1987. El Tano Gutiérrez, un caudillo

Sí,  nace un caudillo, aunque él lo niegue. "No soy un caudillo. Y estoy convencido de que no hay lugar para ellos en el fútbol de hoy. Eso era antes, en una época que yo ni llegué a ver, si lo sé es porque me lo contó mi viejo: siempre había un jugador que salía a la cancha con la pelota abajo del brazo, al frente del equipo. Metía miedo y era capaz de ganar un partido él solito... Qué sé yo. Obdulio Varela, alguien así. . . Hoy no, hoy cada jugador es una pieza importante dentro del funcionamiento de un conjunto, hoy nadie gana los partidos solo... Lo que hay, sí, son jugadores de más experiencia, que hablan, adentro y afuera de la cancha, no sólo de fútbol. Todo grupo los necesita. ¿Si estoy entre ellos? Sí, puede ser, en River hablamos los más grandes, el Tolo, Oscar Ruggeri, Nery Pumpido, el mismo Antonio Alzamendi, no sé, no me quiero olvidar de ninguno, yo. . . Los más grandes"

Tiene veinticinco años, nada más, plenos de una riquísima historia. Un metro ochenta y pico de polenta, ochenta y un kilos de entrega, una cara larga y angulosa que parece cortar el aire, un temperamento que se impone, sea donde sea...

 

 

“Será por eso del temperamento que la gente cree que soy un caudillo. Lo que pasa es que yo no me banco ir empatando o perdiendo, entonces hago todo por ganar. . . Ojo, yo quiero ayudar a mis compañeros, pero soy consciente de que a veces complico más yéndome arriba. . . Trato de tener criterio, de hacerlo cuando me conviene... Y después, atrás, bueno, entrego todo. . . No soy un matón, ni creo que exista el matonismo en el fútbol. Simplemente, soy el último hombre. A Ruggeri le pasa lo mismo.”

—Tano, se dice que cuando se destaca mucho un jugador del fondo, por su garra, por su entrega, pero sobre todo por su esfuerzo para desequilibrar arriba, es signo de que algo falla en el funcionamiento del equipo. ¿Coincidís?

—No creo que sea siempre así. . . Creo que se está notando ahora lo mejor que tengo, que es la entrega, el sacrificio. Pero siempre descubro cosas que me faltan, y entre esas cosas, las principales son una mejor técnica, la seguridad de poder meter un pase de cuarenta metros con precisión, el...

—Perdoname, te fuiste del tema del funcionamiento. ¿River lo tiene?

—Lo estamos buscando, vamos en el camino correcto. Creo que después del partido con Boca se instaló en River otra actitud, la de tomar la iniciativa. Ya habíamos empezado contra Ferro y contra Racing, pero después nos pinchamos. . . Por eso digo que de Boca para adelante se inició otra etapa. De ahí en más, lo que queda es estabilizarse.

—Estabilizarse, vos mismo lo dijiste. River ha sido irregular.

—Sí. Griguol ha estado buscando el sistema táctico más adecuado para nosotros. Probó uno primero, no dio resultados. Otro después, tampoco. Creo que éste, el tercero, es el que mejor va.

—A ver. ¿Cuál fue esa primera etapa? ¿El River de la Copa?

—Sí. El intento era hacer una especie de pressing partiendo de la mitad de la cancha. No fue efectivo…

—La segunda etapa, hasta el partido con Ferro.

 —Sí, aunque fue algo más gradual; eso, más gradual. Probábamos de dejarle la pelota al rival, usar el contraataque. . . En esa etapa nos mataron las lesiones. . . Enrique, Troglio, Funes, Alzamendi, Da Silva que todavía no estaba bien, Palma, Gorosito, un montón. . . Y uno de los grandes problemas fue la conducción del equipo, nos quedamos sin armador… Ahora hay variantes, puede ser Palma, puede ser Da Silva. Ya le vamos encontrando la vuelta.

—Hace muy poco me dijeron que cuando River adquiera el funcionamiento que supo tener Ferro, con los nombres que tiene, va a ser invencible. Fue un jugador el que me lo comentó, Dezotti, de Newell's, creo que tiene más valor…

 —Y tiene razón. Sólo falta que Carlos nos conozca más a nosotros y que nosotros lo conozcamos más a él. Sabiendo bien qué ideas tiene uno y qué ideas tienen otros, vamos a sacar lo más positivo. Para eso hay que hablar, todo lo que sea necesario.

— ¿Y se puede hablar con Griguol? ¿Acepta sugerencias?

 —Es un tipo muy abierto, que habla con todos. Porque es importante que hablen los más jóvenes también, eso los hace sentir seguros. . . También que escuchen, lógico. Yo trato de hablar con los más pibes, de aconsejarlos. Y no porque sea un viejo. Simplemente, porque yo hace casi diez años viví la misma situación que hoy vive alguno de ellos: era suplente del Indio Olivera, nada menos. Se lesionó, debuté en mi puesto como número dos, pero cuando él volvió me dieron la camiseta número cinco y me quedé calladito. Hay que saber esperar.

 

 

 — ¿Y en River saben esperar? Hay dos jugadores, dos estrellas casi, por puesto.

 —Es cierto, pero es una competencia sana, sin problemas. Cualquiera puede hablar y pedir el puesto. El técnico sabe a quién tiene que poner. . . Está bien, es un factor de presión, pero no negativo. . . Yo sé que tengo un gran jugador como Cacho Borelli detrás mío y eso me obliga a cumplir más. . . Pero con todos los partidos que disputará River a principio del año que viene, te digo que es bárbaro que seamos un gran  plantel. Anotá: los torneos de Mar del Plata, la Supercopa, los amistosos, el Campeonato.

—El Campeonato, justamente. Está peleadito, ¿eh?

—Sí, muy parejo. Pienso que la cosa no sale de nosotros, Racing, San Lorenzo, Independiente... Y Español, por supuesto. Creo que es el mejor de todos, ¿sabés por qué? Porque empezaron a trabajar un sistema y lo siguieron, año a año. Eso es ideal.

—Pero no lo veo posible en River. Para llegar a lo que es, Español tuvo que pasar por un año duro, sin resultados, como el pasado.

—Es evidente que nosotros estamos pagando las consecuencias del período de conocimiento de las ideas de Griguol. Pero vamos a terminar ganando.

Lo dice él. Campeón de América con River y Peñarol, Campeón intercontinental con River y Peñarol, dueño de la Copa América con la celeste uruguaya. "Fue un dolor muy grande haber perdido la Copa este año. . . Soy hincha de Peñarol, de toda la vida, pero cuando es mi camiseta la que está en juego, ahí la cosa cambia... Ahí soy el hincha número uno de River". Usted lo habrá visto, con su camiseta en juego. La presencia para impactar, el tranco para desequilibrar, las ganas para imponer, la garra para luchar. El "U-ru-guayo" Nelson Daniel Gutiérrez para ganar. ©

DANIEL ARCUCCI

Fotos: ALDO ABACA, MARCELO FIGUERAS y ANTONIO LEGARRETA