INDEPENDIENTE redondeó un campeonato de números rojos, no sólo desde los números frios sino también desde el juego y en muchos partidos desde la templanza.
Las magras cifras en la clasificación final del campeonato -ganó 6 partidos, empató 10 y perdió 11- con una diferencia de gol negativa de 9 tantos, engloba muchas situaciones.
De los seis partidos ganados en el torneo, cuatro fueron de local (Belgrano, Tigre, Sarmiento y Huracán) y las dos victorias restantes de visitante (Talleres y Central Córdoba).
Otro de los ítems negativos, es que jamás pudo dar vuelta un resultado, los once partidos que perdió los empezó perdiendo y nunca pudo reaccionar.
El Rojo sumó tan solo 28 puntos de los 81 posibles, arrojando un 34,57% de efectividad, similar a la del Torneo Final 2013, cuando alcanzó el 38,60% de las unidades en juego.
Lo que viene para Independiente es la Copa de La Liga, en la cual integra el Grupo A, con los siguientes equipos:
Argentinos, Arsenal, Atlético Tucumán, Banfield, Barracas Central, Colón, Gimnasia LP, Huracán, Independiente, Instituto, River, Rosario Central, Talleres y Vélez.
Con algunos de ellos tendrá la lucha directa por la permanencia -Banfield, Colón, Huracán, Instituto y Vélez- lo que será un campeonato aparte.
Con un entrenador cuestionado, un plantel sin refuerzos y una situación económica endeble, el Rojo tiene por delante un semestre en el cual se definirá su futuro inmediato, lejos de la gloria y las grandes luchas.
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