Las Entrevistas de El Gráfico

Ricardo Rezza, bonus de confesiones

A los 66 años, el entrenador más longevo de Primera A habla sobre su formación en España, deja conceptos acerca del juego, fija el objetivo para su Temperley en 2015 y detalla más vivencias.

Por Darío Gurevich ·

02 de marzo de 2015
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Tenía muchas inquietudes, mientras era jugador. Me dirigieron entrenadores muy buenos y los aproveché. Tuve la suerte de haber hecho una gira por España, cuando jugaba en San Lorenzo, lo que me dio la posibilidad de pasar al Salamanca. En definitiva, me quedé casi 11 años en España; y eso me ayudó mucho para mi formación. Cuando regresé al país, fui uno de los creadores del curso de director técnico en La Plata. 

Me sorprendí tras haber llegado a España en los 70. Pensaba que estábamos lejos del fútbol español y nada que ver, al contrario. La estructura en cuanto a la atención médica y a la preparación del equipo, por nombrar dos ejemplos, era inferior a la nuestra.
Imagen Especialista en ascensos.
Especialista en ascensos.
Como mi mamá no estaba bien y ya había pasado unos cuantos años en España, decidí volver a la Argentina y empecé a dirigir a Villarino, un equipo de Chivilcoy que competía en un torneo amateur, en 1986. Recuerdo muchas anécdotas, pero hay una muy buena: resulta que llovía y los muchachos no se cambiaban para entrenarse. “¿Qué les pasa?, les dije. “Pero está lloviendo”, me respondieron. “¿Y qué tiene que ver?”, afirmé. Ahí supe que nunca se habían entrenado con lluvia. 

Mejoró la velocidad en el juego. Antes los jugadores éramos más lentos, y más técnicos, con muy buena habilidad para desarrollar funciones. Ahora, sin embargo, se larga a los jugadores más crudos a raíz del recambio. Ocurría que jugábamos mucho en el potrero, y eso nos llevaba a crear, a improvisar, a tener nuestra impronta, a mejorar los fundamentos.

Si de los cinco mejores jugadores de la historia tres son argentinos, es que algo hay. Adrián Adrover, que fue colaborador mío, sacó un libro que se llama “Antes del gol” y habla sobre este tema, sobre por qué se da este fenómeno… Di Stéfano era un adelantado; Diego, ni hablemos… ¡Qué personalidad tenía! Y Leo Messi es alucinante; asombra su perfección y su creatividad para definir. Esto de que el jugador argentino tiene algo diferente lo vi claro en España. Nosotros estamos acostumbrados a vivir situaciones límites, y todo lo nuestro lo trasladamos al campo de juego. Pareciera, incluso, que hasta somos más atrevidos en la cancha.
 
Si no sos ofensivo cuando tenés que serlo, no vas a lograr nada. Me encantan los equipos que atacan: los de Bielsa, sobre todo el Athletic de Bilbao que dirigía, los de Guardiola, el Barcelona, el Real Madrid y el Atlético de Madrid del Cholo Simeone que juega decidido.

Los equipos no juegan partidos perfectos. Resulta clave entender que existen momentos: cinco o diez minutos, en los que el rival es superior y hay que controlarlo o, por el contrario, está aturdido y se debe aprovechar esa situación para ir a buscar el partido y ganarlo.

Imagen Logró seis ascensos con cuatro clubes distintos: Gimnasia y Tiro, Belgrano, Villa San Carlos y Temperley.
Logró seis ascensos con cuatro clubes distintos: Gimnasia y Tiro, Belgrano, Villa San Carlos y Temperley.
A logro difícil, el desafío es mayor. Si Temperley termina el campeonato en el puesto 27, está bien… Más allá de que aspiramos a culminar lo más arriba posible. Igual, el objetivo del club es crecer en infraestructura y organización para estabilizarse en Primera. 

No llevo la cuenta sobre cuantos partidos dirigí en el fútbol profesional. Creo que ya superé los 700, y sólo me expulsaron una vez, y cuando ya había terminado el partido. Fue en la cancha de Racing de Córdoba, no me acuerdo si se produjo durante mi primera o mi segunda etapa en Gimnasia y Tiro de Salta. Pero, bueno, me controlo en ese sentido, porque nosotros tenemos que ayudar y dar el ejemplo. 

Para motivar, siempre está la palabra. Pero se tiene que utilizar en el lugar y en el momento justo, y se debe saber qué se dice, porque en vez de animar puede desanimar. Yo trato de ser breve y cuenta qué hacer y qué no. 

El fútbol avanzó como muchas otras cuestiones, y yo fui actualizándome a través de lo que miraba. Seguir perfeccionándose es clave, al igual que proyectarse. También se debe ser organizado, porque así habrá menos chances de equivocarse.

Darío Gurevich. Twitter: @dariogurevich.
Fotos: Maxi Didari. 

Este bonus, exclusivo para nuestros lectores web, le corresponde a la nota publicada en El Gráfico de febrero de 2015. 

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