RIVER deberá cicatrizar rápidamente las fuertes heridas que le dejó la derrota en el superclásico ya que Libertad lo esperará este miércoles en Paraguay con el objetivo de darle otro golpazo, aprovechando las secuelas de la caída ante Boca.
El equipo de Martín Demichelis no estuvo a la altura del partido, ni futbolística ni anímicamente y cayó de manera merecida, al margen de la jugada polémica, que pudo haber sido el 2-1 parcial a su favor cuando iban 6 minutos de la segunda mitad.
Boca mostró más aplomo y personalidad, logró remontar el partido, aprovechó los groseros errores de River y golpeó en los momentos clave del partido.
El técnico deberá appoyarse en los líderes del equipo (Franco Armani, Paulo Díaz y Nacho Fernández) para pasar la página lo más rápido posible porque en la Libertadores está puntero y con puntaje perfecto y así querrá seguir, ya que la localía para este River de mandíbula frágil será fundamental para las llaves mano a mano a partir de octavos.