¡Habla memoria!

Cuentos del Aro IV

Nuevo compendio para ahondar en hechos y personajes. ¿Por qué fue un enorme jugador el bahiense Beto Cabrera? Intimidades de nuestra Generación Dorada. El dramático accidente de San Martín de Marcos Juárez en la Liga Nacional.

Por Redacción EG ·

20 de agosto de 2019

El Campeonato Argentino de Básquetbol, iniciado en 1928, es una leyenda de nuestro deporte. El ciclo más exitoso en la competencia lo concretó Provincia de Buenos Aires entre 1966 y 1978, con 10 títulos conquistados sobre 13 ediciones, siendo 6 consecutivos. Cuando se realizó en Córdoba y San Francisco su 44o versión, en 1977, fue una de las veces que no pudo ser campeón. El sábado 9 de abril, en la cancha abierta de General Paz Juniors de la capital cordobesa, perdió 62-56 la final con Santa Fe, que lograba el lauro después de 17 años con destacada actuación de Carlucho Verga (18 tantos) y el Cholo Mendoza (15).

“Cuando terminó la final, Alberto Pedro Cabrera me pidió que lo llevara en auto a Bahía Blanca. Me dijo que tenía algo que hacer, pero no me dijo qué…”, recordó Juan Enrique Grofsmacht, un seguidor aficionado bahiense con niñez en Ingeniero White y radicación posterior en Buenos Aires. También aclaró: “Manejé toda la noche, mientras Beto dormía, y llegamos temprano. Poco antes, cuando se despertó, charlamos unos minutos sobre el torneo: me contó que se sentía mal porque había errado algunos tiros importantes, algo que debía corregir”. Cabrera había sido el goleador del equipo bonaerense con 17 puntos. Cerca de las 8:30 del domingo 10 lo dejó en su casa, pero Beto lo paró con un pedido: “¿Me esperás un minuto que entro y salgo, y me acercás a otro lado?”.

 

Imagen Enojado con los dirigentes de Estudiantes, Cabrera se fue a jugar para Gimnasia y Esgrima La Plata en el ’76 y el ’77. Allí fue compañero de Ernesto Gehrmann y rival de Norberto Meire.
Enojado con los dirigentes de Estudiantes, Cabrera se fue a jugar para Gimnasia y Esgrima La Plata en el ’76 y el ’77. Allí fue compañero de Ernesto Gehrmann y rival de Norberto Meire.
 

Imagen La presencia dominante de Beto Cabrera en la final del Sudamericano del ’79. El rival era Brasil y fue su único título con la Selección.
La presencia dominante de Beto Cabrera en la final del Sudamericano del ’79. El rival era Brasil y fue su único título con la Selección.


El protagonista ocasional remató la anécdota con el final de la historia: “Cabrera volvió enseguida vestido con ropa deportiva. Se subió de nuevo al auto y me pidió: ‘Vamos hasta Estudiantes, que tengo un par de horas para practicar y corregir los tiros que erré’".

Imagen El Beto en Estudiantes. La última noche en una cancha. El 16 de enero de 1984 cerró un ciclo de 22 años como jugador de Primera División.
El Beto en Estudiantes. La última noche en una cancha. El 16 de enero de 1984 cerró un ciclo de 22 años como jugador de Primera División.


Así era Beto Cabrera. Se daba cuenta enseguida si no le habían salido las cosas y no dudaba en corregirse con entrenamiento lo antes posible, aunque recién hubiera llegado de un viaje de más de 900 kilómetros. Se entenderá por qué fue un grande, por qué fue Mandrake. Jugó 22 temporadas en Primera División entre el 30 de noviembre de 1961 y el 16 de enero de 1984. Siempre en Estudiantes de Bahía Blanca, con un paso fugaz por Gimnasia y Esgrima La Plata.


El reclutador de la Generación Dorada fue el entrenador Guillermo Edgardo Vecchio. Tres fueron los pasos iniciales. Empezó para el Campeonato Sudamericano de Cadetes en Itanhaém (Brasil) 1993, y siguió para el Campeonato Sudamericano Juvenil en Oruro (Bolivia) 1994 y el Campeonato Mundial Juvenil en Atenas (Grecia) 1995. Lucas Victoriano, Leo Gutiérrez, Gaby Riofrío, Pepe Sánchez, Gaby Fernández, el Torito Palladino y Luis Scola fueron las primeras piezas que se iban engarzando con cada convocatoria internacional. En 1996 aparecerían en el grupo Manu Ginóbili y Fabricio Oberto en la categoría Sub-22.

El Cenard de Buenos Aires fue mudo testigo de las extenuantes e impiadosas jornadas físicas de preparación. “¡Vamos que ustedes pueden, vamos, no aflojen. No se quejen!”, se desgañitaba Vecchio, muchas veces hasta con severo tono militar. “Si habremos hecho cuerpo a tierra sobre el piso y después nos arrastrábamos como soldados. Para mí que era para barrer la cancha, porque no había tanto personal de limpieza…”, humoriza hoy Lucas Victoriano.
 
Imagen Julio Lamas, el entrenador, y uno de los festejos de sus jugadores. Desde la izquierda: Burgos, Varas, Scola, Lábaque, Masieri, Riofrío, Fernández y Sánchez (4).
Julio Lamas, el entrenador, y uno de los festejos de sus jugadores. Desde la izquierda: Burgos, Varas, Scola, Lábaque, Masieri, Riofrío, Fernández y Sánchez (4).


Chanzas entre ellos. En la intimidad de nuestra Generación Dorada, a Manu Ginóbili lo empezaron a llamar “El Elegido” al compás de sus reiterados éxitos deportivos, porque –decían– transformaba en oro todo lo que tocaba. En función de ello, los compadres Pepe Sánchez y Gaby Fernández potenciaron las historias y las bromas sobre su persona. Decían que, cuando se subían a un avión, había que buscar los lugares al lado de Manu, “porque si el aparato se hace pelota, lo único que se va a salvar es donde él está sentado, por ser El Elegido, y seguramente la suerte se va a extender a los asientos de al lado”.
 
Imagen Emanuel Ginóbili surgía como el Juan Espil del 2000. Aquí tira ante el lituano Jurkunas.
Emanuel Ginóbili surgía como el Juan Espil del 2000. Aquí tira ante el lituano Jurkunas.

 

Imagen Gabriel Fernández cortina a Pepper, de Australia, para que Lucas Victoriano vaya rumbo a un doble...
Gabriel Fernández cortina a Pepper, de Australia, para que Lucas Victoriano vaya rumbo a un doble...
 

El primer triplete en el Campeonato Oficial de la Asociación Argentina del Básquetbol (luego Buenos Aires), fundada el 19 de marzo de 1937 como desprendimiento de la Federación, lo produjo el Club Atlético Platense en 1943, 1944 y 1945. Lo fue a través de un equipo formado por jugadores muy altos para entonces que, por tal condición, pasó a la posteridad con un apodo ideado por Borocotó en esta revista El Gráfico y que pegó: Los Aviones.

En el ciclo de su apogeo y de su onda expansiva ganarían un título más, en 1953, y cuatro veces el Torneo Apertura: 1944,1945, 1947 y 1948. En consecuencia: en total, durante once temporadas, este Platense logró ocho competencias oficiales dentro de la Asociación.

El dirigente que en la década del 40 apostó a la altura fue el visionario Héctor Traverso, que había llegado a Platense procedente del Círculo de Núñez.
Por orden de altura, estos fueron Los Aviones: Federico Bemmi y Federico Grasso (1,91), Rafael Filadoro y Neri Legarreta (1,90), Berísimo González (1,88) y Sigifredo Duant (1,86). Con posterioridad se incorporaron Francisco Cositorto (1,85) y, llegado de Independiente, el más alto de todos: el húngaro y futuro olímpico argentino Juan Gazsó (1,95).

El autor del mote, Ricardo Lorenzo, firmando como D. Gancho, destacó: “Es difícil reunir un conjunto como el de Platense. Sus hombres son de elevada talla, pero juegan bien”.
Duant, además de armador del equipo, fue una computadora para registrar minuciosamente toda la campaña. Este es el resumen de sus apuntes, entregados en su momento a este autor. Es sobre lo que él denominó "actuación plena" de Los Aviones, el período que abarcó desde el 6 de febrero de 1943 al 30 de octubre de 1948. Por todo concepto, en competencias oficiales y amistosas, en ese lapso jugaron 292 partidos, ganaron 257 (el 88%) y perdieron 35. Convirtieron 9.572 tantos a favor (32,8 de promedio) y recibieron 7.090 en contra (24,3).

De los 28 torneos disputados, fueron campeones en 18, subcampeones en 6 y terceros en 4.
El triplete lo cortó en 1946 San Lorenzo de Almagro, acentuando una encarnizada rivalidad. El Negro Salvador Capece, hoy radicado en Mar del Plata, delantero santo, deslizó este comentario: "Ese Platense, en conjunto, fue el primer plantel verdaderamente alto que hubo en el básquetbol argentino. Esos físicos pesados los llevaban a hacer un juego lento, con mucha retención de pelota en una época en que no había límite para la posesión de la pelota como ahora. Buscaban desgastar al adversario provocando el foul. Por eso casi siempre le defendíamos en zona. En los duelos, en consecuencia, el tema era ver quién imponía su ritmo: ellos con su lentitud y nosotros con nuestra habitual velocidad. Una vez nos enfrentamos en la cancha de Racing Anexo y el primer tiempo fue tan lento, que Platense ganó 4-3. La gente se aburría..." .

Otro de los hitos de Los Aviones fue que estuvieron 56 partidos consecutivos sin perder, entre noviembre de 1943 (22-24 vs. Estudiantes de La Plata) y septiembre de 1944 (21-35 vs. San Lorenzo de Almagro).
El plantel de la apertura posó el 27 de mayo de 1944. Abajo: Enrique Díaz, Grasso, Bemmi. En el medio: Berísimo González, Filadoro, Duant, Legarreta. Arriba: Hurrell, Cruz y Della Casa.


El “college basketball”, como se denomina en Estados Unidos al de procedencia universitaria de la National College Athletic Association (NCAA), es una de las manifestaciones deportivas de mayor repercusión masiva en ese país. Está dentro del Top Five en cuanto a atracción popular. Su primera temporada competitiva fue en 1938/39.

Imagen Furlong en su máximo esplendor. Años 40 y 50. En nuestro país jugó solamente en el Club de Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque. El gran Parque.
Furlong en su máximo esplendor. Años 40 y 50. En nuestro país jugó solamente en el Club de Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque. El gran Parque.


En toda la historia, entre 1953 y 2011, 17 argentinos consiguieron participar en la División 1 de la NCAA. Jugar allí siempre fue un toque de distinción. Esta fue la progresión: 1) Oscar Alberto Furlong, Southern Methodist, 1953/56 - 2) Edgardo Gabriel Parizzia, Nevada, Reno 1986/89 – 3) Hernán Abel Montenegro, Lousiana State, 1988 – 4) Ernesto Federico Michel, Missouri, Kansas City, 1991/92 – 5) Juan Ignacio Sánchez, Temple, 1996/00 (foto en la apertura) – 6) Carlos Rodolfo Gallo, Loyola, Chicago, 1997/99 – 7) Alejandro Ramón Olivares, Fordham, 1997/00 – 8) Federico Gabriel Carlotta, Chicago State, 1998/00 – 9) Patricio Prato, St. Bonaventure, 1999/03 – 10) Gabriel Horacio Mikulas, East Carolina, 2000/04 – 11) Diego Leonardo Romero, Florida State, 2004/06 ) – 12) Esteban Mario Bonzano, Southern Utah, 2004/06 – 13) Gabriel Rubén Chami, James Madison, 2004/08 - 14) Facundo Augusto Giorgi, Florida International, 2005/07 – 15) Juan Manuel Fernández, Temple, 2008/11 – 16) Lucas Faggiano, Long Island, 2009 - 17) Pablo César Bertone, Florida Atlantic, 2010/11.

Imagen Londres 1948: “El mejor partido de mi vida” dice Furlong. Triunfal derrota por un doble (59-57) contra Estados Unidos.
Londres 1948: “El mejor partido de mi vida” dice Furlong. Triunfal derrota por un doble (59-57) contra Estados Unidos.


También está el caso particular de Phillip (Mac) Hopson, hijo de norteamericanos, nacido en Marcos Juárez (Córdoba) el 6 de octubre de 1986. Su padre se encontraba jugando allí en San Martín la Primera Nacional “B” (luego TNA). Estuvo en Washington State (2006/07) e Idaho (2008/10). En esta temporada terminó en el Quilmes marplatense del TNA.


La condicion federal de la competencia y la vastedad del territorio de la República Argentina hacen que en la Liga Nacional se viaje mucho. Muchísimo. Para muestra basta un botón: al terminar la segunda temporada de 1986, El Gráfico puntualizó el total de kilómetros recorridos por los 16 equipos en conjunto, 368.000. También se hizo una analogía: fue dar nueve veces la vuelta alrededor de la Tierra. Repárese en lo que se ha viajado en 27 ediciones.

El traslado más dramático de todos ocurrió el domingo 11 de septiembre de 1988, cerca de las 4 de la madrugada, y fue protagonizado por la delegación del Club Atlético, Biblioteca y Mutual San Martín, de Marcos Juárez (Córdoba). Regresaba en un micro alquilado desde Concordia, donde había perdido 97-77 con Estudiantes por la máxima categoría. Iban 9 jugadores, un director técnico (en su primer partido), un jefe de equipo y un utilero. Por la Ruta Nacional Nº 18 se dirigía hacia Paraná, primer mojón de referencia en el retorno, distante a 261 kilómetros, dentro de la provincia de Entre Ríos. Poco antes de llegar a Viale, a 50 kilómetros de Paraná, sucedió el accidente.

El micro se pasó de largo en una curva, chocó contra el guardarrail, lo rompió y el pasaje terminó rodando desde una altura entre cuatro/cinco metros. El vehículo se desarmó por completo, con el techo totalmente desprendido y tirado a veinte metros del chasis. Los viajeros quedaron esparcidos por todos lados, mirando las estrellas. “Los menos heridos auxiliaron a los más graves para que llegaran a la ruta -recuerda Pablo José Mantegari, protagonista del mal trance y actual vocal de la Subcomisión-. Nos socorrieron los primeros coches que pasaron y a varios nos llevaron al hospital de Viale. Nos trasladaron en una camioneta, atrás, muertos de frío y de los nervios no dejábamos de tiritar…”.

Por suerte no hubo víctimas fatales, pero todos terminaron heridos. El parte médico fue el siguiente. Jugadores, Gastón Compiani (juvenil): escalpe del cuero cabelludo con pérdida de sustancia. Víctor Rocci (juvenil): hematoma en el muslo derecho. Marcelo Pepa Arrigoni: fractura en el húmero derecho. José Davico: traumatismo en cráneo y tórax. Jorge Mantegari: traumatismo cervical con desplazamiento de vértebra. Pablo Mantegari: fractura de clavícula, traumatismo de pelvis y cortes en cuero cabelludo, pierna derecha y cintura. Adrián “Topo” Schilliage: fractura de cadera. Ricardo Segal: traumatismo en el hombro izquierdo y herida cortante en el cuero cabelludo. Pablo Wendebourg: traumatismos en el tórax, hombro derecho y columna cervical. Angel Gallardo (director técnico): fractura de tobillo derecho y traumatismo de tórax. Daniel Arce (jefe de equipo): golpe muy grande en la cabeza, acentuado en la cara. Mario Siciliani (utilero): traumatismo en el dorso lumbar y en el cráneo.

Fue la única intervención de San Martín en la elite de la Liga Nacional. Alcanzó a jugar 26 partidos, con 2 triunfos y 24 derrotas. Después del accidente tuvo 5 no presentaciones hasta que se aceleró su retiro definitivo y perdió la categoría l

 

Por O.R.O. (2011).

Fotos: Archivo El Gráfico.

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