Las Entrevistas de El Gráfico

Juan De Stéfano, en primera persona

El ex presidente de Racing nunca fue tibio al declarar. Detenido y torturado por la dictadura. Su amistad con Alfredo Yabrán. Polémico y frontal.

Por Redacción EG ·

12 de diciembre de 2011
 

Nota publicada en la edición noviembre 2011 de la Revista El Gráfico
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MI VIEJO FUE CAPATAZ CAMBISTA, un ferroviario socialista que me dejó un gran ejemplo. Un ser maravilloso. A mí alguna vez me acusaron de nazi. Un disparate. Es cierto que leí “Mi lucha” de Hitler, pero lo hice para informarme. Yo detesto la matanza de los judíos y los campos de concentración. Y mucho más los detesto después de haber estado preso y de haber sido torturado en un centro clandestino de detención. Me imagino ese terror. Yo estuve cerca de eso.
 
LA MILITANCIA SINDICAL me dio la mayor gratificación de mi vida. Fui peón de la fábrica Siat, que hacía caños para oleoductos. Empecé como peón, barriendo el galpón y terminé metiendo aros en los tubos. Me quedaban las uñas negras de los martillazos que me daba en los dedos. Llegué a ser secretario de Metalúrgicos de Avellaneda. Aprendí la convivencia maravillosa de un núcleo de obreros. Cuando lográs que el soldador tenga el delantal, los guantes, que haya un comedor obrero en la fábrica, uno alcanza una satisfacción incomparable. No hay nada mejor que los compañeros te quieran y te voten.

PERON NO ERA MUY FUTBOLERO, pero algo sabía. Lo conocí en 1972, en su casa de Madrid. Jugaban Argentina y España, perdimos 1-0 y con otros dirigentes gremiales quisimos llevar a los jugadores a que lo saludaran, pero el presidente Lanusse prohibió la visita. Fuimos con Sívori, el DT. Le fumó el paquete entero de L&M al Cabezón, abrió una botella de cognac Fundador y nos quedamos cuatro horas charlando. Lo criticó por el planteo defensivo y habló mucho del Mayo francés. Nunca me sentí tan conmovido, porque yo he sido, soy y seré peronista hasta la médula.

METIA EL GUIÑO para la izquierda y agarraba para la derecha. Ese era Perón. Si hubiera sido de izquierda, habría ido a Cuba cuando lo invitó William Cook, pero eligió la España de Franco. Igual, me quedo con el Perón de la acción social, el que reivindicó a los obreros. Todos iban a verlo para sacarle votos. Y como buen político, Perón jugó con todos: hizo un paquete con los de derecha, los de izquierda y los del centro y lo movió de acuerdo con sus intereses.

CON MENEM cené 2 o 3 veces en Olivos, fui con Racing y con la Selección. Menem era un gran cholulo. Se deslumbró con Madonna cuando vino a hacer Evita, se volvió loco, y la dejó filmar en el balcón de la Rosada. Quería llevarse a toda costa al Turco García a River. “Si me das un millón de dólares, te lo vendo”, le dije, pero al Turco no lo vendía, era el emblema de los pibes en Racing, el jugador atrevido que se llevaba a todos por delante, era la alegría del club. Menem también quiso influir para poner a Passarella como DT de la Selección en 1990, pero el hombre era Basile.

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LOS PEDIDOS DEL PRESIDENTE de la Nación y de los ministros para meter gente en la Selección son ineludibles, siempre existieron esas presiones, pero Grondona ha manejado maravillosamente bien la independencia de la AFA con la amenaza de que si se metían en el fútbol nos iban a desafiliar. Con Menem estuvo a punto de ser intervenida la AFA, pero vino Havelange e hizo saber que Grondona era un intocable para la FIFA.

ERA SECRETARIO general del gobernador de Buenos Aires, Victorio Calabró, en el momento en que Videla dio el golpe militar del 76. Me escondí en un departamento y una noche entraron los milicos y la Federal a los gritos, parecía que yo era Al Capone. Me metieron adentro del baúl de un Falcon. Estuve desparecido 10 días, solo en una celda, con un poco de agua. Hasta que el comisario llamó al Primer Cuerpo del Ejército y dijo: “¿Qué hago con este tipo? Se va a morir...”. Ahí llamaron a mi familia y me sacaron.

PASAR DE DESAPARECIDO a detenido legal no me ayudó mucho. Me llevaron al Primer Cuerpo del Ejército, me preguntaban por negocios hechos en la provincia, por conexiones con Montoneros, por cualquier cosa. Unas bestias, yo no tenía nada que ver con eso, si nunca fui de izquierda. Ahí me mandaron a la cárcel, a la Unidad 9 de La Plata. Estuve dos años. A la noche me sacaban a los aguantaderos para torturarme. Estuve en centros clandestinos terribles. Y lo cuento porque ya lo declaré en el juicio contra el cura Von Wernich. Fueron siete sesiones de tortura en total, no me olvido más.

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O ME HAGO EL BOBO O LOS MATO. Son las dos opciones que tengo si me cruzo a mis torturadores por la calle. Pero no quiero ir preso, ya estuve bastante, entonces no les daría ni bola. Que te picaneen es muy feo. Te tiran sobre un colchón mojado, desnudo, te atan y te dan electricidad en los testículos, en la boca, en las tetillas. Te estaquean como una vaca. Yo gritaba como un chancho, los puteaba. Estuve en Coti Martínez y en Puesto Arana, a 50 kilómetros de la Plata. Ahí mataron a muchos jóvenes: hacían una zanja, los tiraban y los quemaban con gomas de auto. Y a mí me torturaron de verdad, desde las 10 de la noche hasta las 5 de la madrugada. Estaban Etchecolatz y Von Wernich. Declaré en contra de ellos, les dieron perpetua. “Si no hablás, te vamos a cocinar en la máquina”, me decía Von Wernich. ¡Y vestido de cura! Un horror.

EN LA CARCEL LA TORTURA es diferente. Te llevan a un baño, el carcelero te da un jabón Federal y te dice: “Cuando termina de gastar el jabón, sale”. Claro, ¿cómo gastás un jabón Federal? Hoy no tengo pesadillas. Sí me pasa, cada tanto, que todavía encojo la pierna derecha al dormir, porque la primera maquineada me la dieron en la planta del pie. Es la memoria del cuerpo.

YABRAN FUE MI AMIGO DEL ALMA. Me lo presentó Diego Ibáñez. Era el cumpleaños de 15 de su hija y quería que le llevara a Goycochea como sorpresa. Después trabajé en una de sus empresas. En una cena le pedí ochocientas lucas verdes para comprar a Quiroz. “Vení mañana a buscarlas”, me dijo. Me las regaló. Yabrán fue un fenómeno conmigo y con muchos políticos, pero nadie quiso reconocerlo. Por miedo. Decí que no soy buchón porque si diera la lista de los que iban a buscar el sobre a la casa de Yabrán, no nos alcanzaría todo El Gráfico. Y terminemos con el mito de que vive: Yabrán está muerto. No iba a tolerar estar esposado delante de los hijos y como los árabes son fatalistas, piensan que cuando les llega les llega; el tipo tomó la decisión y se mató.

CON EL PETARDO DE NAVARRO MONTOYA me cagaron. Una persona de Boca vino a buscar el empate al hotel, pero Basile lo sacó a patadas. Con el empate, Boca entraba en la Libertadores y nosotros nos perfilábamos para salir campeones. Pero como dijimos que no, mandaron a tres tipos de Boca a la hinchada de Racing, tiraron dos piedritas, un petardo, Navarro Montoya se tiró, Grondona aprovechó, me sacó cinco puntos y me cagó el campeonato. Y Boca fue a la Copa. Yo hubiera arreglado el empate, pero al Coco esas cosas no le entran.

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HE CONOCIDO MUHCOS GRONDONA, pero este es el mejor de todos. Hace favores, atiende a todo el mundo, porque llegó a una edad en que se despojó del fanatismo. El Grondona fana de Independiente era imbancable. Yo lo padecí. Hoy me dan asco las campañas periodísticas para sacarlo. Los dirigentes que entran por el voto se tienen que ir con el voto; sino, hacemos golpe de estado. Yo creo que hay que romper todos los libros de conducción política y decirle a Grondona que escriba uno. Y sí, viejo: lleva 32 años, le hicieron 20 inspecciones de DGI, nunca le encontraron nada. Está bien, hizo una buena fortuna, pero no se olviden de que es el tesorero de la FIFA, mirá si va a venir a robar cuatro pesos a la AFA.

EL NEGRO LUDUEÑA se portó como un delincuente. Yo había viajado a Italia para un partido de Racing contra Napoli y acá quedó un dirigente que se calentó con el Panza Videla, lo trajo y lo dejó ir a Ludueña. Si yo huiera estado acá, Ludueña no se iba. La cuestión es que se fue y siguió viviendo en el departamento que le pagaba Racing. Y usando el teléfono que le pagaba Racing. No se iba, se hacía el vivo, entonces un par de hinchas de Racing se enojaron, lo corrieron y le tirotearon el auto. Pero yo no fui. ¡Cómo iba a mandar a tirarle a un jugador! Eso sí: no les prohibí a esos muchachos el ingreso a Racing, siguieron siendo amigos míos.

TODA MI VIDA ANUVE CON UN REVOLVER en el auto, porque toda mi vida me hice respetar. Yo no tengo brazos para agarrarme a trompadas, pero a mí nadie me toca el culo. Más de una vez me tuve que calzar el revólver al bajar del auto para ver a alguien que te falta el respeto o que no te paga una deuda, a gente prepotente que se cree que te puede basurear. Me han tiroteado la casa muchas veces, todavía están las marcas.

NO APRETE PERIODISTAS, es un invento. Con Aldo Proietto me crucé feo una vez. Me estaba matando en El Gráfico, entonces arreglé el problema como correspondía. Entré sin permiso a su despacho y le dije que parara la mano con Racing, porque lo iba a matar. Ahí nomás vino Vigil a calmar todo. Terminamos cenando esa noche y haciendo las paces, pero debo reconocer que esa vez sí fui y lo amenacé a Proietto. Y que tenía el revolver atrás, en la espalda.

SEGURO QUE HUBO Y HAY REFERIS deshonestos y que agarran plata. Todo el mundo sabe quiénes fueron; yo no los puedo nombrar, pero hasta suicidios hubo. No vivimos en un mundo de rosas, el fútbol no es una isla, es parte de la sociedad, con sus virtudes y defectos. Del mismo modo, hay dirigentes y futbolistas deshonestos. A Pezzotta no lo conozco y no puedo decir nada de él, solo que el penal de Belgrano contra River a Caruso no lo quiso dar. Que me perdone Pezzotta, pero no lo quiso dar. Fue insólito.

¡HICE CADA COSA POR RACING! En la época de Basile veníamos mal y el Coco me pedía que hiciera algo. Fui a lo de un pai en Escobar. Llegué a un convento, con velas negras, me hicieron sacar la ropa y me empezaron a dar con unas ramas por la espalda y más tarde con un gallo. Después mataron al gallo y tuvimos que enterrarlo en la cancha. Llegué y estaba Tita esperándome con una pala. Hicimos un pozo detrás del arco y lo enterramos. En la revancha contra Atlanta, por el ascenso, el Coco hizo bajar del micro, en plena ruta, a un acompañante del chofer porque no había estado en el resto de los partidos. “Ustedes están locos”, nos dijo el pobre hombre cuando lo bajamos a la fuerza. Sí, estábamos locos.

UN CARAMELO Y UN PALAZO. Así hay que manejarse con la barra. Un caramelo si te portás bien; un palazo si te portás mal. Tenés que arreglar, no hay otra. No tiene solución el tema. Avellaneda está rodeada de veinte villas, si eliminás a un grupo viene otro. Mejor agarrarlos y decirles: “Las reglas son estas; no robar, no drogarse en la cancha, no venir a joder los días de semana, no molestar a los jugadores”. Normas claras de convivencia. A cambio de eso, tantas entradas y tantos pasajes. En River terminaron comiendo asado en el quincho con los socios. ¡Eso no lo podés permitir! Hay que poner límites y no tenerles miedo. Son muchachos a sueldo, los barra son como los trapitos, una industria. Ahora, si vos tenés miedo y no tenés capacidad para formar un anticuerpo, quedate en tu casa.

YO ME FUI DE RACING  igual que cuando llegué. ¿Qué necesidad tenía de robarle a Racing? Ninguna. Antes de ser dirigente de Racing fui secretario metalúrgico, del Senado, ocupé miles de cargos. Yo le habilité la cancha a Taddeo cuando era un depósito de papas, arreglé el centro deportivo, hice la sede nueva. Acepto que cometí algunos errores: soy soberbio, medio dictador y me quedé más de la cuenta.

A LOS MAFIOSOS hay que ir a buscarlos a Sicilia, a Brooklyn. Me río cuando dicen que yo era mafioso. O quizás me decían mafioso porque no me podían tocar el culo, porque te rompo la cabeza con un fierro. Vení a mi casa de Sarandí, donde vivo desde hace 50 años, decime por qué tengo el mismo teléfono desde hace 50 años, ¡qué mafioso ni mafioso! Dejá...

EL ACTUAL TECNICO DE RACING debería ser Basile, a este equipo lo haría jugar de maravillas. El presidente de Racing, y el vice sobre todo, no saben nada de fútbol. Por eso trajeron a Simeone. En años en que Boca y River andan mal, tenés que salir campeón, hermano. Son unos burros. Y aparte agarraron el club sin deuda y hoy la llevaron a 130 millones. Simeone no me gusta, que vaya a dirigir al Catania, que seguro lo salva del descenso. ¡En Racing hay que salir campeón, viejo!


POR DIEGO BORINSKY / FOTOS MAXI DIDARI Y ARCHIVO EL GRAFICO