RIVER aguarda con mucha confianza el compromiso de cuartos de final de la Copa de la Liga ante Boca a partir de sus dos últimas victorias y la aparición de ciertos rasgos característicos de su fútbol, aunque no elude ciertas preocupaciones referidas a figuras de peso cuya participación está en veremos.

Concretamente, el entrenador Martín Demichelis les enciende velas a Miguel Borja, el goleador del torneo con 12 tantos, y a Paulo Díaz, un pilar indiscutible de la estructura defensiva del Millonario.

El colombiano, que ya estuvo ausente frente a Instituto por una sobrecarga muscular sufrida en los entrenamientos previos, todavía convive con la molestia y no quieren que la situación se agrave, así que lo llevan de a poco. De no estar, lo más lógico sería que nuevamente Pablo Solario y Facundo Colidio, autor de un triplete en Córdoba, vuelvan a conformar el dúo ofensivo.

En cuanto al chileno, su problema se enfoca en la rodilla, la cual sintió, en palabras del propio Demichelis, "un poco pastosa" y por eso fue reemplazado en el encuentro frente a la Gloria. Sin embargo, sus chances de estar son superiores a las de Borja ya que puede convivir con el dolor que le provoca.

En el caso de que no pueda arrancar el superclásico, el principal candidato para ocupar su lugar es el uruguayo Sebastián Boselli, que se impone por sobre Daniel Zabala, un juvenil que cuenta con una gran consideración por parte del cuerpo técnico pero que aún carece del recorrido para afrontar un compromiso como el que se viene.

Más allá de todo, el hecho de que el choque con Boca sea el domingo y no el sábado le da un poco más de aire a Micho para confiar en que podrá contar con ambos soldados desde el vamos.