¡Habla memoria!

1971. Monólogo para una vieja bronca

En 1971 Osvaldo Ardizzone reflexionaba sobre las razones de las dolorosas caídas y la ausencia de éxitos de nuestra Selección, incluyendo a sus emociones contrariadas. Una nota que parece escrita hoy.

Por Redacción EG ·

30 de abril de 2019

No tengo el ánimo para criticar... Porque, salvo unas pocas satisfacciones que recibí, desde hace un montón de años, todo fue nada más que tirar la bronca... ¿O no es así? ¿La Copa de las Naciones? Y... dentro de todo fue una satisfacción... Le ganarnos a Brasil, le ganamos a Portugal, a Inglaterra... ¿Otra satisfacción? Y... la serie de Birmingham, en el Mundial, que fue buena, decididamente buena, sobre todo para todo ese miedo que llevábamos... Ese miedo que después hizo explosión en esa tarde de Wembley, cuando la expulsión del Rata... Y, ¡claro! Como ya estábamos a un punto de entrar en las semifinales nos olvidamos del miedo que llevábamos de antes... Y criticamos... ¡Y cómo criticamos! Me acuerdo que Di Stéfano, sí, Alfredo, que entonces era corresponsal de la Agencia EFE, gritaba que "eso era fútbol de circo, que los argentinos tenían que jugar bajo la carpa..." Y esa ocurrencia sarcástica de Alfredo fue una de las tantas que dijimos todos. "Que eso no era fútbol... Que era la muestra de toda la mentira argentina. Que jugábamos para la moneda..." Y estoy convencido que si ese Hurst no emboca esa carambola de arriba, por ahí ahora teníamos un campeonato del mundo, salvo que el fair play dispusiese de una moneda con dos cecas o dos caras... Pero la verdad es que todos, todos tiramos la bronca... Los que estábamos allá en Wembley y los que estaban aquí... Después perdimos el Sudamericano en Montevideo. Y otra vez bronca. La misma de siempre. La misma bronca que provocan todas las derrotas. "Que los uruguayos nos pisaron." "Que hubo quienes arrugaron". Al fin, todos los matices de la bronca, todas las sensaciones del descontento... Más, todas las otras habituales reflexiones de siempre... "Que el fútbol argentino es un desastre. Que no hay jugadores. O que hay jugadores y no hay técnicos. Que siempre se improvisa. Que recién se convoca a los jugadores cuando ya el compromiso está encima. Que los dirigentes son los peores responsables. Que la culpa es también del periodismo. Que la selección sólo sirve para quemar jugadores.”

 ¡Qué sé yo! Creo que se me ocurrieron todas esas frases hechas, todos esos lugares comunes... Y sobre la misma bronca, la otra serie de lugares comunes, que también nacían de mi des-contento... "Que una vez por todas hay que disponer de una selección fija que juegue con frecuencia. Que hace falta un cuerpo técnico responsable... porque va a llegar el Mundial del setenta y vamos a estar en las mismas..." Y llegó el Mundial del setenta. Y antes llegaron las eliminatorias... ¡Las eliminatorias...! Y teníamos la selección con el Bocha. Y tiré la bronca. Sí, tiré la bronca, porque no se veían resultados... Porque el Bocha jugaba a la europea, porque hacía fútbol defensivo... Y cambia el interventor y cambia todo... Se fue don Ramos Ruiz y llega un tal señor Porri. Y se va el Bocha y casi sobre la iniciación de las eliminatorias, el ofrecimiento a don Adolfo... Y aunque Adolfo conoce y descuenta los riesgos, por su gran dignidad acepta... Y mi bronca satisfecha, porque el Bocha se tenía que ir con su fútbol a la europea, con su esquema defensivo, con esos volantes que no pasaban al ataque... Porque yo estaba completamente convencido que con los planes del Bocha no se iba a ninguna parte... En cambio, con Adolfo, las cosas sí que iban a cambiar... Estaba seguro de que iban a cambiar... Y perdimos en Bolivia... Bueno, pero la altura... Pero la adaptación... Y perdimos en Perú... Y ya empezó otra vez mi bronca. Porque eso era la consecuencia de talo ese apresuramiento. De toda esa política de A.F.A. De haber cambiado sobre el mismo comienzo de las eliminatorias a Bocha por Adolfo... Pero quedaba la esperanza de las revanchas en Buenos Aires... ¿Cómo no le íbamos a ganar a Bolivia? Pero, ¿cómo no le íbamos a ganar a Perú? Y le ganamos a Bolivia por un penal de Albrecht. Y no le ganamos a Perú, en una de las tardes más tristes del fútbol argentino.  Pero yo tenía otra vez el motivo para mi bronca. Yo tenía otra vez el derecho a protestar contra algo... Contra Adolfo, porque, ¿cómo quería ganar Adolfo con eses dos volantes? ¿Rulli y Pachamé para un partido que se tenía que ganar inexorablemente? ¿Y por qué Rendo en el banco? ¿Y por qué el Pinino afuera? ¿Y por qué el Chirola Yazalde si no estaba para ese tipo de partidos? Es que ese señor Pedernera es muy personal. Siempre fue muy personal y muy caprichoso. Yo y todo el mundo sabíamos, ¿o no lo sabíamos?, que con ese equipo no se podía ganar la clasificación. Y sin embargo él se encaprichó con su manera de pensar... Por eso mi bronca contra ese señor Pedernera, porque por él no fuimos al Mundial... Y, por suerte, mi bronca satisfecha porque Adolfo se va de la selección... ¿Cuántas broncas van? ¿Cuántas oportunidades para poder hacer oír mi descontento?... A ver... El Mundial, el Sudamericano, las eliminatorias... ¡Ah! Y allá en el fondo de mi archivo de la bronca tenía Suecia... Aquello del desastre, aquello de las monedas... Cuando los jugadores salieron corriendo en medio de la noche... Y ahí sí que estuve. Estuve con mi copioso puñado de monedas... Y tiré bastantes, porque en esos tiempos una moneda era una moneda... Pero tiré mi bronca. Mi bronca de diez centavos, pero al cabo mi bronca...

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Imagen La selección , no había podido superar las eliminatorias de un mundial (México 1970) por primera vez en su historia.
La selección , no había podido superar las eliminatorias de un mundial (México 1970) por primera vez en su historia.
 

Paz. Sosiego. El nuevo interventor. Los nuevos proyectos. La austeridad. La morigeración. La previsión. Conferencia de prensa. Coincidencia general. O casi general. Pero la gran consigna, que, al menos transitoriamente, nos junta a todos y nos hace olvidar todas las viejas broncas... "¡HAY QUE TRABAJAR! ¡HAY QUE TRABAJAR!" Sí, señor, ¡HAY QUE TRABAJAR! Porque por no trabajar nos ha pasado todo lo que nos ha pasado... Todas mis broncas. Todas las broncas de todos... Por fin, selección casi permanente. ¡Por fin!, cuerpo técnico permanente. ¡Por fin!, futuro programa de confrontaciones con europeos casi permanente... Y, para eso, llegaría don Alejandro Scopelli, como asesor general, más el cargo accesorio de manager, aprovechando su conocida vinculación con los centros más destacados del fútbol internacional. Y para eso se le pagarían cuatro mil dólares mensuales, previendo las Imprevistas devaluaciones... Y se lo designa a José Pizzuti, con algo así como ochocientos mil pesos, porque en las exigencias de Pizzuti no entra el riesgo de las devaluaciones, se lo designa a Rubén Bravo, como ayudante técnico. Al profesor Ojeda, como preparador físico. A Castro, como kinesiólogo. Y al doctor Yema como médico... ¡OPERACION SE-LECCIONADO, EN MARCHA! Dos partidos contra la presunta selección brasileña, que acababa de ganar la clasificación. Se gana en Porto Alegre. Empiezo a sentir menos bronca. Se pierde en Maracaná, y tampoco siento bronca... Y mucho menos bronca cuando asisto a la consagración de Brasil en México... ¡Porque si hubiésemos estado nosotros, quién le dice, en una de ésas!... Pero, por fin, sin bronca... Extrañando esa bronca amiga que me acompañaba desde hacía tantos años...

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Fines de diciembre. La inminencia de las sirenas que anuncian el año que se va... El aroma del pan dulce. El crujido de las nueces. Las burbujas de la sidra simbólica... Y el Bayern Munich, de Beckenbauer. El Colonia de Overath... Y cuando los purretes ponen sus zapatos esperando a Papá Baltasar, llega la Selección Francesa... Y ahora, la selección de Corea del Sur, cuando ya las playas se nutren de bañistas, cuando ya las sierras hospedan ávidos veraneantes... Perla..., ¡otra vez la bronca! ¡Qué sé yo! Me parece una enormidad la declaración de don Alejandro Scopelli por el Canal 7, frente al testimonio de José María Muñoz y de Julio Ricardo... Me parece inconveniente y desalentador que don Alejandro haya dicho formalmente que "a veces conviene llamar a la selección combinado, a veces transformar al combinado en selección, según la suerte de los resultados". Y aclaró don Alejandro, que ese extraño y desconcertante mimetismo "se hacía necesario para las estadísticas o los records que se registran en Europa..." Porque, en otras palabras... GANA LA SELECCION Y PIERDE EL COMBINADO... No, yo no quiero más mi bronca... Yo quiero creer... Pero esas palabras me derrumban todo lo que yo había imaginado... Pero, ¿entonces?, ¿lo que importa es ganar? Pero, entonces, ¿no es verdad de que se está trabajando? Entonces, ¿la selección, esta selección que se había edificado sobre los cimientos de la seriedad, de la austeridad, de la morigeración, se afirma en cambio en la demagogia...? ¿Por eso se trae al Colonia, por eso se trae a la modestísima selección francesa, por eso se utilizan los servicios de un "partenaire" como Corea del Sur...? Entonces, ¿lo que importa es ganar, nada más...? Entonces, yo tengo derecho a volver a mi vieja bronca, a esa que yo no quiero más por ahora... ¿Es lo mismo que cuando don Alejandro declara que sus funciones están ahora referidas a la difusión del programa del futuro Mundial del setenta y ocho...? Entonces, sí que vuelvo a mi bronca, a mi vieja bronca... Y yo no la quiero... No la quiero más por un tiempo... Yo quiero creer en la selección... Por eso no me importa que gane, por eso no me importa que pierda... Que se llame combinado o selección... Pero que sea siempre una cosa o la otra, tanto cuando se gana o cuando se pierda...

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Imagen La Selección de espaldas a los resultados. La única coronación internacional, de envergadura, que había tenido Argentina hasta 1971 fue la Copa de las Naciones en Brasil 1964.
La Selección de espaldas a los resultados. La única coronación internacional, de envergadura, que había tenido Argentina hasta 1971 fue la Copa de las Naciones en Brasil 1964.
 

Estoy pensando... Antes mi bronca era porque no teníamos selección. Porque los jugadores recién se conocían el día del partido, o en el mejor de los casos, unos pocos días antes... ¡Hay que trabajar!, protestaba yo en mis crisis de desconcierto... "¡Hay que jugar " Y ahora, ¿qué digo? ¿Que somos un desastre? ¿Que no le podemos ganar ni a la selección francesa? Pero, ¿no está bien? Tampoco le pudimos ganar a Bolivia, allá en Bolivia. Y apenas si le ganamos aquí con un penal. Por eso, no fuimos al Mundial... Y entonces, ¿por qué voy a volver otra vez a mi vieja bronca? ¿Por qué el equipo está mal formado? También le reproché eso al Bocha, y de eso me acuerdo muy bien. También se lo censuré a don Adolfo..., ¿o no es así? Por aquello de los volantes defensivos. Por aquello de la inclusión de Yazalde y la ausencia de Pinino... Y de eso, también me acuerdo muy bien... ¿Y ahora? Otra bronca con Pizzuti... ¿Por qué? Bueno..., porque para mí no andan bien Suñé ni Carrascosa... Porque tampoco anda bien Marcos... Porque Perfumo y Laraigneé juegan en la misma línea... Porque el Chirola se va de muy de punta y los volantes no acompañan... Porque Verán se tira a la derecha y nadie va a ocupar la raya que él abandona... Y está bien. Yo tengo todo el derecho de criticar todo eso QUE A MI NO ME GUSTA... Pero, de todos modos, no quiero volver a mi vieja bronca... No quiero volver a mi vejo descontento... Ayer, don Renato, después, el Bocha. Después, Adolfo. Ahora Pizzuti... ¿Y mañana quién? Mañana tendrá que ser otro, ¿o no es así? Pero, ¿cuáles son los cargos que le hago a Pizzuti? Y..., los mismos de mi bronca contra el Bocha Maschio... Los mismos de mi bronca contra Adolfo... Se equivocó el Bocha. Se equivocó don Adolfo. ¿También se equivoca Pizzuti?

No, si a mí tampoco me gusta esta selección... Si estoy convencido que apenas si jugó más o menos bien los primeros treinta minutos frente al Bayern... Pero, no quiero más mi bronca... No la quiero más. Y menos ahora que los resultados no me importan... Y menos ahora que no estamos jugando por nada... Yo pedí fútbol ofensivo y allí está... Al menos allí están los jugadores para poder interpretarlo... Yo, que me agarré mi bronca porque don Adolfo había puesta a Rulli y a Pachamé que no podían fabricar claridad... En cambio ahora Pizzuti incluye a Madurga, a Tojo, a Nicolau, a Brindisi... Está el Chirola Yazalde que es goleador, está Bianchi que también es goleador... Está Verón que también me gusta... Pero, sin embargo no andan... Esa selección con todos esos jugadores que, en general me gustan, no consiguen jugar ni más o menos bien... Y por eso los franceses, ¡nada menos que los franceses!, nos hacen cuatro goles... Y por eso empatamos con un equipito como el Colonia... Pero, ¿cuánto hace que no conseguimos jugar bien? ¿Cuánto hace que sigo con mi bronca con todas estas viejas broncas que arrancan en Suecia?...

Entonces, ahora no la quiero. Ahora, hay tiempo para que los errores se corrijan. Ahora hay tiempo para trabajar, según aquella conferencia de la intervención... Hay tiempo para utilizar a los adultas, a los juveniles, a los menores de veinte y a los menores de dieciocho lo que fuere... Comprobé que en esta larga lista de mis broncas hay una larga lista de inmolados... Está don Renato, está el Bocha, está Adolfo. Hay también una larga lista de jugadores que también pasaron inmolados... Parque nuestra selección, desgraciadamente, desde hace muchísimo tiempo huele a féretro, se enluta con el negro de los crespones... Es una fábrica generadora de bronca...

De esta mía, de esta que me viene desde muy lejos, pero que ahora no la quiero... No la quieta porque ahora no la siento... Ahora quiero creer que estamos trabajando... Y que si no le pudimos ganar a los bolivianos, si apenas empatamos con el Colonia, si perdemos por cuatro goles con los franceses, por algo será. Será porque necesitamos seguir trabajando, porque necesitamos seguir jugando... Porque, mientras transitemos por esta etapa en la que quiero creer, para no volver a mi vieja bronca, debemos salir a jugar y no a ganar, no con ese matiz de demagogia ganadora para justificar conferencias de prensa y promesas de reconstrucción y retribuciones millonarias.

Yo, argentino que quiere la selección, no quiero volver a mi vieja bronca. Quiero creer. Por eso no hace falta que me hagan el juego de combinado y selección... Lorenzo, Jim topes, don Renato, Maschio, Adolfo... ¿Qué? ¿Vamos a seguir aumentando la lista?

 

OSVALDO ARDIZZONE (1971)

 

 

 

 

 

 

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