¡Habla memoria!

20 arqueros que hicieron historia

Por su talento, por sus logros, por su personalidad, por sus goles convertidos, por sus récords, por sus manos asombrosas, ellos se ganaron un lugar en la memoria de los amantes del fútbol. Una recorrida que, lejos de ser un ranking, es un homenaje a los que se animaron a ocupar el puesto más difícil.

Por Martín Estévez ·

14 de junio de 2016
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Hugo Gatti
Uno de los dos arqueros más populares de la Argentina. Su antítesis con Fillol puede traspolarse a otros espacios: si Fillol era los Beatles, Gatti era los Rolling Stones; si Fillol era el yerno ideal, Gatti era el que nadie quería tener. El Loco atajó entre 1962 y 1988 e inauguró el Lado B de los arqueros, que seguirían Comizzo, Navarro Montoya, Burgos… Desalineado, desprolijo, en vez de revolcarse, se adelantaba metros para achicar espacios. Salía jugando con los pies, les gritaba a compañeros y rivales, intentaba llamar la atención como fuera. Era bueno, claro: con Boca ganó tres torneos locales, dos Libertadores y una Intercontinental.

Thomas N’Kono
Africa, tan injustamente despreciada en la mayoría de los ámbitos, no puede quedarse afuera de esta recorrida. Y el representante ideal para la nota es Thomas N’Kono, una especie de contorsionista que atajó brillantemente entre 1977 y 2001. Agarraba los centros… ¡con una sola mano! Llevó a Camerún a jugar su primer Mundial (fue capitán en 1982) y, luego, lideró junto a Roger Milla la hazaña de 1990: triunfos hiperhistóricos contra Argentina, Rumania y Colombia para llegar al 7° puesto. A nivel clubes, jugó en el Canon Yaoundé de su país, en tres equipos de España y tuvo pasos por Bolivia, Brunei e Indonesia. Ganó 10 títulos, entre ellos la Copa Africana de 1984.

Oliver Kahn
Su mayor logro es también su peor recuerdo: justo antes de la final (¿a quién se le ocurre?) lo eligieron mejor jugador del Mundial 2002. Justo después de la final, podrían haberlo elegido el peor: lo responsabilizaron de uno de los goles con los que Brasil derrotó 2-0 a Alemania. Más allá de esa paradoja, fue un arquero excelente, considerado el mejor de Europa entre 1999 y 2002. Hizo toda su carrera (1987-2008) entre el Karlsruher y el Bayern Munich, con el que ganó ¡20! títulos locales, más la Champions League y la Copa Intercontinental en 2001. Con Alemania, levantó la Eurocopa 96.

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Dino Zoff
Legendario arquero italiano que no solo tuvo una extensa carrera de 22 años, sino que le sumó 17 como entrenador. Nació en 1942 y jugó entre 1961 y 1983. Tras pasos por Udinese y Mantova, logró repercusión en Napoli (1967-72): llegó a la selección y fue figura en la conquista de la Eurocopa 68. En Juventus siguieron los éxitos: estuvo 903 minutos con la valla invicta, ganó seis ligas italianas, dos veces la Copa Italia y la Copa UEFA. A los 40 años llegó su mayor logro: capitán de la Italia campeona del mundo en España 82. Como DT, sumó dos títulos con Juventus y también llegó a su selección.

Peter Schmeichel
El mundo del fútbol jamás esperó que un arquero danés hiciera historia, pero sucedió en 1992. Dinamarca, que había fracasado en las Eliminatorias para la Eurocopa, fue invitada por la ausencia de Yugoslavia, en plena guerra. Con actuaciones colosales de Schmeichel, eliminó a Francia, Inglaterra y Holanda. Y en la final derrotó 2-0 nada menos que al campeón mundial, Alemania. Poquito antes lo había contratado el Manchester United, donde ganó cinco ligas inglesas y la Champions League 1999. En su carrera (1984-2003) totalizó 22 títulos. Su hijo Kasper también ataja: la rompe en el Leicester City.

Kristof Van Hout
Hasta que no se demuestre lo contrario, es el arquero más alto de los que atajaron en Primera División: mide ¡2,08! Nació en Bélgica en 1987 y comenzó su carrera profesional en 2006, pero recién en 2011 consiguió la titularidad en un club: el Kortrijk. Sin embargo, en 2013 volvió a ser un habitué de los bancos de suplentes, tanto ahí como en el Genk. Al menos, ese año ganó la Copa de Bélgica. En 2014 jugó en la liga de la India y luego volvió a su país. Actualmente es el arquero suplente del Westerlo. En esta temporada ha jugado apenas un partido. Evidentemente, para atajar, la altura no es todo.

René Higuita
Era tan multifacético que podríamos ubicarlo en muchos apartados: grandes futbolistas colombianos, arqueros goleadores, jugadores excéntricos, deportistas presos… Higuita atajó entre 1985 y 2009. Como en la vida, le gustaba el riesgo: se adelantaba, jugaba con los pies, pateaba tiros libres. Muchas veces tuvo éxito: con Atlético Nacional fue campeón de Colombia y de América. Otras veces falló: en Italia 90 cometió uno de los mayores errores en los Mundiales (quiso gambetear a Milla, de Camerún, y perdió la pelota), que le costó la eliminación a su equipo. Se perdió el Mundial 94 porque estuvo preso, involucrado en un secuestro.

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Gianluigi Buffon
Casi todo lo bueno que hace dentro de un campo de juego, lo arruina con lo que hace fuera. Buffon, más de una vez, demostró su adhesión al fascismo, ideología impulsada por Benito Mussolini que causó miles de muertes en su país, Italia. Por ese motivo, parte de la sociedad siente antipatía por él, aunque podría ser un héroe nacional, ya que fue pieza importante del seleccionado campeón del mundo en 2006. Desde 1995, Buffon ha ganado 16 títulos entre Parma y Juventus. A los 38 años, sigue siendo figura de la Juve. El resto, si no queremos hablar mal de él, es mejor dejarlo de lado.

Antonio Carbajal
El gran logro del mexicano es ser el único arquero que jugó cinco Mundiales. Incluso, entre los jugadores de campo, solo el alemán Lothar Matthaus igualó semejante hazaña. Carbajal nació en 1929; debutó en el Real España de su país en 1948; y en 1950 ya estaba jugando una Copa del Mundo en el Maracaná. No fue la mejor experiencia: México perdió sus tres partidos y él recibió 10 goles. En Suiza 54 solo atajó en el 2-3 ante Francia. En Suecia 58, por fin un empate: estuvo en el 1-1 con Gales y en las dos derrotas restantes. En Chile 62 llegó el único triunfo: 3-1 a Checoslovaquia. Se retiró en Inglaterra 66, a los 37 años, con valla invicta: 0-0 contra Uruguay.

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Lev Yashin
“La Araña Negra” es probablemente el mejor arquero de la historia. Apodado así por el color de su buzo y la sensación de que tenía ocho brazos para atajar, debutó en 1947 y se retiró en 1971. Hizo toda su carrera en el Dínamo Moscú y en la selección de la Unión Soviética. Tenía una agilidad anormal y asombrosa para la época. En el Dínamo obtuvo cinco ligas y tres copas rusas, pero sus mayores logros fueron con el seleccionado soviético: ganó los Juegos Olímpicos 1956 y la Eurocopa 1960. Además, fue subcampeón de la Eurocopa 64 y 4° en el Mundial 66. En 1963 se convirtió en el único arquero que ganó el Balón de Oro. Murió en 1990.

Peter Cech
Cech, actual arquero del Arsenal inglés, es tan conocido por su buen nivel como por su apariencia. Pantalones ni cortos ni largos, a veces remeras de mangas cortas y, especialmente, un cabezal que lo hace parecer más a un boxeador o un rugbier que un futbolista: lo usa desde que sufrió una fractura de cráneo en 2006. Nació en 1982, en la actual República Checa, y jugó en su país (1999-2002), Francia (2002-04) e Inglaterra. Su popularidad aumentó en su larga etapa en el Chelsea (2004-2014), donde estuvo 1025 minutos con la valla invicta y ganó la Champions League 2012. Con su selección, fue semifinalista de la Eurocopa 2004 y jugó el Mundial 2006.

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Ricardo Zamora
El español fue uno de los primeros grandes arqueros de la historia. Le decían “el Divino” porque su capacidad para atajar parecía sobrenatural. Entre 1916 y 1938, jugó en Español, Barcelona, Real Madrid y en el Niza de Francia. Durante su gira europea de 1925, Boca jugó un amistoso contra el Español: el dinero que recibió Zamora por ese partido fue mayor que el que recibió todo el plantel xeneize. Era tan popular que hasta protagonizó dos películas. Actualmente, el arquero que menos goles recibe en cada temporada de la liga española recibe el Premio Zamora en honor al Divino, que ganó 7 títulos, fue entrenador hasta 1962 y murió en 1978.

José Luis Chilavert
El arquero con la personalidad más indestructible. Provocativo para declarar, agresivo, pero vital en conquistas históricas de Vélez y Paraguay. Volaba poco; resolvía casi todo con ubicación. Como eso no le alcanzaba, empezó a patear penales y tiros libres cuando ningún arquero se animaba: metió 62, algunos inolvidables. Cuando llegó a Vélez, el club solo había ganado un título local. Con Chila, ganó la Libertadores y la Intercontinental en 1994, y otros siete títulos. Llevó a su selección a disputar un Mundial tras 12 años y, en Francia 98, cumplió una magnífica actuación: solo perdió 1-0 ante el local, en tiempo suplementario, y terminó 14°.

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Ubaldo Fillol
El Pato era reflejo, agilidad, estado físico. Volaba de palo a palo como pocos arqueros en la historia. Entre 1969 y 1990 construyó un largo camino en el que jugó en Quilmes, Racing, River, Argentinos Juniors, Flamengo, Atlético de Madrid y Vélez. ¿Qué ganó? De todo: siete títulos locales con River, Supercopa de España con el Aleti y la Supercopa 88 con Racing. ¿Algo más? Sí, un detalle: fue recontra figura en el Mundial 78, cuando atajó un penal clave en el partido ante Polonia y se consagró campeón. Se retiró  a los 40 años, con una actuación espléndida y atajando un penal. Como DT no le fue bien, seguramente porque el arco le quedaba demasiado lejos.

Gordon Banks
Es uno de los mejores arqueros ingleses de la historia y, además, protagonista de la llamada “atajada del siglo”: en el Mundial 70, evitó con un manotazo heroico que un cabezazo de pique al suelo de Pelé fuera gol de Brasil. ¿Qué había hecho antes de esa atajada? Debutó en 1958, jugando en Tercera División, pero un año después ya estaba en Primera, con el Leicester (1959-67) y el Stoke City. En 1966, fue titular en la Copa del Mundo que Inglaterra ganó como local. ¿Qué hizo después de esa atajada? Jugó en el Stoke hasta que, en 1972, perdió un ojo en un accidente de tránsito. Tras una larga recuperación,  terminó su carrera en Estados Unidos e Irlanda (1977-78).

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Rogerio Ceni
Es el arquero que más goles hizo: 132. Tenía un extraordinario remate de derecha. Nació en Paraná, Brasil, en 1973, y comenzó su carrera en el club Sinop. En 1990 pasó al San Pablo, donde jugaría el resto de su carrera. Ahí ganó diez títulos locales, tres Copas Libertadores, dos Intercontinentales, un Mundial de Clubes, dos Recopas, una Supercopa, una Sudamericana… O sea: todo. También fue suplente en la selección de Brasil que obtuvo el Mundial 2002. Su último gol de tiro libre (hermoso, búsquenlo en internet) lo marcó en marzo de 2015, ante Linense. Y el último de penal, ante Ceará, en agosto. Dos meses después, anunció su retiró.

Iker Casillas
Más allá de que ahora, a sus 35 años, los medios de comunicación le busquen errores para poder decir que “tiene que retirarse”, Casillas fue, es y será uno de los arqueros más importantes del siglo XXI. Icono del Real Madrid, donde debutó en 1997, ganó con los Merengues 11 títulos locales, tres Champions League, Copa Intercontinental, Mundial de Clubes y dos Supercopas de Europa. Agil, atlético, su larga trayectoria en un club tan grande lo hizo mejorar año a año. Fue nada menos que el capitán de la selección que logró el primer título mundial para España, en 2010. También ganó las Eurocopas 2008 y 2012. Desde 2015 ataja en el Porto de Portugal.

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Lee Woon-Jae
Un continente tan inmenso como Asia no podía quedarse sin representante; y Lee Woon-jae puede ser considerado el arquero del equipo más importante: la selección de Corea del Sur que llegó a semifinales del Mundial 2002. Lee nació en 1973 y tuvo lugar en su selección antes que en clubes: estuvo presente en los Juegos Olímpicos 92 y en el Mundial 94. Recién a los 23 años debutó en Primera División, y toda su trayectoria fue en solo tres clubes coreanos. Su gran momento llegó en la Copa del Mundo 2002: le atajó un penal a Joaquín para eliminar a España y avanzar hasta semifinales, algo que ningún otro seleccionado asiático logró.

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Jorge Campos
¡El arquero más raro de la historia! Merecería figurar en esta nota por los colores fosforescentes de sus buzos. Si no fuera por eso, porque es el más bajo entre los que atajaron en el primerísimo nivel: medía 1,70 metros. Y, si no fuera por eso, merecería estar en esta nota, porque ¡a veces jugaba de arquero y a veces de delantero! Compitió entre 1988 y 2002: ganó la Copa Confederaciones 99 y medalla de oro en los Panamericanos 99. Además, la FIFA lo eligió como uno de los tres mejores arqueros de 1993. Como delantero, llegó a anotar 14 goles en la temporada 89/90. Estuvo presente en los Mundiales 94, 98 y 2002.

Gilmar
Su nombre real era Gylmar dos Santos Neves y es considerado el mejor arquero brasileño del siglo XX. Nació en 1930 y, entre 1951 y 1961, ganó tres veces el Campeonato Paulista con el Corinthians y el Mundial 58 con su selección. Su mejor momento, igual, fue en el Santos, donde atajó hasta 1969: sumó cinco Paulistas, cinco Campeonatos Brasileños, dos Copas Libertadores y dos Copas Intercontinentales. Por si fuera poco, también ganó el Mundial 62 con Brasil. Era un arquero sobrio, de perfil bajo y muy pacífico. Lo suyo era achicar ángulos y retener la pelota, dando pocos rebotes. Murió en 2013.

 

Por Martín Estévez / Fotos: Archivo El Gráfico y AFP

Nota publicada en la edición de mayo de 2016 de El Gráfico