Serena, con su trofeo del Australian Open 2017.
En enero de este año, Serena Williams. Ganó el Australian Open sin ceder un set en todo el torneo y consiguió su Gran Slam número 23, superando a Steffi Graf como la mayor ganadora de títulos grandes en la historia. Semanas más tarde, anunció que estaba embarazada y se alejó del circuito.
Dio a luz en septiembre y hace semanas volvió a entrenar. El lunes jugó una exhibición a beneficio con su hermana Venus y se especula con que podría volver a las pistas justamente en el Australian Open, donde sería la defensora del título. A los 36 años, la estadounidense sería una de las grandes atracciones del certamen.
Craig Tiley, director del torneo, se mostró optimista: “Ella obtuvo su visado, forma parte del Entry list del torneo y está practicando ya en pista. Probablemente solo necesita un poco más de espacio para un séquito más grande”. Su entrenador, Patrick Mouratoglou, fue más cauto: ““Serena se está poniendo en forma para 2018. Está entrenando por su cuenta y me uniré a ella pronto en Florida. Haremos una sesión y entonces veremos cómo está su cuerpo y su nivel de tenis y entonces tomaremos una decisión en cuanto al Open de Australia”.