¡Habla memoria!

Apollon, un hombre de fuerza maravillosa

El recuerdo del francés Luis Uni quién con su fuerza extraordinaria maravilló al mundo a fines del siglo XIX.

Por Redacción EG ·

10 de febrero de 2020

El francés Louís Uni (Apollon), que dejó le existir el 18 de octubre de 1928, a los 67 años de edad, maravilló a todos los pueblos del mundo con su poder físico casi sobrehumano. A no ser por su devota esposa y por su leal amigo E. Desbonnet, autoridad francesa de gran renombre en materia de cultura física, Apollon hubiera muerto pobre, solo y casi olvidado.

 Apollon fue favorecido por la naturaleza con una porción más que generosa de fuerza y musculatura. Se lo conocía por "El emperador de los Atletas". A quien esto escribe se le aparece como una figura imponente de la mitología griega, un gladiador heroico de la antigua Roma: una especie de gigantesco esclavo escapado de las páginas de "Quo Vadis".

 

Imagen Fotografía de 1892, cuando Apollon tenía 31 años de edad.
Fotografía de 1892, cuando Apollon tenía 31 años de edad.
 La gente se asombra hoy ante el boxeador Primo Carnera, pero éste no es más que un gigante muy bien proporcionado. Apollon, a pesar de ser un poco más bajo que Cansera pesaba tanto como él. Su torso y sus miembros eran más grandes y mejor proporcionados. Sus manos y pies estaban bien formados, en proporción a su cuerpo, y no eran de excesivo tamaño. Era un hombre bien parecido, de facciones regulares que reflejaban su fuerza y su bondad de alma.

El atleta francés no era de ninguna manera un fenómeno físico. Los hombres fuertes son hombres normales. Son los débiles los anormales. Apollon descendía de una raza de gente ruda, grande, fuerte; aventureros y pioneros que recorrieron todo el continente europeo y fijaron su residencia en Francia.

 

UNA PRUEBA ORIGINAL

Existen en la actualidad muchos hombres fuertes que, mediante su maravilloso poder y conocimiento de la ciencia del levantamiento de pesas y los métodos de entrenamiento, han eclipsado la mayoría de los records de los atletas del pasado. Pero, excelentes como son estos atletas modernos, muy pocos de ellos pueden compararse en la historia con esas figuras que se llamaron Sandow, Saxon, Hackenschmidt, Apollon, etc.

Cuarenta años hace (en la actualidad 128 años) , Louis Uni admiraba a los espectadores teatrales con una curiosa introducción a su acto escénico de poder físico. Interpretando el papel de un presidiario que intenta escaparse, Apollon, perseguido por la fusilería de los guardias en la obscuridad del patio, llegaba al portón de salida de la prisión y, con fuerza hercúlea, doblaba y retorcía los barrotes de hierro hasta que podía introducirse por una abertura y conseguir la libertad. Este portón no era de utilería. Se exhibía siempre al público antes de la función, y al terminarse el acto era llevado a un herrero para calentar al rojo los gruesos barrotes y enderezarlos. Muchos hombres de fuerza intentaron repetir la prueba con el portón, pero éste resistió todos los esfuerzos.

Imagen Cartel publicitario del célebre acto de Apollon doblando los barrotes de su celda.
Cartel publicitario del célebre acto de Apollon doblando los barrotes de su celda.

Apollon podía cumplir muchas pruebas que provocaban asombro. Por ejemplo, tomaba cinco pesas — trozos rectangulares; de hierro con una anilla cada uno: — ataba todas las anillas con un pañuelo, agarraba éste con una mano y sólo subiendo su brazo, levantaba hasta arriba de su cabeza la masa de 100 kilos ó 220 libras. ¿Qué hombre del presente o del pasado podría hacerlo? Es tan dificultoso levantar este peso que de todos los atletas que lo han intentado sólo Rigoulot ha tenido éxito. Y Charles Rigoulot, que ha levantado 403 libras, tuvo que emplear muchos meses de entrenamiento especializado para imitar la prueba. Las medidas de Apollon eran: Altura, 1 metro 90; pecho normal, 1.29; cintura, 1 metro; biceps, 0.53; antebrazo, 0.41: muñeca, 0.22; peso, 116 kilos.

 

El Gráfico 1932

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