El Chino Ríos, versión entrenador: "En mi vida me había impresionado tanto un jugador"

MARCELO RÍOS debutó con una faceta inédita en lo que va de su vida: por primera vez se convirtió en entrenador de tenis. El ex número uno del mundo comenzó a trabajar con el chino Juncheng Shang, de 17 años y top 350 del ranking ATP (344º, exactamente), ex líder del listado junior y uno de los créditos del tenis internacional hacia el mediano plazo.

“Empezamos el viernes 22 de julio y tuvimos seis días para entrenarnos. Esto fue una prueba para decidir si vamos a seguir o no. Ellos me ofrecieron un acuerdo económico y Jeff -Schwartz-, mi agente, está negociando con ellos. Pero a mí se me ocurrió, como él iba a jugar cinco Challengers, decirle que jugara cuatro y descansara después de los dos primeros; luego nos entrenábamos una semana y yo lo acompañaba a los otros gratis y que sólo me pagara los pasajes”, explicó el ex tenista chileno, en diálogo con el periodista Carlos González Lucay, en La Tercera.

La idea fue bien recibida por el entorno de Shang, según contó el propio Ríos: “Lo que más les causa agradecimiento es que no les cobre. Que les diga que no quiero plata, eso no se ve. Yo debía cerrar contrato con él esta semana pero dije que no, porque quiero ir a estos dos Challengers y saber qué es estar ahí antes de tomar una decisión".

La novedosa pareja se entrenó en las canchas de la mítica academia de Nick Bollettieri, en Bradenton, y el Chino decidió encarar algunos aspectos del tenis de su nuevo jugador: “En estos días le cambié sólo tres cosas, porque tengo miedo de hacerle muchos cambios y que se atrape. Tiene una derecha muy buena, de zurdo, que es muy pesada pero muy plana, un poco como la mía. Entonces traté de meterle más pique a esa derecha, como la de (Rafael) Nadal".

El Chino, además, pretende que su jugador esté cien por cien comprometido:“Le enseñé que tiene que entrenarse como va a jugar el partido. Prefiero que se entrene 20 minutos buenos que cuatro horas mal. Yo se lo pongo así: que piense que cada entrenamiento es un partido, porque ya le ganó 6-1 y 6-1 al número uno del mundo junior, y cuando jueguen en un torneo el otro va a ir mentalizado. Si le hubiera ganado 7-6 el otro iría pensando ‘ahí lo tuve’. Pero si le ganás 6-1 va a tener que pensar en hacer algo distinto para no perder 6-0″.

“El pendejo entiende rápido. Pero creo que es demasiado buenito, porque los chinos, por cultura, son así. Es muy educado. Cuando la pelota pega en la red dice ‘sorry, sorry’. Tampoco se atreve a pegar un pelotazo. Entonces le dije: ‘Hueón, pónsela en la cara’. De hecho le pegué un pelotazo. La pelota dio en la red, me quedó para pegarle, él no se movió y le pegó en el pecho. Pero entendió el mensaje. Es parte del juego y no tiene nada de malo", manifestó el renovado Ríos.

Y cerró con una reflexión y con un sentimiento inédito respecto de Shang: “Me recuerda mucho a mí. Es muy parecido en la manera de ser. En mi vida me había impresionado tanto un jugador. Lo había visto jugar con (Denis) Shapovalov; me llamó la atención pero no lo pesqué mucho. Tiene 17 años y nunca tuvo un entrenador de tiempo completo, Está 350º sólo por lo que vio por su cuenta. El potencial que tiene es increíble”.