Javier Saviola, el primer heredero de Maradona

Antes de Lionel Messi. Después de Diego Maradona. En la línea de tiempo entre los dos más grandes del fútbol argentino hubo muchos talentos. Uno de ellos, quizás físicamente más pequeño de todos los demás, es alguien que, en su momento, con sus goles revolucionó todo.

El Mundial Sub 20 de Argentina 2001 marcó la carrera de la estrella de la Selección albiceleste como ningún otro. Javier Saviola fue emblema y figura de aquel tercer campeón juvenil de José Pekerman. 

En estos 22 años aparecieron otras promesas y nuevos ídolos, el seleccionado nacional ganó dos Copas del Mundo más en la categoría, con Messi, en 2005 y 2007. Con el paso del tiempo, sumado al reciente Mundial de Qatar y la euforia latente, puede perderse dimensión de lo que significaba el delantero de River para el fútbol argentino a comienzos de siglo.

 

 

Saviola era una de las mayores promesas del fútbol a nivel mundial. Después de su irrupción en el equipo de Núñez, su condición de artillero en el bicampeonato local y su consolidación como goleador, Barcelona había puesto la mirada en el joven que maravillaba a todos y lo compró en 27 millones de dólares, un pase rimbombante para aquellos años. Al final del torneo Sub 20 en el país, el delantero ya tenía las valijas listas para partir a su sueño europeo.

El ex delantero permanece, aún hoy, como el máximo goleador en la historia de los Mundiales Sub 20 de la FIFA, con sus 11 tantos anotados en la tercera conquista del ciclo de José Pekerman. Marcó cinco en la fase de grupos (3 a Egipto y 2 a Jamaica), hizo otro "hat trick" frente a Francia en los cuartos de final, logró un doblete con Paraguay en las semifinales y convirtió el último en la victoria ante Ghana en la final.

Su récord lo coloca por delante de nombres como Ramón Díaz, con 8 conquistas en Japón 1979; y bastante por encima de Messi, Diego Maradona y Sergio Kun Agüero, los tres con 6 festejos. Ni el noruego Erling Haaland, que en la actualidad rompe todas las marcas, pudo superarlo: hizo 9 tantos en Polonia 2019, todos en un mismo partido, en la goleada de su seleccionado sobre Honduras por 12-0. 

La comparación de Saviola con Diego era constante. Las expectativas que generaba a sus 19 años hubieran sido una presión para cualquier joven de su edad, pero él prefería desentenderse. "Él es único. Yo, por ejemplo, no puedo hacer un gol como el que le metió a los ingleses en el Azteca. Ni loco", decía sobre el 10.

De talento precoz y bajo perfil, a Saviola jamás le pesaron esas similitudes con Maradona. Su debut a los 16 años en River, con gol incluido, ya lo marcó como un distinto: hasta ese momento fue el más joven en debutar después de Diego, con 15 años.

El 7 siempre fue diferente. Incluso respecto de los otros cracks de esos años que también brillaron y ganaron títulos en juveniles, como Juan Román Riquelme y Pablo Aimar. Ambos se destacaron en el Mundial de Malasia 97 como las grandes esperanzas de Boca y de River, y su camino en la Selección Sub 20 les sirvió como impulso y demostración de lo que eran capaces. Cuando Saviola se puso la camiseta celeste y blanca, en cambio, ya lo había mostrado todo. 

 

Previo al Mundial 2001 el Conejito ya había debutado en el seleccionado mayor, con 18 años, con Marcelo Bielsa como técnico, en las eliminatorias hacia Corea y Japón 2002. Además había sido parte del Dream Team que disputó el Preolímpico para los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y quedó sorpresivamente eliminado.

Con esa espina Saviola dejó en claro que nada le iba a impedir jugar con la Sub 20 en el país. "Para mí, es un sueño jugar el Mundial. Acá hay un equipo. El mérito es de todos.  Yo no soy tan gravitante como dicen", decía el Pibito de las gambetas indescifrables y los goles exquisitos.

Ni las complicadas negociaciones entre Barcelona y River, ni un duro momento familiar, fueron obstáculo para él. En cada gol la dedicatoria era para su padre, que lo apoyó desde sus comienzos. "Mi papá me estaba esperando en la bajada del 42 y apenas bajé le di la noticia y festejamos", contaba el Conejito sobre su primera convocatoria a la Primera de River.

Goleador decisivo y jugador emblemático, el Saviola de aquel Mundial fue de cuentos. Estaba predestinado. Actualmente las idolatrías parecen efímeras. En ese entonces, que las tribunas con hinchas de diferentes clubes corearan "Savioooola" a todo volumen, era llamativo. Fue el primer argentino en ganar un Balón de Oro en un Mundial juvenil después de Maradona, en 1979. Sin embargo, no se la creía: "A veces me miro por televisión y me sorprendo por las cosas que hago en la cancha".

 

Imágenes exclusivas del archivo de El Gráfico.