Grand Slam

El entrenador de Rafael Nadal habló de su presente de cara a Wimbledon

Francis Roig, uno de los coaches del reciente campeón de Roland Garros, profundizó sobre la adaptación por el cambio de superficie del ladrillo al pasto.

Por Redacción EG ·

22 de junio de 2022

RAFAEL NADAL ya tiene la mira puesta en Wimbledon, el tercer Grand Slam del año, el torneo que jugará tras encarar un tratamiento especial en Barcelona por la lesión de su pie izquierdo.

Campeón en las ediciones de 2008 y 2010, el ganador de 22 Grand Slams llega después de ganar su 14ª corona en Roland Garros tras jugar varios partidos con el pie adormecido por infiltraciones debido a los dolores.

En ese sentido viene de realizar un procedimiento de radiofrecuencia pulsada en los diferentes nervios involucrados en la lesión crónica, el síndrome de Müller Weiss, que sufre desde hace 18 años.

El cambio de superficie, del polvo de ladrillo de Roland Garros al césped de Wimbledon, es una de las adaptaciones que tendrá que hacer Nadal a la perfección para darse oportunidades de competir de la mejor manera en Londres. Francis Roig, uno de sus entrenadores, habló sobre la modificación el piso en pocas semanas.

"Al principio siempre cuesta. Cuando empezás a jugar en césped es complicado. No es la primera vez que pasa esto y ojalá no sea la última", dijo el coach tras una práctica de tenis con el polaco Kamil Majchrzak, en la que perdía 6-3 y 4-1.

 "Por más que haya peloteado cuatro o cinco días en Mallorca no es lo mismo que los entrenamientos de esta manera. Quedan muchos días por delante para ir encontrando los mecanismos de esta superficie, los movimientos, los impactos y reconocer cómo viene la bola", agregó el entrenador que completa el equipo técnico con Carlos Moyá y Marc López, en diálogo con Marca.

Nadal llegó a Londres semanas después de agrandar su leyenda tras derrotar 6-3, 6-3 y 6-0 al noruego Casper Ruud en la final de la última edición de Roland Garros, título con el que alcanzó nada menos que 22 trofeos de Grand Slam, cifra récord en el tenis masculino, pero lo hizo tras varios días de infiltración por su lesión crónica.