¡Habla memoria!

El fútbol español, entre la huelga y un final disparatado

Un nuevo contrato televisivo impulsado por el gobierno nacional dividió las aguas. Millones de euros en juego, estrellas en huelga, LFP vs. RFEF y una disputa que podría afectar el cierre de temporada.

Por Redacción EG ·

08 de mayo de 2015
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“Quedan cinco finales, si Dios quiere serán seis”, dijo Luis Enrique en el día de su cumpleaños 45. La diferencia en la cantidad de partidos se explica según si el Barcelona clasifica a la final de la Champions o es víctima de una remontada épica del Bayern Munich. Sin embargo, la frase del entrenador blaugrana fue titular de los diarios españoles por otro motivo. En medio de la amenaza de huelga de jugadores que podría terminar la liga en la fecha 36, irradió optimismo.

Unas horas antes, algunos de sus dirigidos habían apoyado la medida de fuerza que podría comenzar a regir desde el 16 de mayo. Esta vez, Casillas, Sergio Ramos, Gabi, Juanfran, Iniesta, Xavi, Piqué, Vela, entre otras estrellas, se sentaron para el mismo equipo y defendieron los derechos de su sindicato. Nucleados por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), reclaman un porcentaje en el nuevo contrato televisivo. Al lado de la guerra de siglas, egos, intereses y millones que se desató en España, el fútbol argentino es el Edén.

Imagen "No es una escenificación, no se movilizan para figurar", dijo Luis Rubiales, titular de AFE, en nombre de los jugadores.
"No es una escenificación, no se movilizan para figurar", dijo Luis Rubiales, titular de AFE, en nombre de los jugadores.
El 30 de abril, el Consejo de Ministros del Partido Popular aprobó un Real Decreto sobre la comercialización de los derechos de contenidos audiovisuales en las competiciones del fútbol profesional. El argumento principal era modificar el sistema de distribución que en los últimos años otorgó el 33% del presupuesto al Barcelona y al Real Madrid, mientras que el restante 66% se dividía entre 18. Cada club negociaba los derechos individualmente, tal como dejará de suceder con el Real Decreto que propone una centralización.

Blaugranas y merengues justificaban la diferencia en los ingresos con su popularidad, pero al mismo tiempo, la brecha se ampliaba cada vez más que era imposible que en algún momento perdieran su lugar de privilegio. Como el huevo o la gallina, en algún momento debieron terminarlo. El Ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, explicó: “La mitad de los ingresos se distribuirá entre todos los clubes de cada categoría a partes iguales y el resto, 50% en Primera y 30% en Segunda, en función de los resultados deportivos –las últimas cinco temporadas en Primera- y la implantación social”. Es decir, el Barcelona y el Real Madrid continuarían siendo los más beneficiados, aunque ya no tan desproporcionadamente.

Imagen Javier Tebas denunció al Asociación de Futbolistas Españoles por la amenaza de huelga desde el 16 de mayo.
Javier Tebas denunció al Asociación de Futbolistas Españoles por la amenaza de huelga desde el 16 de mayo.
No hubo principales objeciones por los dos máximos equipos, sino que el Decreto aprobado por el gobierno nacional e impulsado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) fue rechazado por la Real Federación de Fútbol Española y el mencionado sindicato de jugadores (AFE). Una pequeña digresión para comprender: la liga es organizada por un organismo privado (LFP), mientras que la federación de fútbol es otra entidad, como si hubiera una AFA desdoblada. La RFEF rechazó el decreto por disconformidad en el reparto del 4,55% procedente de las quinielas y por haber quedado al margen del nuevo sistema distributivo.

El titular de la federación, Ángel María Villar, contraatacó al gobierno de Rajoy y al nuevo sistema centralizado. Hombre de confianza de Blatter, propició una advertencia de la FIFA sobre la intervención estatal y la consecuente amenaza de excluir a los clubes o a la selección de competiciones internacionales. Sorprende la rigurosidad de la federación madre cuando el dinero ni siquiera tiene origen estatal. Cualquier diferencia con la realidad argentina es mera coincidencia.

Así como Villar se queja por las quinielas, los jugadores exigen un 1,5% del nuevo contrato. “En la reunión de capitanes que mantuvimos el otro día se acordó que ese dinero que reclamamos es para planes de pensiones de los jugadores más modestos”, dijo Luis Rubiales, representante de las estrellas. Él también fue jugador, aunque tuvo poco éxito y encontró su nicho como abogado. Ambas partes unidas le dieron quince días a la LFP y al CSD (Consejo Superior de Deportes) para revisar el Real Decreto. Se revelaron los leones del circo y si no hay acuerdo, desde el 16 de mayo pararán indefinidamente las actividades. El problema no es que se postergue el final, sino que un artículo de la ley española expresa que los días de huelga no se recuperan.

Imagen Ángel María Villar, cercano a Blatter, se opuso al Real Decreto.
Ángel María Villar, cercano a Blatter, se opuso al Real Decreto.
Por lo tanto, la temporada 2014/15 podría finalizar en la fecha 36 mientras que la Copa del Rey, quedar vacante. Javier Tebas, presidente de la LFP, mostró su indignación: “Una locura, una osadía y una irresponsabilidad de una institución y de Villar, que no sabe el rumbo que debe tomar el fútbol profesional ni el aficionado”. Además, se mostró dispuesto a que las fechas se posterguen para junio, a pesar de que no estén los jugadores que participen de la Copa América. El remedio es tan disparatado como la enfermedad. La diferencia entre que el Barcelona busque el título sin Messi, Suárez ni Neymar en las últimas dos fechas por cuestiones burocráticas, a que haya un torneo de 36 fechas se explica económicamente. Cada jornada que no se juegue, equivaldrá a la pérdida de 50 millones de euros. Desde China, preocupados por la televisación ya pidieron una rápida resolución del caso.

“Cada cual se ha enrocado en lo suyo y nadie quiere ceder un milímetro de poder, hay que dejar claro quién es el león en esta tribu directiva”, escribió José Sámano en el diario El Pais. El espectáculo deportivo pasó a un segundo plano. Los jugadores se transformaron en activistas y en el momento más trascendental de la temporada, las preocupaciones son ajenas al campo de juego. Tranquilo, de buen humor y al margen de la polémica, Luis Enrique sólo piensa en su equipo, pero la cantidad de finales que le quedan, mal que le pese, no dependen de él ni de lo que hagan sus jugadores adentro de la cancha.     

Por Pedro Molina