Las Fotos de El Gráfico

1948. Delfo escucha su Himno en Londres.

“No creo que nadie pueda ver a un compatriota triunfante en la máxima competencia deportiva del mundo y detenerse a pensar que no es nada más que un juego” (F.D.F)

Por Redacción EG ·

11 de julio de 2016
"Sobre la plataforma del homenaje, en lo alto, la bandera y el nombre de la patria junto a su apellido. Delfo Cabrera había estado más grande que nunca. Muy cerca de él, pisando el césped de Wembley, cantamos las estrofas del Himno. Las cantamos para todos los argentinos, llevándolos en la garganta y sintiéndolos en el corazón"

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Félix Daniel Frascara también escribió en su artículo  "Y cantamos el Himno" publicado en la revista El Gráfico del 20 de agosto de 1948:

"Yo, con mi Argentina en el corazón, con todos mis amigos gritando en mi voz, viví unos minutos que jamás había soñado y que nunca olvidaré. Mentiría si pretendiera escapar a los lugares comunes y decir que no hice cuestión de patria. ¡Cómo no! No creo que nadie pueda ver a un compatriota triunfante en la máxima competencia deportiva del mundo y detenerse a pensar que no es nada más que un juego. Podrá manifestarse el júbilo en forma desbordante o con discreta sobriedad. Pero la patria "está ahí". Se oye su voz y se siente su latido. Yo no lloré. Tampoco podía hablar. Grité -ustedes conmigo- hasta el instante en que Cabrera cruzó la meta, llevándose con el pecho ese hilo que se extiende a lo ancho de la pista, como barrera que cierra el paso hacia los campos de la fama y sólo se abre ante la grandeza de los vencedores. Desde ese instante ya no grité más. Algo significa el nombre de Delfo Cabrera en el deporte argentino. Era lógico, natural, esperar que significara también algo en el deporte mundial. Lo que difícilmente hubiéramos podido imaginar es que llegara a significar tanto para nosotros. Porque, llevados por nuestro entusiasmo, no debemos caer en el error de olvidar la causa fundamental de ese momento inolvidable: si gritamos primero y enmudecimos después, si sentimos que Wembley era nuestro y vimos cómo brillaba un rectángulo celeste y blanco sobre el gris del horizonte, eso se lo debemos a Delfo Cabrera. A su esfuerzo y a su calidad.”

Londres 1948. Delfo Cabrera gana la maratón.


Imagen Final de la maratón olímpica. 15 metros detrás del extenuado puntero viene un atleta morrudo, fuerte, morocho, que bracea sin esfuerzo. ¡Es Cabrera! ¡Es un argentino!
Final de la maratón olímpica. 15 metros detrás del extenuado puntero viene un atleta morrudo, fuerte, morocho, que bracea sin esfuerzo. ¡Es Cabrera! ¡Es un argentino!


Imagen El instante en que el argentino se adjudica la maraton olimpica, llevándose con el pecho ese hilo que se extiende a lo ancho de la pista y sólo se abre ante la grandeza de los vencedores.
El instante en que el argentino se adjudica la maraton olimpica, llevándose con el pecho ese hilo que se extiende a lo ancho de la pista y sólo se abre ante la grandeza de los vencedores.