¡Habla memoria!

1981. El trágico destino de Pena

Dolor por la repentina muerte de Hugo Osvaldo Pena, quien jugó en Argentinos, River, San Lorenzo y Chacarita. En esta nota aparece la última foto del jugador que perdió la vida a los 29 años.

Por Redacción EG ·

26 de julio de 2019

La última foto, la última pregunta, la última respuesta. La cruel realidad ha desalojado definitivamente lo que imaginamos, quisimos, deseamos: que fuera una pesadilla.

El jueves pasado fuimos con Norberto Mosteirín a completar la nota que habíamos iniciado 48 horas antes, allá, en la Ciudad Deportiva de San Lorenzo. A eso de las once llegó el Tomate Pena. Venía arrastrando su pierna derecha. Una rama lo ayudaba a caminar. Mosteirin le apuntó con su cámara y el rostro de Pena se iluminó con una sonrisa.

—Pará, no me saqués así..., para que escondo la rama, si no voy a parecer un inválido.

—¿Cómo andás?

—Bien, hace dos días me sacaron el yeso. Me operaron el ligamento del tobillo derecho. Ahora estoy haciendo recuperación. Vine a saludar a los muchachos porque mañana se van a Villa Gesell. Yo me voy a reunir con ellos la semana que viene.

 

Imagen Hugo Osvaldo Pena.
Hugo Osvaldo Pena.
 

El sol estaba en lo alto. Sólo el destino sabía por dónde transitaba la sombra tenebrosa. Sólo el destino sabía que Hugo Osvaldo Pena había ido a despedirse de sus compañeros, pero para siempre.

29 años. Casado con Susana Mirta Herrera. Tres hijos pequeños: Sebastián. Gabriela, Laureano. Una carrera como futbolista que se inició en las inferiores de Argentinos Juniors. En 1973 lo compró River. Después Chacarita. Y por fin San Lorenzo.

El viernes 9 al mediodía estaba en su casa de la calle Cervantes, en Villa Devoto, sentado en el living. El pie derecho sumergido en un baño de agua y sal. Se incorporó para encender el televisor. Su mano derecha se posó sobre el instrumental exterior del aparato. Y en ese instante recibió una descarga fatal. Vanos fueron los intentos para reanimarlo. Fue trasladado con urgencia al Hospital Vélez Sarsfield. Pero llegó sin vida.

Fue un buen jugador. Y fundamentalmente, un gran muchacho. El viernes a la tarde la noticia conmovió redacción de EL GRAFICO.

Por un rato nos aferramos a la pesadilla: Pero era la cruel realidad.

 

Imagen Herido en su pierna, ayudan a Hugo Pena.
Herido en su pierna, ayudan a Hugo Pena.
 

 

El Gráfico (1981).