Las formaciones estaban confirmadas. Zabaleta, Otamendi y Agüero eran los tres argentinos que iban a formar parte del debut del Manchester City de Guardiola en la zona de grupos de la Champions League. El rival era el Borussia Mönchengladbach, cuyos hinchas esperaban en las tribunas desde hacía un buen rato. Los locales todavía no habían llegado. Y nunca lo harían: la fuerte tormenta que azotó Manchester obligó a una decisión no muy popular en la Champions League: partido suspendido. Una decisión inobjetable, visto la gran cantidad de descargas eléctricas que iluminaron el cielo.
The drama of the lightning storm above the Etihad Stadium tonight captured by @LibbyLibbyh7. #mcfc #cityvbmg pic.twitter.com/dvtDl0R8Wd
— Manchester City (@ManCity) September 13, 2016