Se estaba por terminar el primer tiempo del partido entre Cluj y Vaslui por la liga rumana sin sobresaltos. Hasta que el capitán del primero, Ricardo Cadu, se recibió de dentista. Había abandonado su puesto en la zaga central cuando el rival inició una contra. El portugués volvió para intentar despejar la pelota en el círculo central y, en el intento, su rodilla impactó en la cara de un jugador rival. Zhivko Milanov fue el damnificado: quedó groggy y totalmente tendido en el campo de juego. Por el choque, el jugador del Vaslui perdió cinco piezas dentales. Mientras que Cadú, el dentista del terror, fue expulsado.