En la liga austríaca de fútbol no abundan estrellas que cuesten millones de dólares ni se ve un gran nivel de juego. Sin embargo, en lo que respecta a la pierna fuerte y los malos arbitrajes, se destaca por sobre el resto de los campeonatos europeos.
El arquero del Red Bull Salzburg, Eddie Gustafsson, puede dar fe de ello, ya que Kragl, del LASK Linz, le hizo sentir el rigor como nunca antes en su carrera, produciéndole fractura de tibia y peroné.
El árbitro del partido sólo amonestó al atacante, al tiempo que Gustafsson se retiraba en camilla pidiendo aplausos. Increíble.