En la liga croata, los jugadores tienen que ser muy cuidadosos al momento de festejar. Este muchacho, metió un gol durante un partido del fin de semana y recibió unos golpes en el rostro por parte de un hincha.
El futbolista no tuvo mejor idea que ir corriendo a la tribuna, saltar las vallas de publicidad y colgarse de una baranda. Allí, un fanático muy molesto le propinó un par de piñas en la cara. Instantáneamente, el jugador se bajó y desde el campo de juego se puso a saltar para celebrar su gol. ¡Un pésimo festejo!