Grand Slam

Rafael Nadal: "Los pinchazos duelen; son soportables pero no agradables"

El español dejó profundas reflexiones sobre su lesión en el pie, el tratamiento de radiofrecuencia y su décimocuarta conquista en Roland Garros.

Por Redacción EG ·

09 de junio de 2022

RAFAEL NADAL viene de ganar por enésima ocasión el título en Roland Garros, el torneo que ya ganó 14 veces entre 2005 y 2022, el certamen más relevante sobre polvo de ladrillo del mundo.

El español agigantó todavía más su leyenda después de derrotar 6-3, 6-3 y 6-0 al noruego Casper Ruud (8º), quien lo tiene como ídolo, y alcanzó nada menos que 22 trofeos de Grand Slam, cifra récord en el tenis masculino, pero lo hizo tras varios días de infiltración por su lesión crónica en el pie izquierdo. 

El número cuatro del mundo ya regresó a España, comenzó un nuevo tratamiento de radiofrecuencia en Barcelona para intentar alejar los dolores y, cuando volvió a Mallorca, se lo vio sin pisar y con muletas, una imagen preocupante con vistas a Wimbledon, el Grand Slam que comenzará el 27 de junio en Londres.

En Roland Garros las infiltraciones para dormir el pie fueron necesarias para que Nadal pudiera competir sin problemas. Después de ganar en la segunda ronda ante el francés Corentin Moutet el español quedó rengo: directamente no podía caminar. "Me quedé rengo. No me había infiltrado el nervio todavía. A partir de ahí llegamos a la conclusión de que no podía seguir infiltrándome donde lo estaba haciendo porque era una cuesta abajo continuada. Tomamos la decisión de infíltrame el nervio a distancia y fue el mayor acierto. De no hacerlo no habríamos llegado hasta acá de ninguna manera", reflexionó en diálogo con ATP. Y vaya si lo sufrió: "Duelen sí. Es soportable pero hacerlo 20 minutos antes de salir a la cancha todos los días no es agradable, a decir verdad".

El Síndrome de Múller Weiss, la lesión que sufre desde fines de 2005, generó otro cúmulo de problemas físicos pero es tratada, desde hace muchos años, por el prestigioso médico Ángel Ruiz Cotorro, que lo atiende en Barcelona y lo acompañó en París durante las dos semanas que duró Roland Garros. Ahora Cotorro está a cargo del tratamiento de radiofrecuencia.

 

"Me hicieron un bloqueo a distancia de los nervios sensitivos. Si te duermen el motor no podés mover el pie. No es matemático tampoco porque hay días que se te duerme un poco más abajo. Por ejemplo en la final se me durmieron los dedos y mi sensación era peor pero tenía el control del tobillo. Controlé lo necesario para competir", analizó sobre su 14º título en París.

El riesgo y el día después fueron variables que tanto Nadal como su equipo médico tenían muy claras: "Sabía que estaría así al terminar el torneo. Lo tenía asumido. Todo lo que hice me lleva a estar mal ahora pero es fácil de entender. Lo que se hace difícil es no poder entrenarme día a día. El año pasado terminé Roland Garros y estuve rengo dos semanas y media. No podía ni bajar las escaleras. Al final, cuando dejo de jugar un tiempo, un mes y medio, no es un problema en mi vida diaria. Me deja de doler".

Para sentenciar explicó el futuro y los resultados que busca con el nuevo tratamiento de radiofrecuencia: "El objetivo es claro: hacer una radiofrecuencia pulsátil en el nervio para intentar conseguir la sensación que tengo cuando juego con el pie dormido. Buscamos mantenerla de una manera permanente. Si funciona, quitaremos la sensibilidad de la parte sensitiva del pie. Y hay otra cosa importante: con los bloqueos a distancia se ha demostrado que puedo jugar. Si conseguimos que el tratamiento funcione, dejando el nervio tocado, podré seguir jugando. Yo acostumbro ir a paso a paso. Confío en que las cosas vayan bien".