(SIN CATEGORÍA)

El superclásico de Avellaneda

Por Redacción EG · 23 de septiembre de 2009

Independiente venció 2-1 a Racing y complicó aún más al equipo de Caruso, que todavía no ganó. La historia muestra que el Rojo tiene ventaja sobre La Academia. Repasemos algunos partidos históricos.


Para recordar malos momentos de Racing frente a Independiente, no es necesario remontarse hasta diciembre del 1983 cuando estando descendido le sumó una derrota 2 a 0. Alcanza con realizar un viaje mental al  2005 para verlo a Sergio Agüero quebrar su cintura en varias ocasiones y convertir un golazo que decretó el 4-0 en la Doble Visera.

Los hinchas de Independiente festejaron en el Cilindro. (Archivo El Gráfico)
Pero esta Academia acostumbrada al sufrimiento disfrutó de una victoria 3 a 1, en la cancha de Lanús, a partir de brillantes actuaciones de la Gata Fernández y de Lisandro López, en el Clausura 2005. Lo que no sabía el hincha, es que ese sería el último festejo ante su vecino y rival para entrar en una racha de 8 partidos (con 4 empates y 4 derrotas).

Como si la historia se empeñara, también fueron los Diablos quienes se impusieron en un particular clásico disputado en el Monumental durante el Apertura 2002, que terminará con el Rolfi Montenegro (ídolo contemporaneo) alzando un trofeo.

En cuanto a máximas goleadas, Racing se lleva la primera con un sorprendente 7-4 (Mellone -2-, Devicenzi, Del Giúdice -3- y Fassora; Seoane, Porta, Cherro y Bettinotti), en septiembre de 1931, pero Independiente respondió en 1940 con un 7-0 (goles de Erico -2-, De La Mata -2-, Zorrlla -2-, Leguizamón). Más cercano en el tiempo, con tres tantos de Grillo el Rojo venció 5-1 (el gol del descuento lo hizo Juan josé Pizzuti) en 1953 y fue la revancha de un 5-2 que logró Racing en julio del 49. Ese día Simes, Méndez, Gagliardo y Hernández por dos se anotaron en la historia.

En el presente de ambos, las alegrías no abundan. Ya no juegan el Bocha ni Ruben Paz. El turco García no está para ponerle pimienta al clásico, ni Bertoni para mostrar su técnica, ni el Mago Capria para iluminar la pelota con su pegada. Lejos quedaron: Perfumo, De La Mata, Maschio, Erico y tantas glorias de antaño. Sin embargo, las dos instituciones siguen convocando y su gente acompaña como siempre para colocar a este partido apenas un paso detrás de un Boca-River.

En el plano futbolístico, el actual entrenador de Racing, Ricardo Caruso Lombardi no termina de encontrar la formación. Si las lesiones de Yacob y Wagner ya lo desvelaban ahora se le sumó un referente como Pablo Lugüercio, quien sufrió una lesión ante San Lorenzo. Una buena: Jorge De Olivera se afianzó en el arco.

Para Américo Gallego el curso del campeonato tiene mejor forma. Su equipo llega revitalizado tras remontar el partido ante Vélez (2-2) y no necesitará realizar modificaciones. Hasta el polémico Caruso los da como favorito. Claro, que quien conoce las mañas del ascenso, sabe como tirarle presión al rival. El Tolo permitió que el hincha se ilusione con el campeonato y una derrota cambiará el clima para mal.

Como siempre, el resultado del domingo puede ser disparador de problemas para una vereda de Avellaneda y alivio para la otra. Este clásico puede desde hacer tambalear un director técnico y hasta poner un jugador en la gloria eterna de los hinchas, como le tocó a Darío Gandín, que metió dos goles.

Por Gabriel Carrizo Koren

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