Las Crónicas de El Gráfico

Frentes de tormenta

El Patón Bauza es un canto al optimismo. Aunque las Eliminatorias están complicadas y no nos sobra nada, no para de lanzar presagios cargados de gloria. Pero hasta en sus fantasías más alentadoras hay espacio para focos de preocupación que no se pueden soslayar.

Por Elías Perugino ·

09 de marzo de 2017
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“Hay jugadores que, por su edad, quizás no lleguen al Mundial”, se le ¿escapó? al Patón Bauza en una charla con los muchachos de TyC Sports. Como si Argentina transitará con holgura las Eliminatorias para Rusia 2018, el técnico de la Selección cayó, una vez más, en un triunfalismo que no marida con la compleja situación en la tabla [1] y, sobre todo, con la reconversión futbolística y espiritual de un grupo vapuleado por las heridas de tres finales perdidas y agobiado por el vértigo de montaña rusa de sus rendimientos individuales y colectivos.

Al Patón se le valora su predisposición total para hablar de fútbol con el medio que sea y en el contexto que fuese. Sabe exponerse al debate con respeto y del otro lado recibe la misma moneda, sencillamente porque se lo ha ganado a través de una trayectoria llana y cristalina. Claro que semejante fárrago mediático implica costos altísimos como las contradicciones, los cambios de frente que lo dejan en offside y las sentencias triunfales fuera de contexto [2]. Gajes del oficio, aunque evitables con un mínimo gesto de continencia. Pero al Patón versión Selección le encanta tentar al Diablo: “Ganando los tres partidos de local, estamos en el Mundial”, “En Rusia vamos a ser campeones del mundo” y varias delicias más, siempre pronunciadas en la cornisa enjabonada que da al abismo.

A diferencia de sus primeros seis partidos en el cargo, descerrajados por el fixture en un lapso de 75 días, los seis decisivos de 2017 se le desparraman complejamente en el calendario: dos en marzo (tras un paréntesis de cuatro meses), uno en agosto, uno en septiembre y dos en octubre. Un mapa temporal tan complicado como los frentes de tormenta que deberá resolver a futuro.

- Romero y la falta de continuidad. Nueve partidos en 2015, cinco en 2016 y uno en lo que va de 2017. Apenas eso ha jugado Sergio Romero en su club, el Manchester United. Como perseguido por la maldición de la suplencia infinita, Chiquito escapó de Mónaco y Sampdoria para intentar afirmarse en el United, pero un inesperado error administrativo [3] estiró su condena en el banco y puso en jaque su estabilidad en la Selección. Al menos para Bauza: “Si no ataja en su equipo, será complicado que se sostenga en la Selección. No es lo mismo tener ritmo futbolístico que no tenerlo”. Romero, el arquero con más presencias en la historia de la Selección [4], está entre la espada y la pared. Aunque tuvo ofertas que le garantizaban la continuidad (Boca), priorizó su proyecto de vida familiar en Europa. Y aunque esa inacción en el club inglés no resintió su prestación en la Selección, Bauza puso en duda su titularidad como nunca antes. Acaso porque en 2017 el Patón iniciará una depuración a su gusto y allí encontraría un fundamento sólido para apuntalar un cambio de arquero. En contrapartida, quienes compiten con Chiquito esgrimen solvencia en continuidad: Guzmán en Tigres (pese a la lesión que lo marginará seis semanas), Andújar en Estudiantes, Marchesín en Santos Laguna y América, Rulli en Real Sociedad...

- El caso Mascherano. Hace seis años que El Jefe maneja una dualidad: titular en un Barcelona multicampeón como zaguero, titular y emblema de la Selección como volante central. Hasta aquí, la polémica se circunscribía a la posición. “Conozco las dos funciones y a esta altura ya me adapto naturalmente”, suele responder Mascherano. La novedad de 2017 es que Masche ha perdido continuidad en el Barça. Luis Enrique parece confiar más en la sociedad Umtiti-Piqué que en la del marido de Shakira con el referente argentino, de 32 años. ¿Cuánto incidirá esa intermitencia en la prestación de Mascherano? ¿Le minará timing y recursos para dar las respuestas futbolísticas que espera Bauza? Otra tarea compleja y de equilibrio político para el Patón.

- La puesta en valor de Di María. El técnico lo considera un jugador clave, pero lo nota ansioso, desbordado emocionalmente. Le ha bajado línea para que se sosiegue, aunque sin resultados. “Lo conozco desde los 13 años, pero nadie tiene comprado el puesto en la Selección”, fue uno de los últimos aguijones públicos del Patón. En su equipo ideal, el hombre del PSG es fija, pero hoy lo nota fuera de eje y está aguardando su reacción: “Desde lo táctico, Angelito es un jugador brillante, pero le falta terminar bien las muchas jugadas que empieza. Lo que le sucede es producto de la ansiedad, eso de querer resolver rápido, de pasar a uno y no tener la claridad para elegir el pase justo o el mejor pase. En la medida que se calme, volveremos a tener al jugador que siempre fue. Hace rato que venimos hablando de eso con él”. En el futuro inmediato se adivinan más charlas con Fideo, pero el cuerpo técnico entiende que llegó la hora de que él demuestre que las palabras no le entran por un oído y le salen por el otro.

- El silenzio stampa. Pasó hace tanto –la medianoche del 15 de noviembre–, que ya parece un episodio insólito para ser descripto en un libro de Daniel Balmaceda [5]. ¿Se acuerdan? Medio país respirando aliviado por la goleada ante Colombia y todo el plantel que se congrega en la sala de conferencias del estadio de San Juan para que el capitán Messi anuncie un inoportuno e inocuo boicot a la prensa. “Ustedes saben por qué”, deslizó Leo, refiriéndose a versiones relacionadas a la vida privada de integrantes del plantel. Pasaron casi tres meses y la segunda y la tercera línea del plantel, que aspira a fortalecerse en la interna del grupo, lo respetó a rajatabla, incluso excusándose con periodistas que querían reportearlos para hablar de sus clubes y no de la Selección. Un referente ya optó por cruzar discretamente la línea [6]. ¿Qué sucederá en la previa de la doble fecha de marzo? ¿Insistirán con la decisión o retrocederán en nombre de “la unidad” que reclama el fútbol argentino para salir de su crisis? Bauza ya les dijo lo suyo [7] –que la medida no conduce a nada–, pero no volverá a tocar el tema. Se remitirá a surfear el contexto que propongan los jugadores, aunque le resulte incómodo.

- La depuración del plantel. “Hay jugadores a los que dentro de dos años les va a costar mantenerse física y futbolísticamente como para llegar a Rusia. Por eso dividimos los objetivos en dos: primero, la clasificación; segundo, salir campeones. Para eso hay que analizar otras decisiones que no son fáciles”, mostró su carta brava el entrenador. Si se logra el pasaporte al Mundial, el proceso del Patón pasará de nivel. Por su mente ronda la idea de accionar una cirugía reparadora de cara al objetivo supremo. Operar en medio de unas Eliminatorias tan enredadas ampliaría los riesgos. Suena más lógico y conveniente gestionarlo en la eventual recta final de ocho meses. Esa oxigenación podría alcanzar a varios históricos que ya doblaron el codo de los 30 años y cuentan con un recambio a la vista: Mascherano, Biglia, Zabaleta, Lavezzi... No sorprendería que lo hiciera, pero hay que animarse. Aunque animarse a pasear por la cornisa parece encantarle al Patón…

Por Elías Perugino

Textos al pie

1- Argentina está en el 5° puesto de la tabla, con 19 puntos. Lideran los brasileños, con 27, y luego se ubican Uruguay (23), Ecuador (20), Chile (20), Argentina (19), Colombia (18), Paraguay (15), Perú (14), Bolivia (7) y Venezuela (5).

2- La tapa del diario deportivo Olé del lunes 23 de enero de 2017. Leyenda en el pizarrón: “Rusia 2018 Campeones”. ¿Era necesario, Patón?

3- Un fax que llegó fuera de término… ¡por un minuto! impidió la transferencia de De Gea al Real Madrid. Permaneció en el Manchester United y dejó sentado en el banco a Chiquito, que ya se relamía con la titulariadad.

4- Chiquito debutó en la Selección Mayor en 2009 (0-1 con Paraguay, el 9 de septiembre de ese año) y desde entonces contabiliza 85 partidos en el arco nacional.

5- Periodista e historiador argentino. Autor de obras como Espadas y corazones, Oro y espadas, Biografía no autorizada de 1910, Historia de las palabras, Romances turbulentos de la historia argentina, Historias insólitas de la historia argentina y La comida en la historia argentina (foto), entre otras.

6- En charla con TyC Sports, Mariano Andújar  se refirió a la medida –“no estuve en la convocatoria por lesión, pero estoy de acuerdo”–, defendió a compañeros cuestionados –Higuain, Di María, el propio Messi– y halagó el liderazgo natural de Leo.

7- “Yo me peleé con la prensa hace 30 años. No tiene ninguna solución. Si querés atacar, tal vez podés decir ‘con Juancito o Pedrito no hablo’”, les contó el Patón.

Nota publicada en la edición de febrero de 2017 de El Gráfico