El día que Estados Unidos sorprendió a Inglaterra

El Mundial Brasil 1950 ha dejado uno de los batacazos más grandes de la historia, y es el provocado por Uruguay el 16 de julio ganando el partido definitorio a los locales por 2 a 1 ante 200 mil personas. Pero escondido entre los datos de ese torneo, hubo otro partido con un resultado sorprendente que merece destacarse: ocurrió el 29 de junio de 1950 con el primer partido que jugaron entre sí Inglaterra y Estados Unidos por el Grupo 2. Justamente estos rivales van a estar enfrentándose mañana por la segunda fecha del Grupo B del Mundial Qatar 2022. 

Después de la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra por fin participó en un mundial con el organizado en 1950 en Brasil. En las anteriores tres ocasiones, había boicoteado su propia participación porque no llegaban a un acuerdo con la FIFA por pagos a futbolistas aficionados, pero para 1946 ese problema ya estaba resuelto. El debut de cada uno de los dos equipos fue dispar: Estados Unidos había debutado perdiendo por 3 a 1 contra España e Inglaterra le ganó por 2 a 0 a Chile. Las diferencias entre ambos estaban mostradas desde las mismas formaciones: Inglaterra tenía dentro de su primer equipo a jugadores que estaban considerados los mejores en su momento como lo eran Tom Finney y Stan Mortensen. Stanley Matthews también estuvo convocado pero no pudo sumarse al equipo (en aquel momento, Matthews tenía 44 años, y se retiraría seis años después). Estados Unidos, en cambio, solamente mostró un equipo cargado de jugadores semiprofesionales o amateurs que al momento del partido tenían sus trabajos. Las casas de apuestas, el público, los medios de comunicación, incluso los mismos jugadores estadounidenses estaban convencidos de que la actuación de Inglaterra sería un trámite. Pero a veces, la historia se hace presente en el lugar menos esperado. 

   

 

Los 11 mil espectadores que presenciaron el partido vieron un encuentro que desde el comienzo estaba destinado a Inglaterra pero que la suerte, con los travesaños y las tapadas de Frank Borghi, el arquero estadounidense, evitaban. A los 38 minutos, llegaría la sorpresa:Walter Bahr (profesor de una escuela en Philadelphia) le dió un pase rasante a Edward Souza quien, después de gambetear a un inglés, mandó un centro a su compañero Joe Gaetjens (haitiano de orígen) anticipándose al arquero inglés Bert Williams venciéndolo y marcando el único gol del partido. Por más que el juego de Inglaterra seguía mostrando su eficacia, no pudieron ni en lo que restaba del primer tiempo como del segundo, empatar el partido. Estados Unidos había dado el primer batacazo en la historia de los mundiales, y eso el público brasileño lo retribuyó llevando en andas a algunos jugadores tras su término. 

En Inglaterra, la reacción de los medios de comunicación y del público fue de incredulidad, antes que de sorpresa: consultaron a las agencias internacionales si no había un error en el tipeo del resultado, si el partido en verdad había terminado 10 a 0, o 10 a 1 para los ingleses. Pero no. El resultado era cierto. Inglaterra, quienes hasta dos horas antes eran los principales favoritos al título, habían perdido frente a un equipo de aficionados. 

Ninguno de los dos equipos lograría clasificar a la fase final del torneo que ganó Uruguay, pero al menos dejaron este partido para la historia.