DIEGO SCHWARTZMAN debutará este sábado por la tarde en el Miami Open, el primer Masters 1000 de la temporada, frente al japonés Yasutaka Uchiyama (110°), quien eliminó en el arranque al italiano Salvatore Caruso. El primer encuentro del Peque tendrá lugar alrededor de las 18 horas de la Argentina.

El número uno latinoamericano es el único sobreviviente que queda en el cuadro principal masculino después de las despedidas de Federico Delbonis (Jordan Thompson) y Federico Coria (Marin Cilic). Para el 9° del mundo será la quinta participación en el main draw del torneo de Miami, donde su mejor resultado fue la tercera ronda que consiguió en 2017 y 2018 -registra un récord de 5 triunfos y 3 derrotas-.

“Esta semana me estoy sintiendo más cómodo con las condiciones. Los primeros torneos en un cambio de superficie hacen más complicada la adaptación y requieren jugar diferente a como lo venía haciendo en polvo de ladrillo. En Acapulco me encontré a un gran jugador que me llevó a una incomodidad y me costó, no jugué a un gran nivel. Estos dos o tres días trabajé en algunos de los errores que cometí y me siento mejor; espero ir de menos a más acá en Miami", destacó Schwartzman en la previa del certamen, en alusión a la sorpresiva caída ante el italiano Lorenzo Musetti en la primera ronda de Acapulco.

En la rueda de prensa que ofreció horas antes del arranque del torneo aclaró, también, lo que significa salir como quinto favorito por primera vez en su carrera en los Masters 1000: “Ser número cinco es una circunstancia por las cosas que vengo haciendo y por el ranking que tengo. Hay varias bajas en el cuadro por distintas razones y me hace estar preclasificado número cinco. Para mí es un orgullo muy grande. El torneo de Miami tiene una enorme historia para los latinos y especialmente para los argentinos. Hace unos días decíamos con mi equipo: ‘Mirá hasta dónde estoy llegando’. Con humildad pero también reconociendo que me lo gané".