¡Habla memoria!

1988. ¡Salud Campeones!

A diez años de la consagración argentina en el Mundial 1978, se reúnen en El Gráfico Luque, Gallego, Bertoni, Galván, Villa, Larrosa y Houseman para evocar anécdotas y recuerdos de aquella epopeya.

Por Redacción EG ·

05 de junio de 2019

El camino común del fútbol  los fue separando, vaya paradoja. Y la gloria del '78, la primera gloria, recorrió el mundo de la mano de ellos. Uno a uno cargaron a su manera los recuerdos del Mundial. Pero juntos... juntos se transformaron. Y bastó que el santiagueño Luis Galván apareciera con su cara de bueno y esos 40 años que ni se notan para que el "¡Grande, llegó el museo...!" surgiera del grupo de Luque, Villa y Bertoni. Bastó que el Tolo Gallego entrara a nuestra redacción para que el Loco Houseman lo recibiera con: "Ahí viene la calesita, ¿qué hacés, Darwin?". Bastó que Omar Larrosa llegara con un espléndido saco sport para que otra voz anónima preguntara: "¿Quién aconsejó la ropa? ¿Rubén Galván?", aludiendo al particular gusto estético del Negro de Independiente campeón del mundo.

Imagen Los campeones se juntaron a comer y recordar momentos de aquel inolvidable Mundial 1978, el primero que ganó la Selección.
Los campeones se juntaron a comer y recordar momentos de aquel inolvidable Mundial 1978, el primero que ganó la Selección.

Y de repente, como si la magia del grupo todo lo envolviera, estos campeones del mundo reunidos por EL GRAFICO para evocar aquella hazaña, recordaron...

—Menotti es el papá de la Copa del Mundo, entre nosotros eso nadie lo discute.

—Para mí fue un adelantado, Omar. Estoy ansioso por charlar con él, preguntarle cosas de fútbol, para reencontrarme con lo que me identifica. Entre tantos técnicos amarretes y tácticas destructivas uno pierde de vista el camino. Por eso quiero que el flaco me vuelva a transmitir esas convicciones que son las mías y que siempre es bueno reencontrar.  (El Flaco Menotti, en el diálogo de Larrosa y Julio Ricardo Villa.)

HOUSEMAN: —En el equipo del '78, Gallego los anestesiaba y Daniel (Passarella) los operaba.

GALLEGO: — ¡¿A éste qué le pasa?!

HOUSEMAN: —Callate, Gallego, que cuando venga "My father" (Menotti) te vamos a rajar de River...

GALLEGO: —¿Nos jugaste en River, Loco? Porque yo no te vi levantar ninguna Copa. Y este negrito, así como lo ves, ya hace ocho años que está en el club y levantó todas las Copitas...

HOUSEMAN: —Salí, Darwin. Pero cómo no vas a estar cuadrado si vos sos Gallego...

—El Loco era un fenómeno. Pudo haber sido más grande que Maradona. Me acuerdo de las concentraciones en José C. Paz, cuando el Flaco lo encontraba a las 4 de la mañana buscando comida en la cocina. "¿Qué hace, René", le preguntaba. Y el Loco ponía cara de nada y le decía: "Ehhh, no puedo dormir".

—¿Y vos te acordás, Daniel —le responde Houseman a Bertoni—, cuando mi señora nos traía torta de dulce de leche bañada con crema arriba? Mamita, cómo le dábamos, y eso que el Profe (Ricardo Pizzarotti) nos tenía a todos los gorditos (Baley, La Volpe, Larrosa, Killer, Villa, Bertoni, Houseman) con comida especial. ¡Huy, Dios, la cantidad de galletitas marineras que entraban por el fondo!

Imagen Los campeones con algunos años más, pero la misma química de diez años atrás, donde tocaron el cielo con las manos al levantar la tan ansiada Copa del Mundo.
Los campeones con algunos años más, pero la misma química de diez años atrás, donde tocaron el cielo con las manos al levantar la tan ansiada Copa del Mundo.

Creo que el gran secreto del Flaco era que explotaba al jugador al máximo de sus posibilidades. A los wines (Bertoni, Ortiz, Houseman) no les pedía que desbordaran y tiraran centros, porque yo no hubiera agarrado una... César decía que si en vez de Luque, el nueve era Joe Jordan, sí lo pediría, pero como ése no era mi fuerte cumplían otra misión. A mí me hacía rendir de una forma increíble. Yo después iba a River —con el respeto que me merece aquel cuerpo técnico que dirigió al club— y no agarraba una..." (Leopoldo Jacinto Luque).

"Hoy me parece mentira, qué sé yo, un sueño, pero recuerdo que festejé como un loco porque era un jugador muy resistido por la prensa y el público. Sólo el Flaco, los muchachos y mi familia saben lo que sufrí. La crítica de la gente me parecía entendible, porque con Talleres jugábamos muy poco en Buenos Aires, pero me dolió mucho la actitud de los periodistas, que sin conocer ni interesarse por mi nivel me cuestionaban... Mi agradecimiento a Menotti será eterno porque me bancó cuando la cosa estaba por definirse. Si él quería, ponía a Mouzo o a algún otro de un equipo grande y se terminaba el problema, pero se la jugó conmigo respetándome..." (Luis Adolfo Galván).

"El Flaco está un escalón arriba de todos", dice Bertoni.

"Aquel equipo no utilizaba el off-side porque los contrarios venían con un solo delantero", evoca Larrosa.

"Nuestra preparación era fenomenal. Recuerdo que cuando se sumó al equipo el Beto Alonso, la primera semana no tocaba una, estaba en otro ritmo. Y eso que en el Campeonato la estaba rompiendo", comenta Gallego.

"¿Se acuerdan de Diego (Maradona)? Cuando lo traían para practicar, ¡cómo nos pintaba la cara!", destaca Houseman.

—El otro día lo vi al Negro Galván en Canal 11, comentando fútbol italiano. Creí que era Zamba Quipildor.

—Y el Negro Ortiz se parece al Chango Nieto... (¿Quiénes pueden ser? Gallego y Houseman.)

"Valencia era para la gente un tipo discutido, pero para nosotros fue importantísimo. Era el que más h... ponía. No le salía veinte veces y la seguía pidiendo e intentando..." (Omar Larrosa).

"Yo llegaba al entrenamiento de la Se-lección y ya me sentía campeón del mundo" (Luque).

"No se me borra de la mente Argentina-Perú. No pude dormir toda esa noche. Tuve que entrar y me salió todo 10 puntos, le respondí con lo mejor a Menotti.

¡Pensar que cuando me inicié en Boca jugué algunos partidos en La Candela con él!" (Larrosa).

"Leo era un fenómeno, pero a mí me daba bronca. Todas las noches antes de dormir, en vez de tomarse un whiskycito o algo, se bajaba un farol de leche así de alto (Houseman).

—Bertoni, ¿aprendiste algo con René? Cuatro meses de concentración y en la misma pieza...

—Qué voy a aprender, me volvió loco. Me decía Porcel, lo único que aprendí es a comer Sugus. ¡Qué manera de comer caramelos con Houseman!

Imagen El reencuentro en 1988 de Luque, Gallego, Bertoni, Galván, Villa, Larrosa y Houseman.
El reencuentro en 1988 de Luque, Gallego, Bertoni, Galván, Villa, Larrosa y Houseman.

Al Flaco lo único que le importaba era jugar bien.

—Es cierto, Omar, a mí me decía: "René, haga lo que quiera y raje de acá...". No necesitaba ni hablarme.

—El Menotti del '78 no fue el mismo que el de Huracán. El de la Selección había evolucionado mucho y para bien. Tal vez por la circunstancia de jugar el Mundial. Y por el trabajo. Por ejemplo, hacíamos un loco tremendo que nos obligaba a tener precisión y tocar a una velocidad asombrosa. Lo nuestro siempre tuvo una misma línea de pensamiento: fútbol ofensivo y buen trato de pelota...

(Análisis entre Larrosa y Houseman.)

"El Lito Bottaniz, Killer y el Negro Ortiz eran los periodistas del plantel. Hicieron un casete durante la concentración, con cortinas musicales y todo, el Negro era un fenómeno imitando a Roberto Ayala, de Radio Rivadavia, y anunciando la incorporación de jugadores al plantel: "Se acerca Roberto Mouzo por la Panamericana...". "Ya está Jota Jota López en la puerta de José C. Paz...". Les ponían cortinas musicales y todo...". (La evocación común de todo el grupo.)

—Tolo, no quiero ser presuntuoso, pero nosotros siempre intentamos jugar el fútbol que le gusta a la gente, como el que hace Newell's, ahora, por ejemplo.

—Tenés razón, Ricky, pero creo que los dos estilos sirven. Si no, fijate lo del Mundial '86, ese equipo a mí me gustó mucho...

(Aparte entre Gallego y Villa.)

"Nadie podrá cuestionar nuestro triunfo. Además, a nosotros nos tocó la primera fase más difícil: Hungría, Francia e Italia. Una cosa de locos. Nos clasificamos en el segundo partido y eso nos dio tranquilidad. Algunos pensaron que sacándonos de Buenos Aires íbamos a caernos, pero en Rosario recibimos como nunca el calor de la gente y eso fue importantísimo..." (Galván).

EI camino común los fue juntando. Chau viejo, ¿me das el teléfono? Chau, ¿lo leíste a Ardiles por eso de Malvinas? Eh, Leo, ¿entonces se hace el partido del 10 de julio en Santa Fe entre la Selección del '78 y los santafesinos? Sí, firmame acá que tenemos que estar todos. ¿Cómo anda tu casa de deportes, Omar? ¿Che, qué sabés de Passarella? Houseman, para de hablar, viejo...

¿Te acordás, hace 10 años? ¿Te acordás...?

 

Imagen Recuerdos de la final.
Recuerdos de la final.
 

 

Por HUGO SUERTE y DANIEL RONCOLI.

Fotos: ALDO ABACA