Peinado hacia atrás con mucho gel, anteojos grandes que tapan su rostro. Por su aspecto, es más parecido a un director de cine que a un presidente de club. De hecho, Aurelio De Laurentiis, es ambas cosas. En 2004, se convirtió en el máximo accionista y presidente del Nápoli, justó después del quiebre de esta institución italiana. Antes de ser el mayor mandatario del equipo napolitano, produjo más de 20 películas.
En el cine llegó a trabajar con Roman Polansky. Sin embargo, parece ser que el cine no lo completaba y comenzó a invertir en el Napoli. Una vez que llegó a la presidencia del club, De Laurentiis se convirtió en un de los personajes más queridos de los tifosi napolitanos. Este amor se debe a que desde que está en el poder, el club volvió a la Serie A y clasificó a la Champions. Sin embargo, ese cariño también llega por el gran carisma que posee.
Tuvo una forma muy particular de convencer a Ezequiel Lavezzi y a Marek Hamsik para que no quieran traspasarse a Inglaterra. Aurelio les dijo: “La vida inglesa es mala, ellos comen mal y las mujeres no se lavan. Para ellas el bidet es un misterio”. Desopilante.
Tiene tan pocos pelos en la lengua, que no dudó en decir: “Messi es un cretino”, cuando le preguntaron acerca de la situación del argentino y del viaje a la Copa América. Pero, luego se retractó y dijo que el cretino era Batista, por no ponerlo en el lugar debido. A su vez, cuando la prensa italiana comparaba a Lavezzi con Diego Maradona, el dijo: “¿ustedes están locos? Lavezzi es bueno pero muy irregular”. No se subió al caballo.
Entre otras cosas, recientemente y en medio de la discusión por la organización del fixture de la Serie A abandonó furioso el salón donde se realizaba el sorteo y al grito de: “voy aretirarme del fútbol, voy a hacer películas” se fue de la sala. ¿En Ferrari? No. En la parte de atrás de un scooter y sin casco.
Sin embargo, lo que más llama la atención son las presentaciones de su plantel. Casi siempre, las hace junto a una modelo despampanante. –Siempre una distinta-. En la última temporada le hizo poner una mascara de león a su flamante figura Gökhan Inler. Sin embargo, hay más excentricidades, ya que una vez hizo saltar a un jugador desde un paracaídas. Si hay que hacerlo, hagámoslo con estilo. Ese parece ser su lema.
Por Federico Lamas