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Guillermo Pérez Roldán: "La forma de trabajar en el tenis cambió"

Actual entrenador del británico Paul Jubb, el ex 13º del mundo remarcó la diferencia del tenis del presente respecto de su época.

Por Redacción EG ·

02 de agosto de 2022

GUILLERMO PÉREZ ROLDÁN recuperó vigencia en la agenda de los medios dos años atrás, cuando contó su cruda historia en una entrevista con La Nación en la que rememoró la violencia física, emocional y económica que le propició su padre Raúl, histórico formador de tenistas de la ciudad de Tandil, durante los inicios de su carrera y en plena explosión.

Hoy, lejos de aquel talentoso jugador de ladrillo, cuartofinalista de Roland Garros y pesadilla para Andre Agassi, que llegara a ser 13º del mundo y ganara 9 títulos de ATP antes de dejar el tenis con apenas 24 años, entrena al británico Paul Jubb, de 23 años y actual 201º, uno de los créditos del tenis del futuro.

"El mundo del tenis es chico. Todos nos tuvimos que adaptar a la situación de la pandemia y el deporte se vio afectado. Hay muchos chicos, que hoy son entrenadores en distintos lugares, a los que entrené yo. A mí me ofrecieron esta oportunidad de trabajar para Reino Unido y Paul estaba sin entrenador, estaba buscando a alguien. Es un chico con mucha proyección, pero igual estamos haciendo un camino bastante solitario hasta el momento", contó Pérez Roldán, en diálogo con Punto de Break.

 

Imagen Guillermo Pérez Roldán, en su etapa como tenista profesional.
Guillermo Pérez Roldán, en su etapa como tenista profesional.
 

También habló del presente del tenis argentino: "Argentina es, para mí, un ejemplo a copiar. Los mismos jugadores se van copiando. Por ejemplo yo vengo de la ciudad de Tandil y podría decirse que fui el primero; luego vino (Mariano) Zabaleta, después (Juan) Mónaco, después (Juan Martín) Del Potro. Yo lo llamo un ¡sistema espejo'. Ven que uno lo consiguió, ven que pueden hacerlo. No es sólo una cuestión de esfuerzo: el tenis es un deporte individual pero en Argentina hay una competencia más sana que en otros países. Los argentinos no quieren que pierdan los compañeros. En otros países hay uno que va a verte jugar y puede pensar: 'Ojalá pierda este, así me quedo en el top 400'. ¿Y a mí que me importa?".

Además compartó, con lujo de detalles, la época que lo encontró en la elite del tenis con la que viven los jugadores actuales, con todo mucho más al alcance que antes: "Estos chicos tienen todo mucho más fácil. Por eso la inconsistencia de los jugadores es inaudita y por eso siguen ganando los buenos. Los buenos no sólo se mantienen: mejoran, porque diría que Nadal juega mejor al tenis que antes. Quizás tenga menos piernas, menos físico, pero juega mejor al tenis".

"Hoy que un chico se entrene cuatro o cinco horas de tenis es bastante complicado. Mucho más en cuanto a trabajo específico. Antes eso era normal y lógico. Los jugadores de ahora gastan mucho tiempo en cosas que no sirven para nada. Los resultados lo demuestran. Ya van cuatro generaciones que no pueden derrocar a los buenos. Hay algo que está fallando. ¿Qué cambió? Cambió el respeto, cambió el trabajo, se metieron los mánagers en el medio a elegir entrenadores baratos y, además, hay muchos que no especialistas en tenis para dirigir a los jugadores. Yo necesito que este chico llegue mejor acá: cómo lo hace el preparador físico, no lo sé, pero lo tiene que lograr. El manager tiene que estar al servicio del jugador, no dirigir el equipo. Todo eso cambió", profundizó.

Imagen de portada: La Nación