¡Habla memoria!

A LA CARTA: 1985. Esta increíble “banda” porteña

El Sr. Roberto Farre nos pidió la crónica de la conquista en San Rafael, Mendoza, del Título argentino por Capital. La "banda”, ante la inesperada ausencia de su técnico, pasó a ser un equipo y dio un concierto.

Por Redacción EG ·

02 de agosto de 2018
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Capital Federal conquistó el Título argentino por cuarta vez consecutiva. Se reencontró en pleno torneo y terminó jugando muy bien un difícil pasaporte a las semifinales y la inesperada ausencia de su director técnico.

Capital Federal no tenía equipo. Su técnico Pipo Moyano se encontraba dirigiendo en el Paraguay y no se sabía quiénes serían los jugadores que finalmente iban a viajar dos semanas antes del Campeonato Argentino. Algunas versiones, incluso, hablaban de problemas económicos para que determinadas figuras aceptaran la designación. Mentira: ¿cómo podía hablarse de problemas si los jugadores todavía no habían sido citados? Y es más: los doce jugadores participaron y se consagraron campeones sin haber hablado una sola palabra concreta sobre el dinero a recibir.      

   Todo fue así: manejándose sobre la marcha tras el primer entrenamiento del 6 de marzo, sin haber jugado un solo partido previo, confiando en la jerarquía de sus columnas y esperando que, como de costumbre, la mejoría llegase durante el mismo torneo con la sucesión de encuentros. “Este equipo es una banda"  ironizaron con humor los propios jugadores. El sábado 23 de marzo, sin embargo, los cinco mil espectadores reunidos en el estadio Pacífico terminaron aplaudiendo a un campeón incuestionable: Capital Federal. Con gran defensa individual, más la superior experiencia y capacidad, dejó sin posibilidades al joven equipo de Provincia, y con un ataque que supo explotar sus vías desequilibrantes impuso un dominio total para establecer una diferencia categórica. Llegó a sacar 24 puntos de ventaja y concluyó con comodidad ganando 92-81 su cuarta final consecutiva, una seguidilla que, pese a ser el máximo campeón con 17 títulos, recién por primera vez registra Capital Federal en la historia de los campeonatos argentinos.

Imagen ¡Campeones! Sus compañeros y dirigidos levantan a Raúl Guitart, que se hizo cargo de la conducción técnica. Sacchi, Cerisola, Ludi, Oroño y Tosi sirven de apoyo; Parizzia, Spurio, Aispurúa y Camisassa ríen atrás.
¡Campeones! Sus compañeros y dirigidos levantan a Raúl Guitart, que se hizo cargo de la conducción técnica. Sacchi, Cerisola, Ludi, Oroño y Tosi sirven de apoyo; Parizzia, Spurio, Aispurúa y Camisassa ríen atrás.


   No hubo euforia desbordante en el festejo, sólo el abrazo emocionado de compañero a compañero como un símbolo de lo unido que fue el grupo. En el micro, rumbo al hotel Ariosto, surgieron algunas bromas. El coro gritó: “¡¿Para qué vino Camisassa?!” .

   Era una manera cariñosa de decir que a Cami, el jugador más valioso del basquetbol argentino de la actualidad, el equipo lo estaba esperando con los brazos abiertos porque confiaba ciegamente en que el funcionamiento comenzaría a lograrse con su presencia. Y que vino para eso: para ser campeón. Indetenible cuando llega hasta abajo y se levanta, estuvo en los últimos cinco partidos y promedió 22,6 tantos, el tope del equipo. Pero hay una odisea detrás de todo esto. Camisassa, quien en la actualidad pertenece al Corinthians, jugó con su club la rueda decisiva del campeonato brasileño el viernes 15, sábado 16 y domingo 17 de marzo, donde se clasificó en el tercer lugar. Y el lunes 18 inició un viaje para llegar a San Rafael, que ya está inscripto en el rico anecdotario de nuestro legendario “más argentino de los campeonatos”. A las 10.30 decolaba desde San Pablo en el vuelo 932 de Varig-Cruzeiro. A las 13,10 aterrizaba en Ezeiza. De allí a su casa de Belgrano R. El fugaz reencuentro con su madre, los tallarines que lo estaban esperando para mitigar tanto trajín y a viajar otra vez. A las 19 partía rumbo a Mendoza en el vuelo 418 de Austral. Llegó a las 20.45, pero faltaba algo más: los últimos 232 kilómetros hasta San Rafael, donde esa noche Capital Federal enfrentaba a Santa Fe, partido que estaba programado para las 22. Agustín López, el presidente de la Federación de Capital Federal, lo aguardaba en una camioneta Mitsubishi L300 para hacer en dos horas y media el último tramo. Por la radio se enteraron de que el desarrollo de la jornada se iba demorando. Cuando asomaron su demacrado rostro y su incipiente barba en el Polideportivo, tras trece horas de itinerario, faltaban cuatro minutos para terminar el primer tiempo de Capital-Santa Fe. Quiso jugar lo mismo. Al reanudarse el partido, ya estaba en la cancha y jugó todo el segundo tiempo. Sí. para que el propio Ripley no lo crea.

Imagen Aispurúa, una de las figuras de la final, en plena pelea del rebote  con Montenegro. Camisassa y Calvo esperan abajo.
Aispurúa, una de las figuras de la final, en plena pelea del rebote con Montenegro. Camisassa y Calvo esperan abajo.


   La alegría por la exitosa aventura que había protagonizado Camisassa terminó en amargura para la gente de Capital: esa noche perdió 70-65 con Santa Fe y se complicaba su clasificación para las semifinales (la logró por mejor goal-average). No sería todo. El director técnico Carlos Alberto Moyano, con fiebre, sentía que el malestar que estaba sufriendo se agravaba y la recomendación médica determinó que lo mejor era que regresase a Buenos Aires para profundizar los estudios. Diagnóstico: presunción de hepatitis. El miércoles 20 Pipo emprendía el regreso y el equipo se quedaba sin técnico. ¿Qué hacer? La delegación se reunió para definir la inesperada situación y la palabra de los jugadores fue que el propio plantel, a través de Guitart. Meire, Oroño y Raffaelli, los hombres de mayor experiencia, asumiera la conducción técnica. Por razones prácticas en el banco, Guitart fue el principal responsable.

—Es la primera vez que dirijo a un equipo. Si todo anduvo bien fue por el gran compañerismo y la disciplina con que aceptaron mi criterio.

—Te vi muy compenetrado, muy seguro, manejándote con ejecutividad y administrando muy bien los cambios.

—Pero todo eso fue un rebote de lo bien que jugaron los muchachos. Yo pensaba que debíamos recuperar el nivel de cada uno para empezar a funcionar. Veníamos de las vacaciones, nos juntamos de última, no habíamos jugado nunca, así que todo debió hacerse en pleno campeonato.

—¿Cómo fue tu análisis previo de la final con Provincia?

—Primero, pensar en la defensa, tratando de anular, como ya había pasado la noche anterior con Entre Ríos, a sus hombres clave. Así Raffaelli marcó a Merlini, Oroño a Faggiano, que eran las posibilidades de gol más claras, y Cerisola a Haile. Y debíamos evitar que tuvieran rebote ofensivo para que no tiraran dos veces. Después, aprovechar el ata que rápido de existir una clara apertura. Y en lo fundamental, usufructuar la diferencía de experiencia y calidad en el uno contra uno metiendo la pelota abajo todas las veces que se pudiera...

—Y salió realmente así.

—Es que el equipo estaba muy compenetrado. Yo conté que sólo en cuatro pelotas se fueron del partido. Hubo mucha motivación y colaboración a la vez. Te comento lo que pasó en un minuto, cuando Spurio no erraba ningún lanzamiento. Viene Camisassa y aclara: -Sigamos así, si el Gordo Spurio está para hacer 40 puntos, hay que darle todas las pelotas a él. Lo importante es que gane el equipo. . ." Con esta mentalidad y humildad, sin celos, todo se hizo fácil.

Imagen Raffaelli hizo provocar numerosos fouls en la final. Aquí Calvo le comete falta a su mandada. También descolló en defensa.
Raffaelli hizo provocar numerosos fouls en la final. Aquí Calvo le comete falta a su mandada. También descolló en defensa.


   Capital Federal fue imponiendo el desnivel en la final, porque a partir de la formación inicial integrada por Cerisola - Raffaelli - Oroño – Camisassa - Aispurúa (Provincia ingresó con Haile-Merlini-Medina-Faggiano-Montenegro) tuvo actuaciones individuales que se fueron sumando una tras otra en destacada dimensión.

—La marca de Raffaelli sobre Merlini, que venía siendo el goleador más firme de Provincia y en la semifinal le señaló 27 tantos a Santa Fe. Impecable. Tanto, que en el primer tiempo el bahiense no pudo convertir. . . Chocolate, que reaparecía en los Argentinos, fue una de las grandes columnas.

—Camisassa (21 puntos) y Aispurúa (22), imparables abajo. Lo del consagrado internacional está dicho. Lo del Vasco de Morón entra dentro de las aplaudidas revelaciones de Mendoza. Jugó una final excepcional. Seguro en el rebote y preciso en el gol con su gancho de zurda.

—La puntería de Spurio (18). Mide 2 metros y pesa 115 kilos. Es tirador desde afuera. Cuando su zurda encuentra el hueco, mata. Y a Provincia, desde la línea del tiro libre. lo mató en momentos decisivos.

—El manejo de “Pichi” Cerisola. Con 24 puntos arriba, Capital no quiso complicaciones y se dedicó a hacer un juego de control. El base, el único que tenía el plantel, condujo entonces notablemente al equipo. Fue el dueño de la pelota en el segundo tiempo. Merecía —como lo hizo— llevársela de trofeo. .

La "banda” finalmente, pasó a ser un equipo y dio un concierto.

O.R.O. Fotos: MARCELO FIGUERAS (1985)

 

MENDOZA DE BOLSILLO

EL NIVEL: Aceptable para a época del año.

LO INDISCUTIDO: En Mendoza ganó el mejor equipo. Capital Federal dispuso del plantel más desequilibrante. Su campaña: vs. Tucumán 82-80, vs. Chubut 122-82, vs. Santa Fe 65-70, vs. Santiago del Estero 94-59, vs. Córdoba 87-80 (rueda preliminar), vs. Entre Ríos 106-84 (semifinal) y vs. Buenos Aires 92-81 (final).

EL ERROR: La falta de la ceremonia de consagración en el mismo escenario de juego luego del partido final. No hubo podio, no hubo emoción, no hubo fiesta. . .

LA DESILUSION: El público local esperaba bastante más del equipo mendocino.

EL PORRAZO: Lo sufrió Tucumán. De sexto en la última edición, luego de haber sido subcampeón en 1982 y tercero en 1983, llegó décimo. "Nos mató la programación, porque empezamos a jugar sucesivamente contra Capital, Santa Fe y Córdoba. . .", explicó el Negro Romano.

LAS PRESENCIAS ILUSTRES: Don Raúl Calvo, Alberto López, Edgard Parizzia, el Tony Tozzi, Beto Cabrera y Néstor Delguy, todos ex internacionales argentinos, fueron espectadores en Mendoza.

LA FRASE: Estamos pasando de un basquetbol folklórico a un básquetbol de empresa. Por eso, paralelamente al torneo, hubo tantas reuniones de dirigentes, de clubes, de jugadores, tratando de modernizar la actividad, reflexionó el ingeniero Orlando Adolfo Butta, el joven y lúcido presidente del Atlético Echagüe Club, de Paraná.

EL PASO ADELANTE: Lo dio Santa Fe, subiendo al tercer lugar. Tiene un plantel joven con futuro.

LAS REVELACIONES: SERGIO DANIEL AISPURUA (20 años, pivote, 2 metros, Capital Federal); ORLANDO FABIAN TOURN (17 años, ala, 2,04, Santa Fe); y RICARDO ALBERTO DE CECCO (21 años, base, 1,95, Salta).

EL APLAUSO: Para la impecable organización de San Rafael, que ofreció —además— un magnífico escenario con su Polideportivo Municipal Número 2. Puede albergar a 4.500 espectadores y siempre mostró un gran marco.

EL CASO: El del gigante Jorge González, formoseño que integró el equipo del Chaco y que está inscripto en Gimnasia y Esgrima La Plata. Se queja de que todavía no ha recibido el apoyo necesario para poder progresar en el básquetbol. "Ando como oveja en el monte", graficó. Y dio referencia a su actual altura: "Yo deduzco que estoy en los 2,24 porque tuve que hacer alargar todos mis pantalones.. ,"

EL JUGADOR MAS VIEJO: Carmelo Mártire, Mendoza, que el próximo 6 de junio cumplirá 39 años, volvió a jugar por Santa Fe. Fue su Campeonato Argentino número 14 y está a tres de igualar el record de Tozzi, Chazarreta, Arce, Dusset y Pedro César Figueroa (lo alcanzó este año con Tucumán).

EL MEJOR PARTIDO: Capital Federal 87, Córdoba 80, cuando se definieron los semifinalistas de la zona "B" en San Rafael. Por la notable producción en defensa y ataque de los capitalinos en el primer tiempo y por la lucha que en todo momento mantuvo Córdoba, generándose un espectáculo vibrante.

EL GRAN ECO: 18 radios de todo el país estuvieron transmitiendo en la noche final y 5 más ofrecieron flashes.

EL MÁS ALTO: Jorge González (Chaco), 2.24 m.

EL MÁS BAJO: Sergio Makarchuk (Santiago del Estero), 1,71.

 

52° Campeonato Argentino de Básquetbol 

Sedes: Mendoza, Rivadavia y San Rafael

1°) CAPITAL FEDERAL (6-1)

2°) BUENOS AIRES (6-1)

3°) SANTA FE (6-1)

4°) ENTRE RIOS (4-3)

5°) CÓRDOBA (5-1)

6°) CHACO (3-3)

7°) SANTIAGO DEL ESTERO (3-3)

8°) MENDOZA (2-4)

9°) SALTA (2-4)

10°) TUCUMAN (1-5)

11°) MISIONES (1-5)

12°) CHUBUT (0-6)

 

• Entre paréntesis. los partidos ganados y perdidos, respectivamente, por cada equipo en el transcurso del campeonato.

• Misiones descenderá a la Zona Promocional Norte y Chubut lo hará a la Zona Promocional Sur.

• Próxima edición: 1986 en Salta.