LA SELECCIÓN

Análisis de Holanda, el rival de Argentina en semifinales

Por Redacción EG · 05 de julio de 2014

Dirigidos por Louis Van Gaal, los tulipanes están realizando una buena Copa del Mundo conjugando un temible poder de fuego, el oportunismo para dar el golpe en momentos clave y el siempre necesario aporte de la suerte. En cuartos derrotaron por penales a Costa Rica. El miércoles, a las 17 horas en San Pablo, enfrentará a Argentina buscando un lugar en la final.


Si alguien dudaba del poderío de Holanda en la previa del Mundial, todas las incógnitas se despejaron luego del triunfo 5-1 sobre España, vigente campeón del mundo. El equipo de Vicente del Bosque había sido el verdugo de la Naranja Mecánica en la final de Sudáfrica 2010, y Arjen Robben, Wesley Sneijder, Robin Van Persie y compañía se cobraron ojo por ojo. Esa goleada en contra fue la sentencia de muerte para los españoles que terminarían quedado fuera de la Copa del Mundo en primera ronda.

Tras el estruendoso debut, Holanda siguió su camino en el Grupo B empatando 2-2 con Australia y derrotando 2-0 a Chile. En la fase inicial se destacó por ser un equipo inteligente, protagonista y con un muy buen manejo del contragolpe. Ya en la etapa eliminatoria, le dio vuelta el resultado en los minutos finales a México (fue victoria 2-1) en octavos, y en cuartos dejó en el camino a Costa Rica en los penales, tras igualar 0-0 al termino de los 120 minutos.
En el 5-3-2 que pregona Van Gaal, un jugador como Sneijder, habituado a funciones de ataque, se repliega unos metros para aportar su granito de arena en la contención al lado de Nigel De Jong. En el fondo es un conjunto firme, con centrales jóvenes y muy fuertes desde el punto de vista físico, con un lateral, Daley Blind, dotado de vocación ofensiva y un otrora extremo convertido en marcador de punta. Este último es Dirk Kuyt, el delantero del Fenerbahce turco que se hizo un nombre en el Liverpool inglés.
El arquero, Jasper Cillessen, es elástico y tiene buen manejo de las manos en las pelotas aéreas. Eso sí, Van Gaal no parece confiar demasiado en él para las definiciones por penales, y ejemplo de ello es que, contra Costa Rica en cuartos de final, el entrenado dispuso, en el último minuto de la prórroga, el ingreso del suplente Tim Krul. A Van Gaal, que en lo que va del Mundial viene derechito con los cambios, se le pueden cuestionar los métodos mas no los resultados: Krul contuvo dos remates en la definición y Holanda avanzó hacia las semifinales.
No obstante, todo lo anterior es sólo una introducción para llegar al punto álgido del poderío holandés, que radica en su delantera. El tándem compuesto por Robben y Van Persie es uno de los más peligrosos de la Copa del Mundo. El volante del Bayern Munich, que superó las recurrentes lesiones que le impidieron triunfar en Real Madrid, es el comandante en el ataque naranja con su velocidad, su zurda endiablada y una peligrosa tendencia a confundir a los árbitros con sus protestas, berrinches y “piletazos”. Van Persie, en cambio, hace las veces de martillo; ajusticia las jugadas internado en el área, aunque a veces es un tanto intermitente.
El entrenador es Van Gaal, viejo zorro y estratega de guerra que después del Mundial dirigirá al Manchester United. Ex técnico del Barcelona, en Brasil 2014 busca la revancha por la frustración cosechada en su anterior paso por la Selección holandesa. Aquel periodo se dio entre 2000 y 2001 y Van Gaal no logró clasificar al equipo para el Mundial de Corea-Japón 2002.
El próximo miércoles, a partir de las 17 horas en San Pablo, Holanda enfrentará a Argentina buscando un lugar en la final, la misma que alcanzó en 1974, 1978 y 2010, sin poder nunca consagrarse.

[MR] 

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