¡Habla memoria!

José Pekerman, el gestor del cambio

Hoy hace 29 años el entrenador se hacía cargo de las selecciones juveniles de Argentina. Un hombre prácticamente desconocido para el gran público, pero que con capacidad, docencia y trabajo, cambió la historia para siempre.

Por Pablo Bomarito ·

21 de septiembre de 2023

6 a 14

El Renault 12 iba despacito cerca del cordón de la vereda para levantar pasajeros. Era otra Buenos Aires: la ancha 9 de Julio aun mantenía los estacionamientos perpendiculares a las plazoleta laterales. Corrientes tenía más marquesinas, más espacio para automóviles y menos para las personas. Las pizzerías clásicas son casi las mismas que ahora.
José Néstor Pekerman había dejado de jugar al fútbol por una lesión en su rodilla, pero no había tenido tiempo de pensarlo. Mientras el juvenil de César Menotti hacía historia en Japón, él le preguntaba a un desconocido de traje y sobretodo: “'¿Dónde lo llevo?”.

Imagen Jośe Pekerman, en su época de jugador en Argentinos juniors.
Jośe Pekerman, en su época de jugador en Argentinos juniors.

"Estuve cuatro años con un Renault 12, era como un pasaporte para realizar mi actividad. Mientras manejaba el taxi hacía proyectos. Así empecé a trabajar en las categorías inferiores de Argentinos Juniors. Compaginando el taxi y los entrenamientos. Hasta que en 1981 el presidente del club me propuso que me hiciera cargo de toda la estructura de captación y formación de jugadores. Fue el comienzo de una gran época en la cantera de Argentinos: cuando surgieron Batista, Redondo, Cambiasso, Riquelme...".

El escándalo de Lisboa

El Mundial sub-20 de Portugal 1991 había arrancado torcido para la Selección Argentina bajo la conducción técnica de Reinaldo “Mostaza” Merlo, el técnico elegido por Alfio Basile para manejar las categorías. El 17 de junio de 1991, en Lisboa, la "albiceste" -que había comenzado perdiendo ante Corea por 1 a 0- tenía la presión de conseguir un resultado positivo ante el elenco local. Los nervios dominaron el escenario y, desde el minuto cero, los jugadores de argentinos confundieron tenacidad con violencia. Claudio París, Mauricio Pellegrino y Juan Esnaider fueron expulsados, este último al irse, amenazó con darle un cabezazo al árbitro belga Guy Goethals. Un bochorno. Los portugueses vencieron 3-0 y se terminaron consagrándose campeones del mundo con un equipo que tenía a Luis Figo entre sus figuras. La Argentina quedó eliminada en primera ronda e impedida por su comportamiento de competir en el siguiente campeonato sudamericano 1992 y el posterior Mundial 1993 de la categoría, mientras que Esnaider fue castigado con un año de sanción. Con ese panorama, Reinaldo Merlo no tuvo otra opción que renunciar al cargo.

Imagen José en su lugar de felicidad: una cancha de fútbol. Foto Alejandro Del Bosco
José en su lugar de felicidad: una cancha de fútbol. Foto Alejandro Del Bosco

Uno que sepa

La Selección Argentina estaba en plena reconstrucción. La mayor ya tenía a Daniel Passarella como entrenador, con un gran desafío por delante, renovar y ganar.
La situación de las selecciones juveniles era igual de delicada. No se podía improvisar más con técnicos puestos a dedos sin experiencia en el manejo de juveniles. Había que tener un proyecto, formación más que resultados. Uno de los candidatos era el histórico Jorge Griffa, por su experiencia en la impresionante cantera de Newell’s Old Boys. Sin embargo, el proyecto de Jośe Pekerman convenció a Julio Grondona. Una completa descripción de cómo debería ser la etapa formadora de las inferiores, no solo una parte de la misma, sino un proyecto global.

Imagen De ser un desconocido para el gran público, a querer una foto con el. El ex-presidente Menem también. Foto Alejandro Del Bosco
De ser un desconocido para el gran público, a querer una foto con el. El ex-presidente Menem también. Foto Alejandro Del Bosco
El 22 de septiembre de 1994 estampó la firma de un contrato que cambiaría la historia de las selecciones juveniles. Tiempo después el mismo Pekerman recordó: "Cuando llegamos no se podía hacer partidos amistosos, porque no éramos confiables, porque no sabían si los partidos iban a terminar, si nos íbamos a pelear. Ahora es al revés: nos pagan cachet en juveniles, porque quieren imitar nuestro camino". Los escándalos le dejaron el lugar a la previsibilidad, el Fair Play y los resultados deportivos.

Imagen Pekerman y Sorín. Otro de sus jugadores emblema. Foto Alejandro Del Bosco
Pekerman y Sorín. Otro de sus jugadores emblema. Foto Alejandro Del Bosco

La era de oro

Desde su asunción, hasta el final de su mandato como DT de las juveniles, José Pekerman obtuvo cinco títulos con la Sub-20: los mundiales de Catar 1995, Malasia 1997 y Argentina 2001. Además también obtuvo los Sudamericanos de Chile 1997 y Argentina 1999.
Su jugador simbolo fue Esteban Cambiasso, quien bajo su mandato jugó 51 partidos, siendo el paradigma del estilo de “José”.
Pablo Aimar, Juan Román Riquelme, Gabriel Milito, Walter Samuel y Lionel Scaloni ,técnico de la selección mayor, entre otros, brillaron en su paso por las juveniles de la mano del entrenador.

Imagen El Sub-20 ganador en Malasia 1997. Otro punto alto de su gestión. Foto Alejandro Del Bosco.
El Sub-20 ganador en Malasia 1997. Otro punto alto de su gestión. Foto Alejandro Del Bosco.
Después Pekerman llegó a la selección mayor y enfrentó otros desafíos. Su última gran aventura fue la selección mayor de Colombia, a la que clasificó a dos mundiales consecutivos.
Imagen Año 2001. Campeón mundial sub-20 en Argentina. El último título juvenil de Pekerman. Foto Alejandro Del Bosco
Año 2001. Campeón mundial sub-20 en Argentina. El último título juvenil de Pekerman. Foto Alejandro Del Bosco
El llamado que le cambiaría la vida no llegó por celular. No los había en la década del '80. Te encontraban o te dejaban el recado en un teléfono fijo, si es que había. Una fila de taxis pavimentaba de amarillo y negro sobre la calle Corrientes, eran una fija los viernes a la noche, a la salida de los teatros, más aún si llovía.
Ahí estaba el Renault 12 de José, aquel que compartía con sus sueños de técnico, intentando dejar atrás sus años de jugador. Conducir y pensar, algo que desde mucho tiempo antes, Pekerman ya tenía como forma de vida.

 

Diseño y edición de fotografía
Matias Di Julio