Las Entrevistas de El Gráfico

Mariano Manzanel, autor de 'Jugarás en Primera': "El jugador frustrado es una bomba para la sociedad"

Estuvo a un segundo de debutar en Primera División y el dolor le duró 20 años: hasta que pasó su historia a un libro. "Para mi fue un morir y volver a nacer", cuenta en una charla con El Gráfico.

Por Redacción EG ·

05 de marzo de 2017
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“Un amigo es uno mismo en otro cuero”, dijo alguna vez Atahualpa Yupanqui. El amigo de Mariano Manzanel es el Polaco y el Polaco es Mariano Manzanel y el cuero, en este caso, es el libro, en donde el autor de esta increíble y apasionante novela, llamada “Jugarás en Primera”, plasmó su vida y su frustración como futbolista con retratos, con grandes pinturas literarias, con humor, con nostalgia, con miedos, con tristezas, con alegrías y, por sobre todas las cosas, con varios nocauts que generan que el lector no pueda desprenderse de la lectura y que se sienta parte en cada momento de la historia.

Sebastián, el Polaco, el protagonista principal del libro, es un pibe que la rompe y que tiene como destino y mandamiento “jugar en Primera”. Todo lo guía a eso. El día le llegó y cuando estaba en la línea de cal para entrar en la cancha de Lanús, su club, un gol del equipo contrario cambia por completo los planes de su entrenador y lo manda devuelta al banco de suplentes y a no tener nunca más esa oportunidad.  Quédese tranquilo que no le conté ni un tercio del asunto. Pero esto no es ficción. Fue real: eso mismo le ocurrió a Manzanel, que con la publicación de este libro logró curar la herida de no haber sido uno de los pocos privilegiados en debutar en Primera División.

Ese fatídico gol lo hizo Daniel Mercado, que jugaba en Belgrano y que ahora dirige al Celeste en la Liga Cordobesa.

-¿Qué significó el gol de Mercado en tu vida?

-Para mí fue un morir y volver a nacer, literalmente. Yo creo que tengo dos fechas de nacimiento: una en el ‘75 y después en el ‘98 cuando decidí no jugar más al fútbol por culpa de Mercado, entre otras cosas. Es cinematográfica la escena. La otra vez estuve con el Laucha Acosta y me decía que no podía creer que no haya entrado un minuto. Hice un duelo de 20 años, duró mucho tiempo esa herida. Pero gracias a eso, hoy soy lo que soy; gracias a eso, pude leer todo lo que leí y puedo escribir y estar cerca del periodismo. Un amigo siempre me dice que el fútbol me convirtió en escritor. Y yo le digo que el escritor me devolvió al fútbol. Yo odié al fútbol por la frustración que tenía.

-¿Y qué te motivó a escribir tu historia?

-La motivación para escribir fue haberlo vivido. Perder, en algún aspecto, llamale una madre o un partido o romperte una rodilla fueron motivos suficientes para escribir. La escritura fue subliminal para mí, me ayudó a sacarme el exorcismo. La lectura, en mi caso, fue un gran puente, me salvó de tanta frustración que tuve con el fútbol.

-¿Qué significa el barrio en tu vida?

-El barrio de aquella época fue mi escuela. Siempre le agradezco a mis viejos por darme la oportunidad de jugar al futbol en la calle con mis amigos hasta entrada  la noche, sin correr ningún peligro. Haber jugado tanto en la calle y haber aprendido el código de la amistad, de la familia, del vecino, de jugar al carnaval que, creo que hoy se perdió, a mí me hizo crecer. La calle fue mi facultad.

 

EL MOMENTO QUE CAMBIÓ SU VIDA



 

Pasaron los días y Mariano todavía está dolido por no cumplir su sueño y decide mudarse sólo a Palermo. Está solamente con su sombra en el departamento y rodeado de cajas. En una de ellas, está El Túnel, de Ernesto Sábato, y recuerda que ese libro fue su gran compañero esa noche. Se lo devoró en un par de horas y confiesa que, a partir de ese momento, comenzó a fanatizarse por leer. “La lectura se volvió tan apasionante como el fútbol y la escritura terminó siendo una disciplina que elegí para vivir”, desliza con entusiasmo el escritor de 41 años.

-¿Qué le recomendarías a un jugador del fútbol argentino?

-Yo le recomendaría que lea, que lea mucho. Porque me parece que la lectura te ayuda a pensar y si sabés pensar tenés una garantía para apuntar a un montón de cosas el día de mañana. Te hablo del jugador exitoso también. Matías Almeyda estuvo cuatro años sin jugar y tuvo que volver; Verón, por más que haya vuelto por una cuestión de marketing y que sea un tipo formado, no se puede despojar del olor a pastito, de no ser más un jugador profesional. Yo digo que hay que dejar morir al futbolista profesional porque el futbolista en esencia no muere nunca. Yo voy a ser futbolista toda la vida, pero yo opino que estaría bueno leer. Sorín viajaba a jugar los partidos con un libro de Soriano en su bolso.

Imagen Con la pilcha de Lanús. Su libro es una de las grandes apariciones literarias del verano.
Con la pilcha de Lanús. Su libro es una de las grandes apariciones literarias del verano.
-Teniendo en cuenta que los libros nos hacen pensar, ¿por qué creés que un club, teniendo la obligación de ser formadores de personas, no tienen una biblioteca para los jugadores?

-Yo creo que por una cuestión de presupuesto. Te hablo de Lanús, que hoy está en la elite: en la Quinta, por ejemplo, hay un técnico, un profe, un coordinador y una psicóloga. Ninguno de ellos está pensando en la literatura. El club tiene el colegio secundario y con eso, ya está cubierta toda la educación. Pero me parece que hay que ir más allá. Como en Europa: en Inglaterra, sobre todo, que hay un director deportivo, hay una biblioteca deportiva, un tipo que maneja eso. Pero todo eso es guita. Igualmente, no hace falta la plata para que lleguen los libros a los clubes. El psicólogo Marcelo Roffe tuvo una experiencia importante en Ferro y dispuso que en las concentraciones cada uno tuviera un libro. Hay otra: el profe (Fernando) Signorini llevó mucho libros al Mundial 2010 y el único que se acercó a un libro fue Carlitos Tevez. No hay que bajar los brazos. Creo que, gracias a los Sacheri, a los Ariel Scher, a Pelota de Papel, los futbolistas se pueden sentir más identificados. Hay que romper con ese mito de que los jugadores no pueden leer o no pueden escribir.

-¿Creés que el jugador que no llega a debutar en Primera está preparado para saltar a la realidad de la sociedad?

-Lo primero que se me viene a la cabeza es que no, pero hay excepciones. El fútbol ha evolucionado por tipos como Valdano, como los Sorín,  como los Herbella, como los Sava y Sebastián Domínguez. Sin embargo, la competencia de alto rendimiento no prepara al jugador de estar a un paso de ser Messi a manejar un bondi. El jugador no está preparado para eso. El jugador frustrado, me parece, es una bomba para la sociedad. Me parece que hay que hacer foco ahí y hacerle entender que se puede -parafraseando el título del libro- “jugar en primera” en cualquier contexto o aspecto de la vida. Ese es el aporte que yo quiero hacer. Se habla solamente de los que llegan y yo lo grafico en un millón de jugadores: llega uno y 999 mil, no. ¿Qué hacemos con esos 999 mil? Están en una esquina o pueden ser trapitos o médicos. Son personas que terminan con una frustración muy grande.

 

La novela de Mariano Manzanel no habla solamente de la pelota: el autor logra mezclar distintas realidades y tentaciones que el jugador de futbol tiene al alcance de la mano, como por ejemplo, la droga.

Imagen Mariano dicta un taller literario en Palermo. Lo pueden contactar a través de las redes sociales.
Mariano dicta un taller literario en Palermo. Lo pueden contactar a través de las redes sociales.
-En una parte de la historia, uno de los personajes secundarios mete droga en el vestuario. Vos solés dar muchas conferencias a pibes de inferiores, ¿te cuentan algún caso frecuentemente?  

-La droga está a la orden del día. Seguramente, hoy es más fácil conseguir droga que un libro. Cualquiera anda con un porro en una billetera. A algunos pibes les destruye la cabeza y la carrera para llegar a Primera, fundamentalmente, por los actos de indisciplina. Conozco un caso de un equipo de Primera, muy humilde, que tuvo que separar a un chico porque se peleaba con sus compañeros. Y los dirigentes se opusieron a eso porque era el único que podían vender. En la agenda, los clubes tienen que poner a la persona sobre el futbolista. Es un tema para debatir todo el día, igualmente.

 

Además de escribir, Mariano es parte del cuerpo técnico de Brown de Puerto Madryn, actual puntero de la B Nacional. Se encarga de conseguir los videos o las jugadas de los equipos contrarios.

-¿Qué importancia tiene la tecnología en el fútbol moderno?

-Me parece que es algo que está creciendo y mucho. El videoanálisis está impactando mucho porque reduce el azar. Con el sistema que uso yo se puede ver cómo juega un jugador de Moldavia. A vos te dicen quiero un marcador central de más 1,90 metros, zurdo o diestro, y yo pongo eso en el programa y hasta me dice si tiene representante o no. Es una locura. Yo creo que la tecnología ayuda mucho.

-¿Se curó para siempre el dolor de no haber debutado en Primera?

-Sí y ya estoy escribiendo la segunda parte de la historia del Polaco. Va a ser casi imposible que en todo lo que escriba en mi vida no esté el fútbol. Pero primero voy a viajar por el país para que mi libro llegue a distintos pueblitos de la Argentina.

 

Por Matías Escobar