¡Habla memoria!

Roberto Matosas, confirmación de calidad: el recuerdo de su debut en River

Tras dejar su huella en Peñarol, el uruguayo desembarcó en el Millonario en 1964 por una cifra récord.

Por Panqui Molina ·

15 de marzo de 2023

LOS AÑOS 60 FUERON UNA TORTURA PARA RIVER. Acostumbrado a salir campeón en las décadas anteriores, el club debió soportar la racha más negra en su historia sin dar una vuelta olímpica. Fueron 18 largos años, desde 1957 a 1975, una época de vacas flacas, en donde atravesó una severa crisis futbolística.

En ese contexto, en 1964 River decidió apostar fuerte por Roberto Matosas, un refuerzo estelar que llegaba del otro lado del Río de la Plata. El Millonario hizo gala de su apodo y compró al uruguayo por la suma de 33 millones de pesos, en una cifra récord para la época. El pase casi se complica por un problema en la revisión médica.  

Matosas era el jugador sensación de un Peñarol dueño del continente luego de ganar dos Copa Libertadores en fila (1960 y 1961). Su llegada fue anunciada con bombos y platillos al punto de el 15 de marzo de 1964, un día como hoy hace 59 años, se organizó un partido contra su ex club para que hiciera su estreno.

 

Imagen El debut de Matosas en River fue con un empate 1-1 ante Peñarol su ex equipo: así lo reflejó la edición de El Gráfico
El debut de Matosas en River fue con un empate 1-1 ante Peñarol su ex equipo: así lo reflejó la edición de El Gráfico
 

El duelo amistoso disputado en cancha de River terminó en empate 1-1. El propio Roberto Matosas abrió la cuenta, mientras que Vladislao Cap, en contra de sus propia valla, estableció la igualdad final. 

La edición de El Gráfico no escatimó en elogios para el entonces flamante refuerzo: "Demostró durante 45 minutos que es el hombre esperado para resolver algunos problemas urgentes", consignó en primera instancia. "Mientras Matosas funcionó como pieza vital, River pareció un equipo dotado de cierta capacidad futbolística", profundizó luego..

Fue también el debut de Hugo Gatti bajo los tres palos. Según el apartado en la crónica de la época, el arquero tuvo "10 puntos en anticipación y entregas sobre la misma jugada. 0 por lo mal que defendió tres pelotas de alto (una de ellas el gol) que debían ser necesariamente suyas". 

Pese al nivel de expectativas, el paso de Matosas no permitió cortar la malaria. Supo ser un "jugador total", con desempeño como marcador de punta en los dos costados, marcador central, volante de marca y también generador de juego. Permaneció en River hasta 1968 y no pudo consagrarse campeón. Integró el equipo que fue subcampeón de la Copa Libertadores en 1966, ante Peñarol, su ex equipo. 

Su legado fue el regalo de su camiseta número 6 a Haydee, una fanática de River, que decidió usarla de manera religiosa durante las siguientes tres décadas. El hecho le valió a la reconocida hincha, líder de la tribuna, el apodo de Gorda Matosas, en tiempos en los que los barrasbravas todavía no se habían apoderado de las canchas. 

 

ARCHIVO: JULIÁN MARCEL