Las Entrevistas de El Gráfico

“Nunca me escapé de una concentración sin avisar”

Desde su finca en Tuluá, el Tino repasa sus mejores travesuras en el fútbol, recuerda anécdotas imperdibles, y cuenta cuánto whisky necesitó para terminar posando desnudo en una revista colombiana.

Por Diego Borinsky ·

30 de septiembre de 2008


 


Reportaje publicado en El Gráfico, edición mayo de 2008

1 Ni loco vas a ser técnico, ¿no? No… Aparte no es para mí. Estoy muy retirado del fútbol. Lo veo por televisión, voy a ver al Atlético Nacional o a la selección, pero prefiero seguirlo desde la tribuna, no desde una concentración.
2 ¿Y en el resto del día qué hacés? Mi vida es muy simple: estar en mi casa, aquí con mis caballos, mis vacas, mis animales. En mi finca de Tuluá tengo ganadería y manejo eso. 
3 ¿Es cierto que tenés un lago artificial? Sí, y lo hice sembrar con peces para poder ir a pescar. Me levanto, agarro la caña y voy y pesco un rato. Así me entretengo. Y alrededor tengo tierras con caña de azúcar y vivo de eso.
4 ¿Tenés una academia de jugadores? No, tengo también una cancha casi profesional donde vienen a entrenar con Tuluá, y si vienen muchachos a pedirme colaboración, les consigo alguna prueba, pero sólo doy una mano.
5 ¿Estuviste más cerca de Boca o de River? De los dos, dependía de Mascardi. Me parece que estuve más cerca de River porque siempre me gustó más River, desde pequeño.
6 ¿Ahora queda espacio para ser hincha de algún equipo? Por supuesto. Soy fanático del Atlético Nacional, quedé enamorado de ese club. También soy hincha de River, de Estudiantes, equipos que siempre veo cómo salen. Lo mismo con el Barcelona, el Parma, el Fluminense, el Palmeiras o el Newcastle.
7 ¿O sea que festejaste el título de Estudiantes? ¡Claro que lo celebré! Me gustó mucho por Verón, mi compadre. Sé la persona que es él, conozco a la familia. Y también por Simeone.
8 ¿Llegaste a jugar algún partido en el Pincha? Jugué dos: uno contra Arsenal y otro que debuté en casa, no me acuerdo con quién (NdR: Quilmes). Fue un paso muy lindo aunque no se dieron las cosas. Bilardo tenía su forma de pensar y yo la mía, pero estar en el fútbol argentino igual fue un sueño hecho realidad.
9 ¿Bilardo te despertaba de madrugada para que fueras a patear, como a otros delanteros? No, por suerte a mí no me hizo entrenar nunca de madrugada, pero sí me hizo entrenar mucho. Te digo, nunca en mi vida había hecho una pretemporada tan fuerte como la que hice en Estudiantes. Pero nunca, ni en el mejor momento del Parma, nada igual.
10 ¿Después de eso te retiraste o llegaste a jugar en otro club? Volví a Colombia y el campeonato estaba ya empezado, el Cortuluá se fue al descenso en ese año. Estuve esos seis meses parado y al final ya me quedé quieto.
11 Igual, bastante... pensabas largar a los 25. Es verdad. Cuando empecé quería jugar fútbol profesional solamente para sentir qué era jugar en una cancha llena, esas cosas. Pero después, los compromisos me fueron obligando. Uno firma contratos, dinero...
12 ¿Qué aprendiste siendo hijo de una familia numerosa? La unión. Siempre tuvimos una relación muy linda. Mi papá, siempre muy trabajador, nos trató a todos por igual y trató de que nos fuera bien. La mayoría de mis hermanos se recibieron en universidades aquí en Colombia. Yo no pude porque tenía que elegir y elegí el fútbol. Hoy seguimos muy unidos.
13 ¿Tu hijo se quiere dedicar al fútbol? El vive en Estados Unidos con la mamá. Juega en el colegio y muy bien, pero vamos a ver qué quiere hacer, porque salió buen estudiante.
14 ¿Delantero como el padre? No, él va más atrás. Me hace acordar mucho al brasileño Rai, porque encima es alto. Yo mido 1,78, él acaba de cumplir 15 años y ya me pasó. Inmenso.
15 ¿Qué delantero de hoy se parece a vos? La verdad, el juego mío era extraño, porque yo tenía pasos muy largos, corría a toda velocidad e iba como tambaleando. La gente pensaba que me iba a caer pero yo me apoyaba y seguía yendo hacia adelante. No creo que haya uno con ese estilo, ¡era rarísimo!
16 Eras tan rápido… ¿nunca pensaste en hacer atletismo? No me acuerdo qué tiempo hacía en los 100 metros, pero sí era rápido. A los 12 años no quería jugar al fútbol por nada, me la pasaba con básquet y vóley. Era muy bueno: tenía muy buena saltabilidad, era muy elástico y podía sostenerme en el aire.
17 ¿Seguís teniendo relación con Mascardi? No, ninguna. La relación con él se dañó. La misma confianza que uno siempre tuvo me jugó en contra. Cuando él me tenía casi exclusivamente, con Sergio Berti y Valenciano, la relación era muy buena. Pero cuando entraron como 20 jugadores, desde ahí ya no tenía tiempo para tantos, empezó a mandar gente. Y cuando tenías una lesión, ni te iba a saludar.
18 ¿Sólo eso los alejó? No. Hay un tema de dinero que le reclamo. Tenía un contrato con la Parmalat, los dineros le entraban a la cuenta de Mascardi y él me los daba a mí. Todavía tenemos un lío por un millón de dólares.
19 ¿Sos del jet set colombiano? Ja, no, siempre estoy ahí, un poco metido, salí con algunas mujeres famosas, pero no, no soy del jet set.
20 ¿Y de la política sí sos? No me llegué a lanzar como candidato, pero iba a colaborar con una señora amiga, que me pedía alguna mano para la campaña. Como Serna. Nada directo.

 


21 ¿Por qué te decían “Pulpo”? Estábamos en un equipo juvenil, todos sentados a la mesa. En un momento, la cuchara me sonó muy fuerte con los dientes y ahí los otros se miraron y dijeron: este se va a tragar hasta la cuchara, es un pulpo. Parece que agarraba todo lo que había en la mesa. De ahí me quedó.
22 La famosa foto que te sacaron jugando para Colombia, en la que mientras corrías se te asomaba algo por abajo del short… ¿te perjudicó o te benefició? Esa foto para mí fue… cómo decirlo… un incidente. En el Parma te daban toda la ropa que usabas para jugar, hasta los calzoncillos. En la Selección Colombia no. Jugaba ese partido en Cali, mandé las maletas para el aeropuerto y se me olvidó sacar los calzoncillos. Entonces, para no ensuciar los que llevaba, y como la pantaloneta era bien larga, jugué sin nada abajo. El problema es que al correr, las pantalonetas se levantaban. Una fotógrafa del periódico El Tiempo hizo la foto, y ahí se dieron cuenta de que se me había salido el… pipi. ¡Hasta un póster hicieron!
23 Te debe haber ayudado con las mujeres. Yo en ese momento estaba bien casado, pero digamos que a partir de esa foto se generó el mito. ¡Pero igual me seguían más los gays que las mujeres!
24 Fue una premonición. Al final terminaste posando en bolas. Lo que pasa es que se hizo una campaña nacional para ver a qué hombre querían ver desnudo por primera vez en la revista SoHo, en donde siempre salen chicas. Las mujeres llamaron y salí votado yo. Me vinieron a ver y me dijeron que había ganado.
25 ¿Eso es ganar o perder? ¡Ja! Es muy difícil. Al principio no tenía ni idea de lo que me hablaban, pensé que era de fútbol. Cuando me explicaron, dije que no. Pero insistieron, insistieron, hablé con mucha gente, y bueno… si quieren ser felices, hagámoslo.
26 ¿Cuántos vasos de whisky necesitaste para transformarte en el angel desnudo? ¿Vasos? ¡Una botella entera! Pedí que no estuviera nadie, pero igual no me animaba… Fue un desnudo total total.
27 Se te atribuye la frase “Las mujeres son mi segundo deporte”. ¿En cuál ganaste más títulos? No, yo nunca definí a las mujeres como un deporte… pero no me puedo quejar por cómo me ha ido. Hoy en día que soy soltero, estoy bien. No estoy de novio, pero algo hay.
28 ¿Tres consejos para cortejar a una mujer? Primero que todo, ser muy caballeroso. Después, ser amplio, invitarlas a comer, sin miseria. Y la tercera, un paseo en caballo. No sé por qué a las mujeres, o por lo menos a las de aquí en Colombia, les gusta tanto montar a caballo. Las invitás a pasear a caballo y es un momento muy romántico. No podés perder.
29 ¿Rubias o morochas? Morooochas.
30 ¿Tuviste un romance con una actriz porno? En una disco de Parma, apareció una actriz porno, Petra. Se sentó a nuestra mesa, con Crippa y Mascardi. Conversamos y no más. Cada uno se fue para su casa. Pero alguien me vio con ella y armaron otro escándalo.
31 ¿Para que te dieran la visa en Italia entraste como obrero de la construcción? No, que yo sepa entré normal. En realidad Parma arregló mi visa. No estoy seguro bien cómo.
32 ¿Te gustan los reality shows? He hecho dos, con Caracol. El primero fue el Desafío, en 2005. Y en 2006 hice otro que se llamaba Nómades. Eran dos buses, con nueve participantes, y yo era el capitán de uno. El Pibe Valderrama estaba en el contrario. Paseamos por toda Colombia. Fue la oportunidad de darle la vuelta a mi país, conocer lugares hermosos. Chévere.
33 ¿Sos de tirarte en paracaídas o hacer locuras extremas? Antes, de pequeño, no medía las consecuencias. Me gustaban las competencias de motos, y saltaba con las motos, andaba en una sola llanta por todo Tuluá. Después me lo tomé con más calma. Ahora, ni loco me tiraría en bungee o haría alguna locura así.
34 ¿Qué te pareció el showbol? Hay mucha marca y no hay mucho espacio para divertirse con la pelota, pero es bien chévere. En la Argentina se entrenan tres veces por semana y acá una vez por año. Y se nos complica…
35 ¿De chiquito eras muy travieso? Casi todos los días estaba castigado por algo. Una vez, me acuerdo de que antes de ir a la escuela, mi mamá me había obligado a bañarme a las 6 de la mañana. Yo le dije que iba pero sin bañarme. Me empezó a correr y me subí a la tapia, la pared de mi casa… “Yo no bajo, usted me va a pegar”, le decía. Y en ese momento hubo un temblor, se movió todo… me tiré llorando. Me metieron un par de chancletazos, llegué llorando a la escuela, pero no me bañé.
36 ¿De la rodilla sufriste tanto como Ronaldo? En realidad, las lesiones mías no fueron tan graves. En el 91 me pellizqué un menisco. En esta época me lo hubieran reconstruido. Ahí me cortaron la mitad… sin necesidad. Terminé jugando así, pero tenía la musculatura intacta y 18 años… Del 92 al 98 no tuve problemas. Después tuve otra, cartílago y menisco. Lo mío siempre fue la pierna derecha. En realidad, desde el 98 en adelante, la pierna izquierda prácticamente me sostuvo todo el tiempo que jugué.
37 ¿Te sentiste alguna vez un elegido? Yo creo que si me hubiera creído crack, habría podido ser mucho más de lo que fui. Cuando quería y cuando estaba animado, agarraba la pelota y hacía realmente lo que quería… para mí no era nada, no tenía ninguna dificultad en gambetearme a dos o tres.
38 ¿Tu mayor virtud cuál era? Era muy rápido pero mentalmente. No me había llegado la pelota y ya sabía lo que tenía que hacer. Y si me cerraban, improvisaba, con un túnel o un taco.
39 ¿Qué te faltó? Tuve algo de suerte, pero para otras cosas hay que tener mucha más suerte. Kaká es un extraordinario jugador, pero él llegó al Milan, de Berlusconi. Yo llegué al Parma, que tenía 500 mil habitantes y un estadio de 29 mil personas. Si lo que hice en el Parma lo hubiera hecho en el Milan, habría ganado todo, scudetto, Balón de Oro, Champions League.
40 ¿Nunca te quiso comprar el Milan? No, pero tuve oportunidad de ir al Inter antes del Mundial 94. Ya tenía un contrato enorme arreglado, pero después Nevio Scala se echó atrás porque le tenía miedo al dueño, Callisto Tanzi.

 


41 ¿Tu gol más recordado? Dos que quedaron para la historia: al Milan, cuando le saqué el invicto de 58 partidos, y el cuarto del 5-0 a Argentina. Pero el que más me gustó fue uno que le hice al Napoli: me saqué a cuatro o cinco jugadores de encima. 42 En el famoso 5-0, ¿sentías que desde donde patearas la ibas a meter? Freddy Rincón era el jugador que desde donde pateara la metía. Hizo goles en todos los partidos de esa eliminatoria. Y nosotros estuvimos invictos como 20 partidos. Pero ese fue un partido muy extraño. No sé qué pasaba si Batistuta metía una que tuvo cuando estábamos 0-0.

 

43 Después nos demolieron. Es que nos entendíamos muy bien, jugábamos todos al ritmo del Pibe Valderrama. En Italia yo jugaba a un ritmo totalmente diferente, a los italianos no les gustan más de dos toques. Nosotros íbamos tocando, esperando... Y adelante, con la velocidad del Tren Valencia y la mía, matábamos.
44 Siempre se dijo que el 5-0 los perjudicó. Si te ofrecieran perder 1-0 y clasificar al Mundial sin presión, ¿aceptarías? Ja, si me ofrecen ganar el Mundial, pues claro. Nuestro gran problema es que si la Copa empezaba a los 15 días, nos comíamos a todos. Un mes, dos meses... quizás también. Pero el Mundial empezó un año después.
45 ¿Llegaron al Mundial amenazados? No, antes no, fue durante. Perdimos contra Rumania y antes de jugar contra Estados Unidos, estábamos en la charla técnica y entra Maturana, llorando. No podía hablar, lloraba como un niño. Ahí le dijo a Barrabás Gómez: “Usted no puede jugar. Si usted juega, lo matan a usted, al Bolillo (Gómez), a mí, a todos. Llamen a sus casas ya mismo”. Todo el mundo salió corriendo a la habitación para ver qué pasaba. Nuestros familiares tenían patrullas en la puerta. Hasta llamó el presidente. Prendíamos la televisión de la habitación y salían las amenazas: “Si no jugás bien hoy te matamos”.
46 ¿Cómo hicieron para jugar con semejante clima? No sé. Me acuerdo de que en el himno, yo miraba a toda la gente en la tribuna, trataba de ver quién me podía estar apuntando. Pensé realmente que me iban a disparar.
47 ¿No se te ocurrió pedir no jugar? ¡No! ¡Habría sido peor! Salimos los mismos salvo Barrabás. Quizá si Maturana lo hubiera manejado diferente… Si a nosotros nos decía sólo que hacía un cambio y a ellos se los explicaba aparte, creo que la cosa habría cambiado.
48 ¿Esa temporada 93-94 fue lo más difícil de tu carrera? Sí, sin dudas. Además, tuve mi separación, la muerte de mi madre, la muerte de Andrés Escobar al volver... Fue tremendo. Se juntaron lindos momentos en la cancha con esos golpes tan duros.
49 Reconstruí esa charla con Escobar en el avión de vuelta. Veníamos tomando cerveza y Andrés no paraba de darme consejos. “No vayas a salir, a vos que te gustan las discotecas. Mirá que la gente está muy caliente. Encerrate en tu finca. Escondete”. Tranquilo, tranquilo, le decía yo. Y él: “Prometémelo, prometémelo”. A las cinco de la mañana me despierta un guardaespaldas y me dice que lo habían matado. “Estás loco, es imposible”, le dije. Me dio todos los consejos a mí y salió él. Fue horrible.
50 ¿Tenés museo de camisetas cambiadas? Tengo muchas pero la mayoría se las dí a mi papá, a mis hermanos. La que es muy especial es una toda embarrada del Newcastle con la que le hice los tres goles al Barcelona en un partido muy famoso. También recuerdo una de Crespo.
51 Si el gol es un orgasmo, ¿qué es un caño? Para mí es la expresión más linda después del gol. Parece fácil, pero hay que tener coordinación. Y es una jugada muy útil también. Hay caños que salen de casualidad y otro que son producto de una virtud, como el de Riquelme a Yepes por la Libertadores. Dios mío...
52 ¿En Colombia se acuerdan tanto como acá de ese caño? Mucho, cómo que no... ¡Creo que el que más se lo acuerda es Yepes! Yo hice uno igualito el día que debuté con el Newcastle, contra el Middlesbrough. La misma jugada. ¡La gente no entendía nada! Tacos y caños, yo siempre los tiraba porque me gustaba.
53 ¿No te aburrías en los partidos cerrados del fútbol italiano? En la época que me tocó a mí era muy efectivo y estaban todas las figuras. Hoy no lo puedo ver ni en televisión.
54 ¿En dónde se corre más, en Inglaterra o en Italia? No, en el fútbol se corre en todas partes. Te preparan para correr.
55 ¿Volverías a vivir en alguno de estos países? No, mi país es Colombia. Todos los años me trato de ir un mes para saludar a todos los amigos que dejé, pero estoy feliz acá.
56 ¿Como defensor te enloquecía Vierchowod, igual que a Maradona? A mí Ciro Ferrara, que era compañero de Maradona... algo increíble. Pero Vierchowod también. Una vez, me agarró tanto de la camiseta que me la quité y se la di en pleno partido: “Tomá ¿la querés? Si querés te la regalo, no hay problema”. Se me vinieron todos encima... me querían comer.
57 ¿En Arabia Saudita llegaste a durar un mes? ¡Y medio! Cuando llegué, estaba en el aeropuerto, y de repente todos se pusieron a rezar en el suelo, con sus alfombras. Y yo miraba para todos lados, no sabía qué hacer. Estaba ahí solo, asustado. Después quise ir al baño, y me pasé una hora buscando, los cartelitos no se entendían nada. A los tres días me quería volver.
58 Por tu bien espero que no te hayas hecho el galán. No, claro, lo sabía, me lo habían dicho... Igual lo bueno es que por muchas ganas que tuvieras de hablar con las chicas, no puedes porque no hay. No pueden salir. No las ves.
59 ¿Y jugaste algún partido? Ninguno, llegué lesionado. Pasa que el médico es un boludo, pensó que yo estaba para jugar y que mi rodilla estaba nuevecita, pero a mí me habían operado. Después me ve y me dice: “¡Ah, pero le falta un menisco!” Y yo: “Pues lógico, ¿vivís en un submarino o qué?”
60 ¿Dónde se vive el fútbol con más intensidad? En todas partes, pero hay lugares donde te dan mayor tranquilidad. Hoy, para un jugador, lo mejor que le puede pasar es ir a Inglaterra. Si no mirá a Shevchenko. No hizo ni uno por ciento de los goles que metía en el Milan y lo aplauden. En Italia, lo habrían reputeado

 

61 ¿La derrota que más te jodió es la Intercontinental vs. Manchester? Una de ellas. Son partidos que no se pueden perder. Esa fue con el Palmeiras, lo peor es que ellos ni celebraron. Pero más me dolió contra Boca. Yo quería ganar la Libertadores, era una espina. Y la perdimos por un error mío (NdR: erró un penal en la serie). No hubiera pasado si el árbitro cobraba ese penalti que me hizo Samuel. Fue más grande que la ciudad de San Pablo. Y no lo pitó.
62 ¿Tenés muchos más segundos puestos que primeros? El otro día justo estaba colgando las medallas que tengo acá en mi finca. Y las miraba y pensaba... Si hubiera ganado aunque sea un 10 por ciento de las finales que jugué... creo que sería el más ganador en la historia del fútbol. No, una cosa de no creer. Subcampeón, subcampeón, subcampeón, subcampeón... 
63 La Recopa del 93 te la perdiste por un corte en el tobillo. ¿Hecho cómo? Fue una pelea con un conductor de un bus, aquí en Colombia. Yo había venido a ver a mi madre. Apareció éste y me dañó todo el auto. Salí por el techo corredizo y lo fui a buscar, le di una patada a la puerta para abrirla, se rompió el vidrio y me corté el pie. Igual me recuperé a tiempo, pero Scala no me hizo jugar porque no quiso.
64 ¿Cómo no va a querer? Es que cuando yo me fui, el Parma perdió un invicto de varios partidos. Y la prensa empezó a decir que sin mí no era igual. Sergio Berti me dijo: “Scala nos juró demostrar que el Parma no depende solo de vos”. Por eso no me hizo jugar. Aún no lo creo.
65 En el área tenías pólvora, pero ir a un entrenamiento tirando tiros... ¿no se te fue la mano? Ja, eso fue en la U. de Chile, pero no fue tan así. Me había comprado una pistola de esas que se usan en las películas de Hollywood. La tenía en el auto. Ese día fui, hice kinesiología, y cuando los jugadores terminan, me ven en el auto: “Tino, haz un tiro al aire”. Y yo: “Bueno, corran, corran”. Y ta, ta, ta. Me fui. Por la tarde, le contaron a un periodista y se armó... tuve que mostrar el arma de juguete.
66 ¿Y armas de verdad? ¿Cuándo fue la primera vez? Uff… Aquí en Colombia, armas de verdad tiene todo el mundo. Desde chiquito, todos mis amigos siempre andaban armados. Acá cualquiera que tenga mil dólares en el bolsillo, va, compra un arma y le dan un permiso y chau. Todos tienen su pistola en la cintura.
67 ¿Cada día que pasa lo que hiciste se agranda un poco más? Estoy contento con lo que hice y siempre me gustó ganar. Peleé títulos. Hasta en Inglaterra, peleamos mano a mano con el Manchester United. Con el Parma tan pequeño les peleábamos a todos. No sé si se agranda, pero no se olvida.
68 ¿Al Nacional lo bancaba el Cartel de Medellín, con Pablo Escobar como mecenas? El club no tenía nada que ver con él. Y nosotros lo vimos una vez que ganamos un título. Es Pablo Escobar, te llama y te dice “Tenés que venir acá”. ¿Qué hacés? ¿No vas? Tenías que ir, era imposible. Pero no es que Escobar nos hiciera los contratos o nos pagara él, eh.
69 ¿Te tocó jugar esos partidos en medio de la selva en alguna finca de los narcos? No, por suerte nunca. Con el Cúcuta jugué seis meses. Con Atlético Nacional, un año. Y después en el 92 ya estaba en Italia. Los que se quedaron aquí, no la tuvieron tan fácil. Porque el fútbol les gusta a todos: a los curas, a las mujeres, a los mafiosos, a los políticos. Y no hay mayor orgullo para un mafioso que decir: “Ah, el Tino vino a jugar a la finca mía”. Son cosas que pasaron y van a pasar siempre en Colombia.
70 ¿Te faltó más profesionalismo? No, siempre lo tuve: eso es no faltar a los entrenamientos, comer bien, descansar. Pero hay jugadores que no se pueden regalar. Lorenzo Minotti, el capitán del Parma, necesitaba entrenarse al 110 por ciento para jugar al 90. Yo me entrenaba al 50 y los partidos andaba a 110. Zola era un crack, y también casi un cura. Y otros, como Romario, que quizás hacía bicicleta y entrenaba jugando tenis, después metía cuatro goles.
71 ¿Es cierto que ibas a cantar de madrugada a varios pubs italianos? Muchas veces lo hice. El martes había una discoteca de colombianos donde ponían salsa y al final terminaba agarrando el micrófono y cantando.
72 Sabrías bailar pero no pescar, según denuncia Zola. Uy, es que nos invitó a pescar al yate de él, pero a mí me dieron una caña que se usa con el bote en movimiento. Y nosotros estábamos parados. Lógico, cuando saqué se armó una enredada mortal... Estuve desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde tratando de sacar los nudos de la caña de Zola. Pobre. 
73 Pero cuántos tiros libres le generabas... Ahí no se podía quejar. ¡Y si era el mejor pateador que vi en mi vida! Tenía un guante. Faltaban 10 minutos, no encontrábamos la vuelta y yo empezaba a dar vueltas cerca del área, la paraba, la pisaba, buscaba la patada. Hasta que llegaba el foul. Ahí le decía: “Gianfranco, este partido ya no lo podemos ganar”. Y él la clavaba. Los arqueros ya ni se tiraban.
74 ¿Qué recuerdo te queda de Alan Shearer? Nunca en mi vida tuve un compañero que hiciera tantos goles como él o que le pegara tan duro. Una vez perdíamos 3-1 en casa, y empezamos a jugar. 3-2. 3-3. Falta. Le dio al palo del arquero tan duro, pero tan duro, que te juro que le sacó las manos.
75 ¿Y en las concentraciones Shearer te tenía de hijo? Tenía que poner el armario contra la puerta para que no entrara a tirarme agua de noche. Si te levantabas de la mesa te ponían sal en la comida. Un día abrí la puerta y me rociaron con un matafuegos en la cara. ¡Eran unos muchachos muy cargosos!
76 ¿Tu pasión secreta? Toda la vida me gustó el cine. Sobre todo cuando vivía afuera, iba mucho, hasta cuatro por semana.
77 ¿Por qué Colombia ahora sólo tiene defensores en Europa? Son generaciones. Ahora nacieron todos los mejores defensores y los delanteros que tenemos no tienen la capacidad de salir para ir a triunfar de verdad, no para ir a ganarse unos pesos y volver a vivir a Colombia. A estos les da igual si juegan o no. Si nosotros desde el 90 hubiéramos estos defensores, como Iván Ramiro Córdoba, Yepes, Perea, Mosquera... era otra cosa. Y si esta generación hubiera tenido a Valderrama, al Tren, a Valenciano, a Aristizábal o a mí, lo mismo.
78 ¿Cuál es el colombiano que más prometía y nunca llegó? Creo que Elkin Murillo. Es el jugador que más se parecía a mí, por el físico, por cómo le pegaba a la pelota. Y no.
79 ¿Hubo algún gol que te faltó hacer? De chilena. Mi sueño era hacer uno bajándola de pecho y dándole de chilena, como los hacía Roberto Cabañas. Y nunca pude.
80 ¿Estuviste cerca? Sí, contra la Sampdoria, iba a ser un golazo. Me la sacó Pagliuca.

 


81 ¿Eras un jugador que rompía tácticas o que jugaba para la táctica? Hay algunos que son muy buenos dentro de una táctica y otros que son muy buenos rompiendo tácticas. Los que gambetean rompen tácticas. Yo era así.
82 ¿Los que rompen tácticas suelen tener problemas con los DT. ¿A vos cómo te fue? Casi siempre bien. Pero no era vago, eh. Esa es una suerte: estando parado me daba rabia. Corría, corría, corría. Nunca tuve problemas tácticos, pero en Brasil aprendí muchísimo. Scolari para mí es el mejor técnico que tuve. Si hubiera ido a Brasil antes de jugar en Europa, era bárbaro, porque jugás mano a mano, aprendés.
83 ¿Qué etapa querrías borrar de tu carrera? La del Atlante de México. De ese técnico que tuve ahí sí que no aprendí ni mierda. Este chileno... Reinoso. La peor persona que conocí en el fútbol, me arrepiento tanto. Estaba loco. En el último partido, creo que en Monterrey, estábamos perdiendo 2-0 y si nos metían 4 quedábamos eliminados. Empezó a gritarnos que nos hiciéramos expulsar, porque con 6 no nos podían eliminar. Hay cada una...
84 Entonces debés tener otra. Largá. Una vez estábamos ganando 2-1 un partido jodidísimo. Faltaban 5 minutos y el tipo se va. ¡Desaparece del banco! Nunca se enteró de que nos empataron. Después nos vio y dice: “Bárbaro, gran triunfo”. “Eh, cómo triunfo, si nos empataron”. “¿¡Cómo que nos empataron!?” ¡El tipo se había ido porque tenía una cita no sé dónde!
85 ¿Alguna vez te escapaste de una concentración? No, sin avisar, nunca.
86 ¿Avisabas? Je, ésta fue increíble: estábamos concentrados con la selección en Medellín. Y yo estaba empezando a salir con una chica, que justo estaba visitando a su madre allí. Entonces le dije a Hernán Darío Gómez que quería ir a verla. Y me dio dos horas, pero no sólo eso: fue él quien me llevó hasta la casa de su madre, a las ocho y me pasó a buscar a las 10.
87 ¿Fue puntual? Muy puntual.
88 Inglaterra era tu paraíso: de local no concentrabas. Era mucho peor. Me cansaba mucho más, subía, bajaba, abría la heladera, cerraba, subía, bajaba... Me comía la ansiedad.
89 Entrar a un bar y anunciar: “Muchachos, pidan lo que quieran, hoy invito yo”. ¿Alguna vez lo hiciste? ¡Ja! ¿Alguna vez? ¡Lo hago siempre! Es el sueño de muchos, pero muchas veces me lo cumplieron a mí también, eh.
90 “A las drogas siempre las odié”, dijiste una vez. ¿Perdiste amigos por eso? Muchísimos, en Tuluá, chicos que crecieron conmigo. Por eso, drogas jamás. Recién de grande empecé un poquito con el trago. Con mi trago estoy bien: me tomo mi whisky, o mi vino, nada más.
91 ¿No quedaste mal con los compañeros tras irte de la concentración del Mundial 98? No, con ninguno. Siempre fuimos un grupo muy unido, y me sigo hablando con todos. Y con el técnico tampoco: mi carrera se la debo muchísimo a Bolillo, así que fui el primero en perdonarlo. 92 La anécdota más graciosa que te haya pasado en el fútbol. Con el Parma una noche estábamos en Suecia. Hacía un frío bárbaro. Lo convencí a Luigi Apolloni de subirse a una canoa y empecé a remar hasta que llegué al medio del lago que tenía el hotel. Al bajar, la canoa se fue para atrás y caí, con el agua hasta el cuello, totalmente congelada. Salí corriendo para la habitación, me agarraron unos periodistas. Paré un momentico, di una entrevista y dejé un charco de agua impresionante. Encima era mi única sudadera. ¡Lo que se reían los jugadores! Scala siguió el rastro y se dio cuenta... Me multó.
93 ¿Y cómo salió el partido? Ganamos 2 a 1 y yo metí los dos goles.
94 El mito decía que si hacías un gol en general metías otro. ¿Era verdad? Dependía mucho de los partidos, pero también depende de la constancia del jugador, si te tranquilizás con uno o no. Pero al que le gusta hacer goles, no se conforma nunca. Como Crespo.
95 ¿Seguís teniendo a El Elegido, tu caballo preferido? Sí, negro como el dueño. Me encantan los caballos, pero no vivo de eso.
96 ¿Lograste adaptarte a Colombia por fin? Ahora que ya dejé el fútbol me dejan más tranquilo, es más fácil. Pero antes había una persecución conmigo, impresionante. Donde iba me buscaban problemas, me jodían la vida.
97 Si te cruzaras hoy con Chilavert, ¿lo saludás o terminás la pelea que empezaron hace 10 años? Ya me crucé con él en la despedida de Valderrama. No tengo problemas. El día que los tuve, los resolví ahí mismo, en Barranquilla. Se la puse en el ángulo. Con la boca era muy bueno. Con las manos, no tanto.
98 ¿Nunca pensaste en hacer un partido despedida? Ni me hables. Son tantos países en los que jugué, que la lista de nombres cada vez se hace más grande y creo que me lo voy a terminar perdiendo. Tendría que hacer un campeonato de despedida más que un partido.
99 ¿El técnico de ese partido sería Reinoso? ¡Justo! Lo que me hizo sufrir ese hombre...
100 Si pudieras volver en el tiempo y darle un consejo al Asprilla que comenzaba en Cúcuta, ¿qué le dirías? Que si llega a Italia se crea más que puede ser uno de los mejores del mundo. Yo me creía muy buen jugador de fútbol, pero nunca me creí que podía ser el mejor.