Inolvidable: El golfista Juan B. Segura

Un los albores del golf en nuestro país, allá por los años 1906 y 1908, se dio el caso de que aficionados vencieran en torneos abiertos en el que intervenían profesionales, pero entonces el citado deporte distaba mucho de tener la difusión y jerarquía que habría de lograr en el correr del tiempo. Ya entrados en el segundo período, la primera victoria de un aficionado correspondió a esa excepción golfística que es el brasileño Mario González, ganador del Campeonato Abierto Argentino, el más importante de todos, en 1940.

 

 

Ahora, en la edición de 1952, Juan B. Segura acaba de imponerse en el certamen anual del Mar del Plata, denominado Campeonato Abierto del Sur. Si bien en el mismo estuvieron ausentes figuras de la talla de los profesionales Roberto De Vicenzo y Antonio Cerdá, lo cierto es que el score de Segura acuerda méritos indiscutibles a su performance. En esa cancha el record de aficionados estaba en poder de Carlos Menditeguy con 282 golpes y el absoluto lo posee el profesional Martín Pose con 270. Juan B. Segura necesitó 275 para los 72 hoyos cumplidos en cuatro vueltas con los siguientes Parciales: 70-72-68 y 65. El remate, pues, ha sido estupendo, como lo indica ese maravilloso 133 para los últimos 36. En una cancha de par 70, el vencedor se pasó del mismo en una sola vuelta, pero, en total, ha bajado en cinco golpes el par. Por eso decimos que el score es el que acuerda méritos a la actuación y es a lo que debemos remitirnos sin entrar en deducciones acerca de ausencias que hemos citado solamente para ilustrar a los lectores.

Prescindiendo de los casos producidos en días muy remotos, y recordando que Mario González es extranjero, Juan B. Segura puede ser considerado como el primer aficionado argentino vencedor de un campeonato abierto.