"En ningún momentos nos sentimos superados, ninguno de los dos sacó ventaja. Boca tiene mucha jerarquía, jugadores de mucho nombre”, dijo Varela, encargado de patear el último penal.
Y agregó, emocionado y con la voz quebrada: “Fue un partido muy trabado, con muchos pelotazos. Estamos en la final porque somos Boca y es lo más grande del mundo”.
Sobre el penal que le tocó patear indicó: "La caminata muy larga, estaba nervioso y no quería pensar en nada. En las prácticas vengo pateando bien. Me tenía fe. La oportunidad la pedí yo. Gracias a Dios pude convertir el gol para ganar".
“Ahora estoy feliz por jugar una nueva final. Boca te tiene acostumbrado a jugar finales y vamos por una más. Se habla mucho pero estamos más unidos que nunca”, manifestó.
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