"La situación es grave", advirtió Carlos De Pena horas después del inicio de la invasión de Rusia en territorio ucraniano.
El uruguayo que juega en Dinamo Kiev comenzó así el pedido desesperado para huir de la guerra y regresar a su casa, en donde lo esperaba su familia.
Después de casi una semana de incertidumbre, De Pena llegó a destino y se reencontró con su mujer, su hijo Juan Cruz y su madre Rosina, que lo esperaban en el aeropuerto de Carrasco en Uruguay.
En diálogo con la prensa, la madre de De Pena expresó sus sensaciones, desbordada por la emoción: "Es un día de gloria. Estos últimos días fueron muy duros".
FOTO DE PORTADA: EL PAÍS URUGUAY