio. Desahogo. Alegría. Euforia. Festejo.
Todo eso se vivió en Santiago del Estero luego de que Eduardo Salvio convierta su penal y le dé a Boca la Copa Argentina.
El equipo de Battaglia se consagró campeón y sumó su estrella número 71 en la historia (57 durante el profesionalismo y 14 en la era amateur).
Juan Román Riquelme, actual vicepresidente y máximo ídolo del club, lo vivió en Santiago del Estero como un hincha más. Consumado el éxito celebró de cara a la gente y se sumó a los cánticos de los fanáticos.