¡Habla memoria!

Argentina JJ.OO. 2004

Con el Loco en el banco y Carlitos en la cancha, coronados de gloria en la cuna del olimpismo

Por Redacción EG ·

21 de agosto de 2008
Después de la frustración de Corea-Japón 2002, llegaron los Juegos Olímpicos de Atenas para intentar un leve consuelo. Argentina lo consiguió en forma aplastante y de paso le dio al fútbol la primera medalla de oro olímpica de su historia.
Después de la frustración de Corea-Japón 2002, llegaron los Juegos Olímpicos de Atenas para intentar un leve consuelo. Argentina lo consiguió en forma aplastante y de paso le dio al fútbol la primera medalla de oro olímpica de su historia.

El golpe en el Mundial 2002 había sido tremendo. Fulminante. Catastrófico. Inesperado. Y muy doloroso, obvio. La espera de cuatro años en busca de una revancha para calmar tanta amargura, en este caso se acortó gracias a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. 
Claro que una y otra competencia nada tienen que ver entre sí, primero porque de la cita olímpica participa un equipo compuesto por menores de 23 años reforzados con tres mayores, y luego por numerosos motivos como las diferencias de nivel, la cantidad de equipos, la importancia que le dan las potencias, etc.
 
En lugar de desecharlo y no prestarle la atención debida, Marcelo Bielsa decidió encarar con total seriedad el torneo olímpico, para regalarse una alegría grande después de la frustración vivida en Corea-Japón.
 
Para eso, convocó lo mejor que tenía a mano, bajó claramente la línea de sus ideas y, quizás el mayor acierto, como no tenía un nueve grandote de los de su gusto, le dio ese lugar a Carlos Tevez, a la postre la gran figura y el goleador del certamen.
 
Ayala, Heinze y Kily González fueron los tres “viejitos” convocados por el Loco para reforzar un plantel que ya contaba con nombres de la jerarquía de Saviola, Burdisso, Coloccini, Mascherano y Lucho González, entre otros.
 
Serbia y Montenegro, Túnez y Australia fueron los rivales en el Grupo C. El debut, frente a los europeos, resultó auspicioso: desigual 6-0 con goles de Chelito Delgado, Kily, Heinze, Rosales y dos de Tevez, que ya empezaba a dar muestras de estar encendidísimo.
 
Contra los africanos fue un 2-0 sin sobresaltos, saldado con tantos de Tevez y Saviola, mientras que los oceánicos resultaron los oponentes más duros de la primera fase. El solitario gol de D’Alessandro, a poco de haber comenzado el juego, sirvió para ganar y terminar el grupo con puntaje ideal.
 
Costa Rica fue el sorpresivo rival en cuartos y, como era de suponer, poco pudo hacer ante el potencial de Argentina, que goleó 4-0 con uno del Chelito y una tripleta del Apache. Las medallas estaban cerca…
 
El siguiente escollo fue Italia, que asustaba un poco, no sólo por tradición sino porque además contaba con algunos jugadores de renombre como Pirlo y Gilardino.
 
Ni con ellos ni con nadie hubieran podido detener la marcha argentina hacia el oro. El equipo del Loco jugó bárbaro, ahogó a la Azzurra a pura presión y se clasificó al partido decisivo tras un contundente 3-0. Tevez, con una volea inolvidable, y los González, Lucho y Mariano, le pusieron la firma al triunfo.
 
Para coronarse de gloria hubo que dejar atrás a Paraguay que, como siempre, fue un rival duro y aguerrido. Hubo que transpirar y luchar, y el equipo demostró que también era bueno en esa faceta. Carlitos Tevez, quién otro si no, anotó el único gol del encuentro.
 
Hubo delirio en el podio, cumbia por todos lados y hasta una perdurable sonrisa en el rostro del siempre serio Marcelo Bielsa, que festejó, se desahogó y al poco tiempo renunció a su cargo de DT de la Selección.
 
 
El día de la consagración
 
Argentina: Lux; Coloccini, Ayala, Heinze; L. González, Mascherano, Kily, D’Alessandro; Rosales, Delgado y Tevez. DT: Marcelo Bielsa.
Paraguay: Barreto; Martínez, Manzur, Gamarra, Esquivel (31’ J. González); Giménez, Barreto (ST 27’ Cristaldo), Figueredo, Torres; Enciso (ST 18’ Díaz) y Bareiro. DT: Carlos Jara.
Gol: PT 18’ Tevez (A)
Expulsados: ST 21’ Martínez y ST 37’ Figueredo.
Arbitro: Kyros Bassaras (Grecia).
Estadio: Olímpico de Atenas.

LA PALABRA DEL DT
"Estoy muy feliz y mi alegría es proporcional a la importancia de este evento. Ser campeón olímpico es algo enorme. He sido criticado, pero eso forma parte del fútbol profesional. Ahora simplemente estoy disfrutando del momento".