Michael Phelps ratificó su retiro

Luego de finalizar su participación en Río 2016, donde ganó 5 medallas de Oro y 1 de Plata, para llegar a la increíble suma total de 28 medallas olímpicas (23 doradas), Michael Phelps brindó una entrevista con el diario español Marca y confirmó lo que ya había anunciado: “He colgado el bañador de competición y no me lo vuelvo a poner”. En la extensa nota, el estadounidense tocó diferentes temas:

Las razones del retiro

“Estoy profesionalmente realizado y por eso estoy viviendo mis días más felices, también en los personal. Miro ahora cuatro años hacia atrás, en Londres, y entonces no me importaba lo que había logrado; sólo quería parar de nadar. Ahora estoy muy feliz de haber vuelto y haber tenido esta última oportunidad de terminar mi carrera como quería”.

La preparación para Río

“He hecho sesiones de entrenamiento que no las hacía desde hace ocho años, nadando tantas yardas como solía entonces, y mi cuerpo recuperó la forma. Creo que la parte más dura ha sido prepararme mentalmente. Me preguntaba ¿puedo ir a los Juegos? ¿No quiero ir, o cuánto quiero ir? Estaba preparado para cualquier cosa que pudiera pasar. Esa preparación mental me ha ayudado mucho”.

Su prueba preferida

“La final de los 200 mariposa. Puede haber sido una de las mejores carreras que he nadado en mi vida. Esa es la razón por la que volví. Quería ganar esa prueba con toda mi alma. Por eso esa celebración después de terminarla. Los 200 mariposa es la única prueba que he disputado en cinco Juegos y poder volver a ganarla ocho años después fue muy especial para mi”.

Su derrota más dolorosa

“Bueno, alguna como la que ganó Ian Thorpe (200 m libre en Atenas) fue increíble. Posiblemente la de 200 mariposa en Londres fue la más frustrante. Creía que la tenía en la mano. Luego vi las imágenes, ese momento y me pregunté por qué no di un abrazada más. Fue ahí donde la perdí porque Chad (Le Clos) sí la dio, tocó el muro antes y ganó. Ese el motivo último por el que volví a nadar, para hacer aquí en Río”.

Su futuro

“Cuando un atleta deja su deporte después de unos Juegos pasa por un tremendo bajón y todos necesitan que les ayuden. Y es lo que la gente tiene que entender, que aunque haya pasado por la alta competición no está todo hecho. Es un error. Yo lo intenté y es un gran desafío, pero en este momento de mi vida, con lo que he vivido y he sido capaz de superar en los dos últimos años, y con una familia, cambia mucho. Me voy a casar con mi novia a finales de año y preparar una boda también es complicado. Hemos intentado adelantar y dejar arreglado lo más posible antes de los trials. Ella se ha tenido que encargar de muchas cosas mientras yo viajaba para clasificarme y preparar los Juegos”.