Las Entrevistas de El Gráfico

Mohamed: "En Boca nunca nos pidieron para la barra"

De ascendencia árabe, ligó el apodo en Soldati, su barrio. Su relación con la barra en Boca y en Independiente. Quemero de alma.

Por Diego Borinsky ·

27 de junio de 2007
Reportaje publicado en El Gráfico, edición julio de 2005 

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1 ¿Cómo se pronuncia tu apellido? Acá es “Moamed”, en México me dicen “Mojamed” y en el mundo árabe sería algo como “Mo’amma”. Pero eso último mejor no decirlo cuando entrás en Estados Unidos. Ya bastantes problemas tengo cuando voy, je. Me revisan hasta las uñas de los pies, me abren el libro, todo.

2 ¿Por qué sos el Turco y no el Arabe Mohamed? Y… del barrio, viste. En realidad a mi viejo le decían Turco y a mí me quedó Turquito. Pero sí, el apellido es árabe, de origen musulmán. Soy primo de Ben Laden, ja.

3 ¿Eras quilombero en el colegio? Bastante. Siempre con problemas de conducta. En la secundaria llamábamos y decíamos que había una bomba en la escuela. O poníamos monedas en las lamparitas para que se cortara la luz y que nos dejaran ir…

4 ¿Eran jodidos los partidos de barrio en Soldati? Sí, se ponía dura la cosa, especialmente cuando nos tocaba jugar en Lugano, o Flores, y ganábamos. ¡Lo jodido era salir! De ahí del barrio lo conocí a Maxi Estévez, que vivía atrás de casa. El era mucho más chico que nosotros, pero igual lo metíamos. Había que poner a los mejores porque se jugaba por guita.

5 ¿Idolo de aquellos años? Fácil, Maradona. Mi papá me llevaba a ver a Argentinos para poder verlo a él. Yo tenía 12, 13 años.

6 ¿Siempre tuviste el pelo largo? No, si te fijás, cuando debuté en Primera ahí me lo corté muy cortito, casi al ras. Después me empezó a crecer y no me lo corté más. A los tres años tenía una melena bárbara. Y quedó.

7 ¿Qué tan difícil fue cortártelo después del boom de tu look? El técnico (Carlos) Reinoso me rompía las bolas para que me lo cortara. Al final, un día me fastidié y me rapé. Verme en el espejo fue terrible, tenía la cabeza toda pelada y blanca. Tenía que entrenar con bronceador… Después, me empezó a crecer y me veía muy normal, y me lo empecé a pintar, a lo Rodman.

8 A nivel look, ¿quién sería el Mohamed de hoy? Y, está difícil, porque hay tanta televisión, tantas modas… ahora todos los chicos tienen el pelo pintado, parado, cortes raros… En su momento, fue Palermo. Hoy quizá sería Beckham, que se cambia los peinados cada tres días y factura como un animal. La diferencia es que Beckham aparte es lindo, je.

9 ¿Cómo surgieron las calzas rosas? Fue una de las tantas que me regalaron. Tenía de todos los colores. Para mí, eran re cómodas. Después se hizo como una moda.

10 ¿Te sentías identificado con la publicidad de “no me pidan que cabecee”? Sí, no sólo que me sentía, sino que encima me cargaban todos, si encima yo no cabeceaba una.

11 ¿Cuánto tardabas en prepararte antes de un partido? Por el look, muy poco. Me miraba al espejo, me tiraba el pelo para atrás, me ponía un poco de gel y me lo ataba. Listo.

12 ¿El verdulero de tu barrio una vez te dijo que eras un rarito? Sí, fue así. Y yo le contesté un poco agresivo, le dije que una familiar suya no pensaba lo mismo, ja.

13 11 de junio del 88. ¿Te suena? (Piensa) Debuté, ¿no? Fue un partido con Douglas Haig, estaba un poquito asustado, con los nervios lógicos de una primera vez. Era un partido jodido, de octogonal. Cuando entrás te olvidás de todo.

14 ¿Siempre, siempre, siempre de Huracán?  Toda la vida. No hay otro equipo que exista para mí. Iba a todos lados. Con mi viejo venía acá a Parque Patricios, y a partir de los 13 o 14, con mis amigos ya íbamos a todos lados.
15 ¿Llegaste a estar metido en un quilombo grosso como hincha? El que me acuerdo fue un partido a la noche contra Newell’s, en el 86. Bajamos al alambrado y la policía soltó a los perros. Quedamos seis en un rincón, con los perros que se nos venían encima, abrían la boca con toda esa baba… Por suerte, vino un grupo de la hinchada, la policía se dio vuelta y logramos rajar. Esa vez la vi fea, me vi entre rejas.

16 ¿El gol más importante de tu carrera fue aquél del ascenso de Huracán? Creo que sí, porque con el correr de los años dejó una huella en el club que yo más quiero. Recién con el tiempo lo empezás a ver. Fue raro en todo sentido, por empezar porque fue de cabeza, uno de los pocos que hice. Teníamos un equipazo.

17 ¿No te daban risa las bicicletas que metía Saturno? Más nos hacía reír cuando se enojaba, porque con Delgadito jugábamos más por la izquierda, y él se quedaba en la derecha. Y cuando no se la dábamos, se volvía loco. Empezaba a putearnos en el almuerzo antes del partido. Venía y nos decía: “Pendejos, hoy pásenmela porque si no los voy a cagar a trompadas”. Encima, Delgado amagaba dársela y después metía un enganche bárbaro y lo dejaba pagando. Satur picaba al pedo y se lo quería comer.

18 ¿Veías en Cúper el técnico en que terminó convirtiéndose? Siempre tuvo conceptos defensivos y cosas de un tipo que veía el fútbol de una forma distinta. Es alguien que siempre está muy convencido de lo que quiere. Conmigo renegaba mucho, me cagaba a pedos por mi manera de jugar. Pero tenía razón.

19 ¿Qué cosas Mohamed DT no toleraría de Mohamed jugador? Cuando corría poco en el partido. Habría partidos que quizás lo toleraría porque por ahí le salen las jugadas decisivas. Pero había veces que hasta yo mismo me quería matar, mi viejo mismo me lo decía. Te digo más, en el Zacatepec llegué a ser técnico-jugador. Mis auxiliares me decían que me pusiera, pero yo me sacaba…

20 Cuando asumiste en Huracán, dijiste que lo encontraste hecho mierda. ¿Quién fue el culpable? Los dirigentes. Lo arruinaron totalmente, se hizo tierra de nadie. No puede ser que haya vendido por cerca de 20 palos y hoy deba cuatro o cinco, que no haya para pagar lo mínimo, sueldos, concentraciones, nada.

21 ¿Por qué aceptaste dirigirlo así? Porque es una pasión. Y porque hubo sucesos que se encadenaron que lo posibilitaron. El 2 de abril renuncio al Chiapas. El 3 de abril hablo con mi cuñado, con mi viejo, porque me dicen que me quería Huracán. Yo en ese momento todavía no la veía... Al otro día, se murió mi viejo. Tuve que venir de golpe y entonces aceleré la decisión de quedarme. Aparte, si no, quebraba.

22 ¿Viniste con gerenciadora propia, como se dijo? No, eso es todo mentira. Con unos amigos se juntó algo de dinero para los jugadores, para que se pudiera hacer doble turno, concentrar, lo básico. La gerenciadora se llama “mis amigos”.

23 ¿Te gusta ser DT o es lo que hay? Me encanta, siempre soñé con serlo y me encanta hacer que el equipo juegue como yo quiero. Estoy muy contento como técnico.

24 Arrancaste con un 0-4. ¿No pensaste “acá no duro ni un mes”? No, al contrario, le di más para adelante. Sé que los directivos y mucha gente me miraban de reojo, pero yo siempre dije que las cuentas se hacen al final. Y las cuentas las haremos en un par de semanas. Ahí les daré las gracias a todos, dejaré a Huracán en Primera y me iré para mi casa contento.

25 ¿Quién tiene más paladar negro, Independiente o Huracán? Los dos, los dos. Pasa que los dos se tienen que acostumbrar a que la época buena ya les pasó. Yo quiero que Huracán juegue como lo marca su historia, pero el hincha también debe comprender que no siempre están los elementos como para respetarla.

26 Hace poco, mientras tus jugadores festejaban un gol, vos estabas enloquecido dándole indicaciones a uno. ¿La histeria te devoró al personaje? Resulta que nosotros habíamos jugado con Racing de Córdoba, hicimos un gol y se quedaron todos festejando en un costado. Los otros sacaron del medio y la jugada terminó en penal en contra a los 30 segundos. Entonces, contra Unión, en lugar de festejar le fui a decir a uno de los jugadores que se pararan bien en el medio, para que no nos pasara lo mismo. Pero no es que no festejo los goles, eh.

27 ¿Estás computadorizado? Sí, tengo un sistema que hizo un chico mexicano que trabaja conmigo y con eso evalúo todo. Minutos jugados, pases errados, dónde perdemos la pelota, dónde la recuperamos, los recorridos del equipo, la forma como nos paramos, cómo nos replegamos. La charla técnica también la tenemos toda por computadora, con imágenes.

28 Lírico tipo “nosotros pensamos sólo en nosotros”, entonces, no sos. Es que sí, Huracán depende de Huracán. Nosotros tenemos que hacer la nuestra, pero laburando. Algunos laburarán para salir con pelotazos, y yo laburo pero para salir jugando. Pero tenés que trabajar cómo y explicar por qué, que son dos preguntas que los futbolistas nunca hacen.

29 ¿Cuál es tu sistema ideal? 3-5-2, ése es el mejor de todos, con sus variantes. Me da la ventaja de tener la cancha siempre abierta y dos tipos siempre arriba. Con dos abiertos y dos nueves, el rival siempre tiene que preocuparse de marcarnos a nosotros.

30 ¿Cuáles son tus espejos como DT? Hablo mucho de táctica con Rubén Romano y Ricardo La Volpe. Mis espejos son ellos, aunque la manera de conducir un grupo y respetar al futbolista la traigo desde que escuché a Menotti. Mis diálogos con Menotti casi siempre fueron sobre jugadores, no de táctica.

 

31 ¿Marchetta fue el peor técnico que tuviste? Marchetta… muy mentiroso. A mí me mentía, venía y me decía: “Sos el mejor, vas a jugar de titular” y después no jugaba. Y aparte hablaba mal de los rivales. Fue una mala experiencia, no me dejó nada positivo.

 

32 ¿Qué recordás de los entrenamientos del Rojo en la coqueta cancha de Victoriano Arenas? ¡Uf! Se iba la pelota al Riachuelo y a buscarla no iba nadie, porque te comían las ratas. Ibamos en un micro escolar, ¡mamita!

33 De 1 a 10, ¿cuánto te jodió no retirarte en Huracán como siempre habías dicho? Diez. En la parte anímica, todo. Me dolió mucho.

34 ¿En Boca fuiste halcón o fuiste paloma? ¿Yo? No era halcón ni paloma, estaba en el medio, me llevaba bien con todos. Con el Beto Márcico, con el Mono, con Marchesini, con Giunta… Cuando estaba yo la cosa recién empezaba, después dicen que se puso más pesada.

35 El famoso Boca-Huracán, donde te comiste un gol hecho, ¿fue a propósito? Dicen que fue a propósito, yo no me acuerdo, te juro…

36 A ver, recordá la jugada. Yo entro en posición de 8, pelota cruzada de Walter Pico me parece, la paro con el pecho, me queda picando adentro del área y no pateé, toqué para atrás. Creo que entraba Diego Latorre.

37 Te acordás demasiado como para no saber si fue a propósito o no, ¿no te parece? Si te digo que no lo quise hacer, por ahí te digo la verdad. Si te digo que no sé qué me pasó, también te digo la verdad. No es que no quise meterlo, porque si no no habría jugado. No sé qué me pasó, como cuando no querés pegarle a tu hijo, pero por ahí se te va la mano, le pegás, después te arrepentís. Fue raro. Me acuerdo de que salí del túnel y lo primero que hice fue mirar cuánta gente había llevado Huracán. Me traicionó un poco el hincha.

38 ¿A partir de esa jugada se terminó la relación con la gente de Boca? Sí, me crucificaron. Y mirá que yo había empezado bien, haciendo goles, me querían. Después volví a jugar al final, faltando algunas fechas, porque el Beto Márcico ayudó mucho. El mejor recuerdo que me queda de Boca es haber jugado con el Beto y Cabañas adelante y Giunta atrás. Te sentías protegido, te agigantabas. Una lástima que me haya llegado siendo tan joven e inmaduro.

39 ¿Llegaste a jugar en la Fiorentina algún partido? No. Ellos me querían prestar a España, pero yo preferí Boca, era más importante. La Liga española no era lo que es hoy.

40 Siempre le echabas la culpa a la pubialgia. ¿Eso era verdad o una excusa? No, cero excusa, lo que pasa es que la lesión ésta recién aparecía en ese momento, no era tan conocida, y me inyectaban por todos lados, pero no me podían descubrir lo que era. Y yo tenía un dolor impresionante en el pubis, me mataba.

41 ¿El peor compañero que hayas tenido cuál fue? No, vigilante no soy.

42 ¿Latorre era un buen compañero? Era un buen jugador.

43 ¿Conociste al Abuelo? No, nunca. En Boca nunca nos pidieron para la barra. En Independiente, sí. Es más, la dirigencia te descontaba de los premios para darle a la hinchada. Me parece que era plata de los premios, pero quizás era del sueldo, no te quiero mentir.

44 ¡¿Eh?! Sí, sí, te juro. La primera vez que me viene la guita, faltaba un porcentaje. Yo pregunté qué había pasado y ahí me dijeron cómo venía la mano. Estaba pactado así y no había nada para decir, más siendo pibe.

45 “El arco rival es una cajita de fósforos y el arquero, un dinosaurio”. ¿Te suena? Lo dije sobre la Bombonera, ¿no? Lo que pasa es que cuando te salen mal las cosas en Boca es terrible, viste. Te agarraba ese murmullo y te tiraba abajo. Y más a mí, después de lo de Huracán. Me puteaban todos. Y que te putee toda la cancha de Boca es complicado.

46 ¿Qué recuerdos tenés de la selección juvenil del 89? Fue una de las etapas más lindas de mi vida. Entrenábamos contra la mayor, Bilardo nos ponía al tucumano Solbes y a mí de sparrings hasta la noche, porque éramos rapiditos. Nos agarraban Fabbri, Bauza, Lorenzo… ¡Monzón! Monzón te mataba, te agarraba contra el alambrado y seguía…

47 ¿Cómo fue conocer a Maradona? Impresionante. Fue en el 90 o 91. Hoy soy amigo, es una de las personas más lindas que conocí en mi vida. Estando bien, como ahora, es un libro abierto. Y estando mal, se acuerda de todo igual. Un día estábamos en México, llega él y me dice: “Hace tres partidos, erraste un gol que no se puede creer”. ¡El estaba en Cuba y había visto un partido del que no se acordaba nadie! Te deja asombrado, te pone la piel de gallina.

48 ¿El Sub-23 de Paraguay fue una generación maldita? Es una continuación de aquel equipo del 89. Varios ya estábamos en la mayor que venía de la Copa América. Astrada, Gamboa, Latorre, el Cholo, yo… más Berizzo, Roa, Pochettino, Turu Flores. ¿Buena banda, no? Pero perdimos. Se hablaron muchas boludeces, pero no hubo desbande ni nada. Quizás el error fue que nos creíamos más de lo que éramos.

49 ¿Por qué jugaste tan poco en la Selección de Basile? Arranqué el primer partido de titular, metí un gol, a la semana me desgarré y me costó curarme. Después fuimos a la Copa América, y apareció Batistuta. Más Caniggia, más Leo Rodríguez, que estaba bárbaro. ¿Qué podía hacer? Además, me costó recuperar el nivel.

50 ¿Settimio Aloisio fue un buen representante? No, para mí no. Tuvimos algunas diferencias económicas, corté relación con él cuando me vendieron a México.

51 ¿Te prohibía el dulce de leche? Me decía que me cuidara, que comiera menos, que si no a Italia no iba a poder ir… 

52 ¿Cobraste los quince por ciento de tus transferencias? No. En México cobré una compensación, pero en la Argentina, nunca, de ahí venía el problema con Aloisio.

53 Cuando te ofrecieron ir a México, ¿en cuánto pensaste que te volvías? Al año, como cualquiera. Vino una persona y me dijo: “¿Querés ir a México? ¿Cuánto querés ganar?”. “Y, dos pesos”, contesté. Me dieron los dos pesos, arreglé las diferencias con Aloisio y me fui con un contrato de un año.

54 ¿Cómo es que te quedaste tanto allá? Era 1994. Yo ya pensaba en la vuelta y me entero de que el presidente me había comprado a la Fiorentina. Fui a verlo. “¿Cuánto querés ganar?”, preguntó. Yo cobraba dos, entonces le dije cinco. “Cinco es mucho por un año solo, te doy diez por dos años”. Firmé. En México me eligieron Mejor extranjero cuatro temporadas consecutivas, fueron años maravillosos.

55 Ni dudaste en no meterte en la gresca famosa con los jamaiquinos, ¿no? ¡Es que no lo podía creer! Mis compañeros después me cargaban. Y mirá que en ese partido ya había habido cuatro cara a cara, ¡y en los cuatro había estado yo! Pero en ésa no me metí, no sé por qué. Se acabaron las cámaras de televisión y siguió, fueron a buscar palas, piedras… Ni en Soldati pasaba así. Podrían haber matado a uno.

56 ¿Cómo surgió lo de posar con máscaras para la foto del equipo en el Toros Neza? Era la época de Halloween, estábamos de mini pretemporada y teníamos un par de máscaras con las que asustábamos a los jubilados. Nos trepábamos a los árboles con las máscaras y bajábamos de golpe, ja. Y para la Liguilla conseguimos como treinta por las Páginas Amarillas. Fue histórico porque recorrió el mundo.

57 ¿Es cierto que dirigiendo al Zacatepec viviste un incidente contra tipos armados? Sí, sí, pasó. En la cancha había habido situaciones muy dudosas y yo fui a protestar, pero me agarraron dos tipos y me dijeron “cierra la boca, quédate tranquilo”. Ahí nomás me mostraron las armas y yo rajé para el banco. Cada tanto miraba para atrás y los veía mirándome. Faltaban cinco y me fui al vestuario, cagado de verdad.

58 ¿Sos uno de los argentinos más reconocidos en México? Sí, soy mucho más conocido en México que en Argentina. En el aeropuerto, salvo los que son futboleros de la aduana, acá no me conoce nadie. En el avión van 150 personas, 100 argentinos y 50 mexicanos. De los argentinos, con suerte me conocen cuatro, en cambio de los mexicanos, me conocen los 50.

59 ¿Eras el peluquero del Toros Neza? Ahí fue donde empezaron las locuras. Yo estaba rapado y había otros dos o tres igual. Una noche agarramos la máquina y empezamos a sacarle un mechón a cada uno. Era irreversible. Al día siguiente, cuando se vieron, se raparon todos.

60 ¿Por qué a la ciudad de Neza le decían Neza York? Y… te explico, Soldati al lado de Neza es París. Entonces, cuando nos preguntaban dónde jugábamos o dónde vivíamos, decíamos “en Neza York, ¿conocés?”

 

61 Hasta los hinchas se hacían pintar el pelo para estar al tono con ustedes. Es como lo del gol del ascenso de Huracán. En ese momento no te dabas cuenta de lo que estábamos generando. A punto tal de que hoy vas a México y te dicen: “Uy, aquel equipo campeón de Toros, con Mojamed con el pelo pintado y las máscaras”. Y resulta que nosotros no salimos campeones, siempre fuimos cebollitas. Perdimos dos finales y llegamos a cuatro semis, pero todo el mundo se acuerda como si hubiéramos ganado. Aquel Toros Neza es como Holanda del 74.

 

62 ¿Jugar en México te permitió dejarte estar en lo físico porque igual te sobraba? No, físicamente estaba bien. Nunca fui flaco, pero demostré siempre que estaba bien. Como acá contra River en la Libertadores. Los comentaristas decían que estaba gordo y no la iba a tocar. Terminaron pidiendo disculpas.

63 ¿Existió o fue un mito la cláusula de 80 kilos que tenías en México? Ja, existió, existió, pero eran 83. Con 80 estaba liquidado. Cada gramo para arriba me descontaban 1000 pesos mexicanos, que eran 100 dólares. Pero no me descontaron mucho, porque ganábamos siempre. Aparte, con el doctor teníamos arreglada la balanza. Había pesaje oficial los días de partido, y un día un dirigente apareció con una balanza de él, de las electrónicas. “No, de ninguna manera, yo uso la nuestra”, le decía yo. Teníamos ésas de las pesas, ¿viste? Y la habíamos tocado con un destornillador hasta comerle dos kilitos. “¿No ve? 81,500, qué le vamo’ a hacer”.

64 Elegí una locura que hayas hecho. A ver, cuando vine con el América a jugar contra River, se suspendió el partido porque no llegó el árbitro. Nos íbamos en el micro, lo miro al DT y le digo: “Tenemos que volver acá el martes que viene… ¿para qué carajo me voy a ir a México? Viajando me canso, déjeme acá, saco una habitación de hotel y listo”. Accedió: “Quedate, no me rompás las bolas”. Me bajé en la General Paz, en Liniers, a la 1 de la mañana, no pasaba nadie. Al final conseguí un taxi, llamé a mis amigos y nos fuimos a comer. Fue una semana de lujo.

65 Contame algo de tus escapadas a Las Vegas. Cuando podía me iba y apostaba fuerte. Ruleta y dados, ruleta y dados. Pero ya me retiré, tuve una mala experiencia y dije basta. Como dice la regla, la casa siempre gana. Ojo, la que llevaba era para perder, nunca llegué al límite de pedir prestado o enfermarme.

66 ¿Hay una ola antiargentina en México? Cuando yo llegué, al argentino se lo trataba de agrandado, yo no sé si viene de las camadas anteriores que fueron o qué, pero fijate que en la final del 86, claramente hinchaban por Alemania. Ahora quizás ha cambiado un poco, pero todavía está eso de “¿argentino? Agrandado, cree que se las sabe todas”.

67 Allá hay muchas quejas de que los invaden nuestros técnicos. Quizás hay más problemas con los extranjeros y los nacionalizados por personajes que están dentro del fútbol, que por la prensa o la gente en general. Pero técnicos ahora no hay tantos, llegó Gallego nomás, y además a La Volpe y a Romano yo los veo casi mexicanos. Lo mismo que mi caso: como técnico, me considero más mexicano que argentino.

68 ¿Qué sentiste cuando el español Benito Floro dijo que vos eras un jugador de 30 minutos? Nada, si tuvimos discusiones desde el primer día. Llegó y dijo que había que mirar “sólo balón”. Encima, dirigía el entrenamiento con un megáfono desde la tribuna. No era serio…

69 Sos uno de los pocos que pueden decir que jugaron al fútbol hasta en Marte. Sí, Marte es la filial del Atlante, en la B. Yo me había ido del Monterrey por los problemas con Floro y me compró el León. Fue una pasada de factura por esa pelea, porque ahí no me dejaron jugar ni me quisieron vender y caí en el draft. Ahí quise venir a jugar a Huracán gratis y no me dejaron.

70 ¿El draft es lo peor que le puede pasar a un jugador? Según. Para el que es figura, es lo mejor. Pero el que no, perdió, tiene que ir adonde le digan. Es muy raro porque se juntan en un hotel de Acapulco y en realidad ya tienen todo arreglado de antes. Además, es denigrante.

71 Contame una experiencia con el chile. No bien llegué, estábamos con Lenguita en el hotel, y bajamos a comer un sánguche. Tarde vimos que tenía pedazos de picante. Terrible. ¡Lo que nos peleamos por ir al baño durante toda la madrugada! Deben haber quedado marcadas las uñas en los azulejos. A partir de ahí, nunca más. En cambio, mis hijos ya están acostumbrados y no pueden comer sin picante.

72 ¿Qué palabras mexicanas se te pegaron, güey? Camión. La otra vez les dije a los chicos del plantel: “Nos vamos a Córdoba en camión”, en vez de micro. Me miraron con los ojos que se les salían. Todavía me cargan…

73 Te digo una ecuación de los años 90.  Amato + Mohamed = joda. ¿Mito o realidad? Era verdad, nos gustaba salir. En la semana salíamos de joda, no me gusta decir mentiras. Pero escaparnos de una concentración, jamás.

74 ¿No te rompe las pelotas tener que ponerte el casete todos los días? Mirá que yo no soy casetero, para nada, pero si viene un tipo y te pregunta qué pensás del partido del fin de semana, vos no podés decirle “les vamos a hacer cuatro”, porque le estarías dando una motivación extra al rival. Entonces, por inercia tenés que decir “partido difícil, rival complicado”. Si dijeras lo otro, allá lo leen y dicen: “Ah, mirá, este hijo de puta piensa eso. Ya va a ver”.

 75 ¿Por qué es tan jodido meter un psicólogo en el vestuario? Y, fácil no es. Yo ahora quise meter a una profesional que está trabajando con las inferiores y no se pudo. Hay un miedo por parte de los jugadores a que se generen chismes y esas cosas… Yo estuve con Mangione en Boca, viste, y después terminó contando todo. La historia viene desde ahí. Igual, yo nunca me solté con él.

 

76 ¿El negocio más loco en el que te hayas metido? En Monterrey tuvimos una disco con mis amigos. Me fue mal, pero lo que dicen es que como no podía salir, porque mi mujer no me dejaba, entonces lo puse para poder decirle: “Tengo que ir a trabajar, me voy al boliche”.

 

77 Viene un jeque, te pone sobre la mesa un toco de plata y te dice: “Te quiero jugando en Qatar en tres meses”. ¿Te ponés las pilas?  Según los compromisos que tuviera encima, me encantaría, cómo no. Un par de veces estuve a punto de volver, pero ya está, tomé la decisión.

78 ¿Nunca te dieron ganas de ir al baño durante un partido? Sí, y no sólo ganas, en México una vez me fui de la cancha. Salí corriendo al vestuario, entré, hice rápido, me limpié como pude y volví corriendo, pero no había terminado bien y después me seguían los dolores. En el entretiempo, el técnico estaba dando la charla y yo estaba en el inodoro. “¡Mire que yo estoy para seguir, eh!”, le gritaba.

79 Armate el equipo ideal con los tipos que hayas jugado. Dale. Goyco; Cúper, Gamboa, Berizzo; Giunta, Redondo, Simeone; Maradona, Márcico; Caniggia y Bati. Con Diego no jugué oficialmente, pero entrené, así que dejámelo poner.

80 ¿Un papelón? Uhhh… una con el Cholo. Nos habían citado para la juvenil, en Ezeiza. Nos encontrábamos en la AFA a la mañana, pero ese día no había nadie. Nos sentamos en el bar, compramos el diario, comimos unas medialunas, esperamos, nada… Al rato el diariero nos dice que se habían ido todos a las 7. Casi nos morimos. Nos tomamos el subte hasta Constitución, de ahí el 46 y de ahí teníamos que tomarnos el 91, pero ya estábamos sin plata. Entonces, el Cholo sube y le dice al chofer: “Mirá bien esta carita, eh, yo voy a ser figura, a jugar en la Selección. Y de éste también, acordate bien el nombre, eh”. Nos bajamos en Ezeiza, corrimos los cinco kilómetros hasta el SEC y llegamos cuando el entrenamiento había terminado. A Bilardo se ve que le gustó el gesto y nos hizo entrenar con la mayor.  

81 Con el Cholo jugabas al baby. El dice que aprendió a cabecear ahí y vos, en cambio, no cabeceabas nunca. ¿Por qué? ¡Es que yo era el que le hacía la cortina! Te explico, en ese equipo también estaba el Tito Pompei. El metía el centro, yo me llevaba a un par por el medio, y el Cholo aparecía por atrás libre y en carrera para meter el cabezazo. Ganábamos todo.

82 ¿La puteada más recordada que te hayan dicho? La que me cantaban los de San Lorenzo, ja. “Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, tiene el culo paspado, ése es el puto de Mohamed”. Muy ingenioso, si te calentás es peor.

83 ¿Irías a comprar al Carrefour del Gasómetro? No, mirá, ese barrio yo no piso… Igual, tenemos que pasar casi todos los días, cuando entrenamos, por el cenicero ése que tienen…

84 ¿Tinelli te quiere llevar a su programa y vos no aceptás? Es que me quiere llevar para mufarme… cuando ascendamos, vamos todos, que no se preocupe.

85 ¿Lo más extravagante que te hayas comprado? Unas botas de cuero en Beverly Hills que tenían las caritas de todos los actores. Buenísimas, pero en México me cargaban todos.

86 ¿Te animás a hacer una promesa por si ascendés? Vamos a dar la vuelta todos con máscaras, ¿qué te parece? Tomá la palabra. Tendría que ver con cuál saldría yo… Si hay una de Tinelli, conseguítela así si asciendo doy la vuelta con la máscara de Tinelli.

87¿Qué cosas pondrías en una caja que defina quien fuiste? Metería una camiseta de Huracán, zapatos de fútbol de colores y una lista de mis amigos. Con eso está bien.

88 ¿Cómo es tener que irte a vivir a la casa de tu cuñada a tu edad? Imaginate, encima con los pibes, en la casa hay seis guachos… No es nada fácil. En dos semanas, veremos qué hago.  De que ascendemos, no tengo dudas. El resto, es incierto. A Huracán lo amo con todo mi corazón, pero no veo mi vida acá en Buenos Aires, es la realidad. Me veo más en México.

89 ¿Qué rival te hizo cagar más de la risa? El Loco Enrique. Me tocaba el culo, me sacaba la colita, me volvía loco, pero yo lo cargaba por cómo hablaba, con la zeta. Después lo tuve de compañero en la Selección.

90 Contate alguna del Loco. Una vez, en un avión de British, nos pusimos a jugar al truco en el piso y aparece él, puteando porque lo habíamos dejado afuera. “Bueno, eztá bien, entonzes me voy a fumar un fazito”, larga. Se encierra en el baño, y a los dos segundos se prende la alarma, aparece una azafata inglesa y se pone a golpear. “No smoking, no smoking”, le gritaba. El abrió la puerta un pedacito, asomó la cara y le dijo: “Zerrá el orto, zerrá el orto”, como si la mina le entendiera. Saltó el Coco Basile con su vozarrón: “Tenías que ser vos, Enrique, pelotudo”. En ese viaje, jugamos con Inglaterra en Wembley. Cuando llegamos a la cancha en micro, los hinchas nos hacían como si fuéramos indios. Enrique abrió la ventanilla. “Zí, zí, zí, zomoz indio’, pero acá en Wimbledon le’ rompemo’ bien el culo”, les grita. “No, Loco, qué Wimbledon, esto es Wembley”. Y él contesta: “Wembley, Wimbledon, lo mizmo, pero el culo hoy ze lo rompemo’ igual”.


91 ¿Codesal se equivocó o nos cagó a propósito? Nos quitó la posibilidad de seguir peleando por una final, está claro. Yo a él lo conozco, hay momentos en que te da pie para pensar con maldad, pero uno no puede hacer una afirmación tan grande.

92 ¿Qué personaje de una película te gustaría ser? El de Volver al Futuro, siempre me gustó. Volver para atrás, ver la infancia de mi viejo, ver cómo va a ser más adelante. Siempre me gustó ésa… Y más ahora que pasó lo de mi viejo.

93 Definime a tu viejo. El más grande. Fui jugador por él, soy gracioso por él, soy alegre por él, soy mentiroso por él, soy un tipo de barrio y querido por mis amigos por él. Qué más te puedo decir.

94 ¿Es más fácil ser DT o padre? Uy, son las dos complicadas, pero a la vez las dos hermosas, formativas. Me parece que ser papá es más difícil. Yo ya tengo cuatro: Mayra (10), Faryd (8), Shayr (5) y Nayib (3).

95 ¿Qué mujer te gustaba cuando eras chico? Adriana Brodsky. ¡A todos nos gustaba! Cuando aparecía el Manosanta… “¿Me trajiste la nena?” Uhhh, explotabaaa.

96 ¿Nunca te dieron ganas de ser actor? No, en México hice muchas de estas publicidades que se suelen ver ahora, pero no me gustó nunca actuar. Lo mío son los chistes.

97 ¿Tenés amigos de San Lorenzo? Hmmm… ya al ser de San Lorenzo no son amigos. Tengo “conocidos”.

98 ¿Son tan distintos San Lorenzo y Huracán? Somos tan distintos como parecidos. Los dos nos extrañamos, los dos necesitamos del otro y los dos nos odiamos. Es lindo que ellos nos carguen y nos tiren bolsas de basura y que nosotros vayamos con salvavidas por miedo a que se hunda su cancha. Si no está esa cargada, se pierde ese folclore que estuvo en la vida de mi viejo, o de mis abuelos, o de los abuelos de ellos. Pero no puede pasar de una puteada, no puede haber muertos por el fútbol.

99 ¿Cómo fue meterle goles al Ciclón? Les hice uno en cancha de Ferro, 2-1, y dos a Ruiz Díaz en cancha de Vélez, siempre amistosos. El festejo fue normal, nada del otro mundo. Hablando de goles, el otro día leí en El Gráfico que este chico Zabaleta dijo que él se dio el lujo de mandar el descenso a Huracán. Ese día Huracán ya estaba descendido. Y me parece que no es ético, porque ese día los chicos que quedaban en el club se presentaron a poner la cara con toda dignidad y perdieron 4-0. Que le tengas bronca, sí, bárbaro, te lo inculcan desde infantiles, pero decir que vos lo mandaste al descenso… Es muy grande eso, la historia entre Huracán y San Lorenzo tiene demasiados años, y él debe haber jugado un partido solo.

100 ¿Van a volver a jugar el clásico la temporada que viene? Sí, ya te dije, volveremos a jugar contra CASLA. Club Atlético Sin Libertadores de América.