Green y Bradley, haciendo lo imposible por detener a LeBron James.
Luego de la extenuante y desgastante serie ante Washington Wizards, que se definió en el séptimo y definitorio juego, los Boston Celtics sabían que la iban a tener muy difícil en la final de la conferencia Este, ya que enfrentarían a unos Cleveland Cavaliers que llegaban con la confianza en alza y frescos tras barrer en la primeras dos rondas a Indiana Pacers y Toronto Raptors.
Anoche se jugó el primer partido en el TD Garden de Boston y los presagios se hicieron realidad. Los campeones defensores dieron un golpe de autoridad, sacaron diferencia de entrada, llegaron a estar arriba por 28 puntos y terminaron ganando por 117 a 104, sin atenuantes. De esta forma, se robaron la ventaja de localía (los Celtics habían terminado primeros en la temporada regular). El viernes, nuevamente en Boston, se jugará el segundo partido.
La gran figura de la noche, como de costumbre, fue LeBron James. El Rey está teniendo unos playoffs espectaculares y ayer sumó 38 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias. También fueron importantes Kevin Love (32 puntos y 12 rebotes) y Tristan Thompson (20 puntos y 9 rebotes). Los más destacados en el equipo local fueron Jae Crowder (21 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias) y Isaiah Thomas (17 puntos y 10 asistencias).