Selección Argentina

La única vez que un campeón del mundo festejó en el obelisco

César Luis Menotti y sus ayudantes fueron los únicos integrantes de una selección que festejó en el obelisco de la ciudad de Buenos Aires un título del mundo. Conocé esta historia desde nuestro archivo.

Por Redacción EG ·

20 de diciembre de 2022

El itinerario de la Selección Campeona del Mundo Qatar 2022 será un largo recorrido que partirá desde Ezeiza y que incluirá diversos puntos de la ciudad y alrededores durante ocho horas. Uno de esos puntos iba a ser el mismo obelisco de la ciudad de Buenos Aires, centro de encuentros históricos para los festejos populares, sobre todo cuando se ganaron las dos copas del mundo anteriores, en 1978 y 1986, pero se desistió de esta decisión en las últimas horas. 

Nuestras selecciones campeonas del mundo no tienen un antecedente de festejar todos juntos en este centro neurálgico porteño. Pero sí hay un antecedente de un director técnico que festejó el campeonato del mundo pocas horas después de haberse concretado. Nos referimos a César Luis Menotti quien, en su libro "Cómo ganamos la Copa del Mundo" recoge una curiosa anécdota que El Gráfico replicó en su articulo "Menotti cumplió su promesa" de la edición 3065, del 4 de julio de 1978. 

"...Y en cuanto pude me fui [del predio Fundación Natalio Salvatori, donde la Selección de 1978 concentraba] porque tenía que cumplir una promesa" empieza diciendo el Flaco Menotti. "Para poder salir sin que me viera la gente tuve que meterme en un camión de la policía. Un amigo mío, [Vicente]el negro Nieva, me seguía con mi auto". La narración cuenta que buscaron un momento en que se despejara el centro de la ciudad después de los festejos del 25 de junio con el título del mundo. Pudieron encontrar un pequeño bar abierto en esa madrugada en donde no había más de cinco o seis personas, y se juntaron los integrantes del cuerpo técnico y unos amigos de Menotti que tenían una camioneta y ropa preparada para dar la vuelta olímpica al obelisco. 

 

Imagen La nota que cuenta esta curiosa historia relatada por Menotti.
La nota que cuenta esta curiosa historia relatada por Menotti.
 

Menotti narra la curiosa estrategia de esta vuelta olímpica: "El negro Nieva era el planillero, la llenó con los datos delos cuatro que ibamos a dar la vuelta: [Roberto] Saporiti, [Rogelio] Poncini, [Ricardo] Pizzarotti y yo. Saporiti era el técnico y planificaba los movimientos. A mi me dió la orden de correr como un diez atrasado, pero en cualquier momento -cuando él me gritara- yo tenía que pasar al ataque o sea agarrar la punta del pelotón". 

Sin embargo, este recorrido no pudo hacerse sino en altas horas de la madrugada."A eso de las cuatro y media subimos a la camioneta y mientras ibamos para el centro nos empezamos a cambiar. Nos pusimos la camiseta de la Selección con el escudo de AFA, el pantaloncito negro, las medias negras y zapatillas en lugar de botines porque teníamos miedo de caernos". 

Esta promesa que había hecho hacía varios meses debía cumplirse pero Menotti sentía verguenza. Poncini, dice la crónica, fue el primero que se animó a salir de la camioneta y empezó a hacer precalentamiento por la Nueve de Julio. Divisó a unas chicas que también estaban vestidas de la Selección y corrió detras de ellas. Tras él salió Pizzarotti y luego Saporiti. Pero Menotti no salía. 

La narración de Menotti sigue: 

"Ya no tenía excusas. De afuera me gritaban...
-Bajá, miedoso, no arrugués, cumplí tu promesa...
Como la cosa se estaba demorando demasiado, el Negro Nieva me intimó como si fuera un árbitro. 
-Bueno, los equipos a la cancha.
Y abrió las puertas de la camioneta. Ya estaba jugado, salté a la calle y empecé a correr. En seguida me di cuenta que nadie me reconocía. Era demasiado sorpresivo para la gente que estaba ahí festejando y no tuvieron tiempo de darse cuenta. Corrí, corrí y de pronto escuché que Saporiti me grita...
-¡El diez al ataque! 
Entonces me apuré y los pasé a todos. Iba fenómeno, pero cuando terminé de dar toda la vuelta al obelisco viene un tipo de frente y me reconoce...
-¡MENOTTI!
Pegó un alarido que se debe haber escuchado en todo Buenos Aires. Entonces sí, la gente se dio vuelta y se me tiró encima. Por suerte ya estaba cerca de la camioneta y alcancé a meterme antes de que me agarraran. (...) En el viaje de vuelta para el lado de Libertador nos reíamos como pibes. La promesa que habíamos hecho hace unos cuantos meses estaba cumplida". 

 

Imagen Menotti y la Copa del Mundo 1978.
Menotti y la Copa del Mundo 1978.