Las Entrevistas de El Gráfico

1996. ¨Yo siempre fui capitán¨

Diego Pablo Simeone se entrevista con El Gráfico, el volante atravesaba un gran momento en el Atlético Madrid, pero también llegaba la capitanía en la Selección, todo un reconocimiento a su liderazgo.

Por Redacción EG ·

07 de noviembre de 2019

Lo último que imaginó Carolina es que por la cabeza del Cholito Simeone, su esposo, pasaban imágenes de Passarella, Maradona y Ruggeri. El vuelo 1146 de Aerolíneas Argentinas navegaba rumbo a Madrid, mientras la noche del jueves 25 de abril avanzaba y los ojos del nuevo capitán de la Selección Argentina estaban cerrados. Pero él no podía dormir. Como no había podido hacerlo tampoco la noche del sábado 20, horas después de enterarse, Passarella mediante, de que empezaba a cumplir uno de sus más anhelados sueños de pibe.

Será por eso que llegó al aeropuerto de Barajas con una sonrisa. De su brazo izquierdo se colgaba su mujer y en el derecho llevaba fuertemente abrazado a Giovanni Pablo, su hijo 1 de nueve meses. Este regreso no era como tantos, el grabador de un periodista del diario "Marca" fue la primera señal. Enseguida se sumaría uno de "As", el otro periódico deportivo madrileño, mientras un hombre de EL GRAFICO miraba desde cerca. Diez días antes había abandonado Madrid en absoluto silencio, como un jugador más para integrarse al equipo de Passarella. Ahora era distinto: volvía el capitán, Diego Pablo Simeone.

Imagen Símbolo de entrega y lucha. Simeone tiene la camiseta de la Selección llena de barro.
Símbolo de entrega y lucha. Simeone tiene la camiseta de la Selección llena de barro.

Se subió a un taxi —donde dejaría olvidado un saco— y minutos después ya estaba bajando valijas en su casa de la calle Julio Palacios, en el exclusivo barrio del Pilar, vecino de otros ilustres del fútbol español como Iván Zamorano, Jorge Valdano, Leonardo Biagini, Paco Buyo y donde ha instalado, también, su cuartel general el representante Marcos Franchi.

Viernes por la tarde, faltaba menos de un día para volverse a calzar la camiseta del Atlético de Madrid y dos para cumplir 26 años. La única noticia, más o menos preocupante en ese regreso, eran unas declaraciones de su técnico Radomir Antic criticando nuevamente a la AFA, la UEFA y la FIFA: "En la Argentina son unos egoístas, nosotros nos estamos jugando la Liga y en toda la semana no pude contar con el jugador. Bien podrían haberle hecho regresar apenas terminó el partido poniéndole un avión privado. Los clubes son quienes les pagan a los jugadores, no las asociaciones. La UEFA o la FIFA tendrían que reveer sus reglamentos. Eso está muy mal".

Antes de tirarse a dormir la siesta, el Cholito Simeone aclaró ese tema: "En esa pelea no me metan. Yo quiero y puedo jugar en los dos lados. Ese es un problema que tienen que arreglar los dirigentes". Enseguida tomó el teléfono y habló con el entrenador para saber si lo tenía en cuenta para el partido con el Valencia. Confirmada su presencia, se dejó vencer por el sueño.

Tres horas y media después ya estaba saliendo hacia el estadio Vicente Calderón para reunirse con sus compañeros y dirigirse a la concentración. El mismo Antic lo recibió con una gran sonrisa, un apretón de manos y un "iBienvenido!", dicho con fuerza.

Imagen En Atlético de Madrid tuvo dos pasos. Es ídolo de los Colchoneros. Fue Campeón de La Liga en 1996 y la Caop del Rey del mismo año.
En Atlético de Madrid tuvo dos pasos. Es ídolo de los Colchoneros. Fue Campeón de La Liga en 1996 y la Caop del Rey del mismo año.

Luego de la cena, empezó el diálogo. No quedaban ya rastros de cansancio, a su lado estaban Leonardo Biagini y Marcos Franchi. Primero, una queja...

-Ahora no vienen como el año pasado a preguntar "¿Qué te pasa, Cholo?", o a hablar del descenso... ¿Se enteraron de que ganamos la Copa del Rey y que el Atlético está peleando la Liga desde los primeros partidos?

-Estás enojado...

-No, no es enojo... Es que cuando las cosas salen bien, uno que aguantó los palos también quiere una consideración. Llegué a Buenos Aires y nadie me preguntó, por ejemplo, cómo ganamos la Copa del Rey; pero sí todos vinieron a hablarme de las críticas que Antic le estaba haciendo a la Selección y a Passarella. ¿Y yo qué podía saber lo que decía Antic si estaba en la Argentina?

-Está bien, Cholo, ¿ahora podemos hablar de la Selección?

-Por supuesto.

-Empecemos por la capitanía...

-Cuando Daniel me dijo que yo iba a ser el capitán, casi me muero de la emoción. Imposible explicarlo, es un sentimiento. Primero me lo dijo en el vestuario, a solas. Me comentó que le gustaba mi temperamento, mi forma de dejar el alma en la cancha, mi manera de gritar durante los partidos... Después expresó lo mismo adelante de mis compañeros. Esa noche, fue el sábado, casi no dormí.

-¿Te lo esperabas?

-Si digo que no, miento. Pero más que esperarlo, lo deseaba. Yo siempre fui capitán... En las inferiores de Vélez y en el Mundial Juvenil de Arabia. Es un orgullo y me gusta. En el momento que me lo dijo Passarella y durante el viaje de regreso a España, pensé en los grandes momentos de la Selección y en los grandes capitanes que tuvo el equipo: Passarella, Maradona, Ruggeri...

Imagen Camiseta número 8 y cinta de capitán. Simeone es dueño de la mitad de la cancha de la Selección. Fue triunfo ante Bolivia por 3 a 1 por Eliminatorias para el Mundial de 1998.
Camiseta número 8 y cinta de capitán. Simeone es dueño de la mitad de la cancha de la Selección. Fue triunfo ante Bolivia por 3 a 1 por Eliminatorias para el Mundial de 1998.

-¿Y qué recordaste?

-Lo primero que me vino a la cabeza fue la imagen de Passarella cuando pisaba la cancha. Parecía que se le inflaba el pecho de orgullo. Eso me impresionaba. También recordé a Maradona, que era otro estilo de capitán: Diego fue siempre un símbolo, algo distintivo, el representante de Argentina. Y también me acordé de Ruggeri, quien era bastante parecido al estilo de Daniel como capitán.

-Sigamos con esta Selección modelo '96: ¿qué jugadores te sorprendieron?

-Recién le comentaba a Leo (por Biagini) el desparpajo de Hugo Morales, sobre todo. Hizo en el partido lo que hacía en los entrenamientos y eso es una gran virtud. También al chico lbagaza lo vi muy suelto, a Claudio López con una velocidad muy interesante: quiere aprender, quiere escuchar siempre. Y Almeyda es un león.

-¿Se pueden jugar las Eliminatorias sin sufrir?

-No, y esto lo vimos contra Bolivia. Un partido que lo teníamos bien llevado, que ganábamos 2-0, éramos protagonistas, lo manejábamos como mejor nos convenía y vino el gol de Bolivia en el minuto cuarenta y dos. Enseguida se siente ese murmullo de la tribuna, ese nerviosismo... ¿Miedo? Miedo, no... Intranquilidad diría yo. Ahí es cuando se reponen los grandes equipos. Y en el segundo tiempo, con el 3-1, creo que hicimos un fútbol casi perfecto.

Imagen Momento familiar. Junto a quien por entonces era su esposa, Carolina y su hijo mayor, Giovanni.
Momento familiar. Junto a quien por entonces era su esposa, Carolina y su hijo mayor, Giovanni.

-¿Y el sistema clasificatorio, te gusta? Ustedes, los que juegan en Europa, se la van a pasar viajando...

-Mirá, a mí subir a un avión, bajar, jugar, regresar y dormir un rato y volver a jugar, me encanta. Me siento cómodo, importante... Me hace sentir vivo. Quizás en algún momento lo sufriremos, pero también soy de la idea de que si psicológicamente estás bien y el grupo se acompaña, todo tiene solución. Y del sistema voy a poder opinar cuando termine la Eliminatoria... Hemos pasado un solo partido, faltan quince...

-¿Qué rivales te preocupan más?

-Todos. Creo que la única forma de sacar sin sobresaltos esta Eliminatoria es ir partido a partido. Pensando siempre en el próximo. Ahora tenemos uno importantísimo en Ecuador, no sólo porque golearon a Perú, sino porque es el primero afuera, de visitantes. Ahí vamos a tener una muestra de cómo nos van a esperar en todos lados. Nos van a llevar a Quito para que sintamos la altura. Tenemos que ir pensando solamente en ese partido, con humildad, con ganas y con el mismo trabajo que hicimos para Bolivia.

-¿Qué futuro le ves a esta Selección?

-Está para seguir mejorando. Con nueve días de trabajo, con muchachos que jugamos por primera vez juntos -sobre todo en el medio que es un lugar importantísimo- jugamos bien, pero tenemos que trabajar mucho más. Tenemos que mejorar paso a paso. Creo que vamos a ir de menor a mayor porque hay una mezcla ideal de jóvenes y mayores con experiencia y sobre todo con mucha hambre de gloria...

Imagen En la Selección jugó 106 partidos y marcó 11 goles. Disputó tres Mundiales: 1994, 1998 y 2002.
En la Selección jugó 106 partidos y marcó 11 goles. Disputó tres Mundiales: 1994, 1998 y 2002.

-¿Y tu posición en el campo? No es la misma: ahora jugás casi de "cinco"...

-Sí... Estos nueve días que estuvimos juntos sirvieron. La primera práctica que hicimos juntos yo estaba tirado a la derecha como había jugado la Copa América y Daniel me fue cerrando. Él quiere que participe más en el juego, que hable más, que pueda leer más rápido el partido. Él quiere que sea un poco el equilibrio entre la defensa y el ataque. Y en esa posición, la verdad, es que me siento comodísimo.

Después llegó el sábado 27, de nuevo la Liga Española. Y a sufrir otra vez: la derrota como local ante el Valencia (2-3) y las distancias que se achican con respecto a los que vienen desde atrás. Ese es otro sueño: salir campeón con su club. Antes de volver a ponerse la celeste y blanca, será el domingo 2 de junio en Quito, el capitán de la Selección tiene trabajo por hacer.

 

 

ADRIAN MALADESKY (1996).

Notas: MIGUEL ANGEL RUBIO Y ENRIQUE ROMERO

Fotos: GERARDO HOROVITZ, FABIAN MAURI, ALEJANDRO DEL BOSCO y MANUEL LOPEZ FIGUEROA y MAICA LOPEZ BLANCO.