Su compañero encaraba hacia el arco rival y Petr Jiracek corría por la otra punta pidiendo la pelota. El volante levantaba las manos para mostrarse libre para definir y así ampliar la diferencia en el triunfo parcial (1-0) ante Hungría. Su compañero, generoso, lo asistió. Pero él, con el arco totalmente libre, le pegó tan mal a la pelota que su remate terminó casi en las nubes. El director de cámara no sólo mostró la frustración del jugador del Hamburgo, también se encargó de enfocar a los integrantes del cuerpo técnico sonreír por la gran pifiada de la jornada. Después, Hungría terminó empatando el partido. Menos mal que se trataba de un partido amistoso...