Aquí comenzó la historia. El primer gol con la camiseta del Barcelona frente al Albacete. ¿El pase? Se lo dio Ronaldinho, su amigo.


















Años más tarde, el Barcelona jugaba por Champions contra el Arsenal. Esa noche, Messi tuvo una jornada brillante. En esta ocasión recibió una asistencia perfecta de Iniesta, pero Lio definió como los dioses.













Es común que la gente lo compare con Maradona. Casi siempre por alguna genialidad, sin embargo, en este caso la similitud tiene que ver con una avivada digna de Diego.













Nobleza obliga. Un gol calcado al de Diego a los ingleses. Es verdad, el rival y el entorno no son similares, pero la magia es parecida.

















Su rival favorito es, sin lugar a dudas, el Real Madrid. Lio brilla cada vez que tiene que enfrentar al conjunto merengue. Acá por semifinales de Champions League, Messi arma una apilada impresionante. Mou, Casillas y Marcelo solo tienen que aplaudir.















Después de haberle ganado al Real, al Barcelona le tocó enfrentarse a otro grande: Manchester United. La Final de la Champions en 2011 fue testigo de un Messi inspirado. Golazo.













Pelotazo al pecho. La Pulga la baja, la controla y pincha en su botín. Gran jugada y pared con Samuel Eto´o. Y, como siempre, una gran definición para despachar al Lyon, rival de turno.














Un golpe bajo para varios argentinos. Era un gran encuentro de Estudiantes de La Plata en la Final del Mundial de Clubes, pero apareció Lio para empujarla … de pecho.














Uno reciente. En este caso su victima fue el Sevilla. Caño, amague y definición por encima del arquero. En los últimos meses, la Pulga nos acostumbró a ver goles de este estilo.

















El 232. A los 15 minutos del primer tiempo, Lionel alcanzó a César Rodríguez como el máximo goleador del Barcelona. Minutos después, lo superó. Una bestia.