Juegos Olímpicos

GASTÓN ALTO: "ESTAR EN TOKIO ES EL LOGRO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA"

En una entrevista a fondo con El Gráfico, el mendocino contó las sensaciones de haberse clasificado a los Juegos Olímpicos por primera vez en su carrera. Los inicios en el tenis de mesa, el desarrollo del deporte en el país y la alegría en plena tristeza por la pérdida de un gran amigo.

Por Pablo Amalfitano ·

06 de julio de 2021

TENÍA SEIS AÑOS cuando empuñó por primera vez una paleta. Fue en el Club Mendoza Regatas, la institución de la que es socio desde muy pequeño y que, en pocas palabras, lo vio crecer. En aquel entonces, tres décadas atrás, ni se imaginaba lo que le tocaría vivir por estos tiempos como jugador de tenis de mesa. "Cuando era chico me llevó mi hermano al club. El primer día jugué con un compañerito con quien después compartí la selección en todas las categorías hasta los 18 años. Hace dos meses ese compañero y amigo, Nicolás Pires, falleció de un cáncer. Con él jugué a todos los deportes de chico y ambos, en su momento, nos decidimos por el tenis de mesa. Llegamos a jugar finales todos los años en torneos mendocinos, argentinos y sudamericanos. Es una historia muy linda", recordó Gastón Alto,  en diálogo con El Gráfico

Semanas antes de la partida de su gran amigo, en abril, el mendocino festejó el mayor logro como deportista: la clasificación a los Juegos Olímpicos por primera vez en su vida. En el Preolímpico de Rosario, instantes después de abrochar el pasaje tras un partido para el infarto ante el dominicano Jiaji Wu, le sacó una gran sonrisa a su compañero de la infancia: "Apenas gané el partido lo primero que hice fue abrazar a mi hermano (NdR: Matías Alto, segundo entrenador de la delegación argentina), con quien compartí un proceso desde siempre En el control antidoping llamé a mi amigo Nicolás, que ya transitaba sus últimos días de vida y estaba muy contento porque había podido ver mi partido. Siento que pude alegrarle un día en medio de toda esa amargura".

Alto es uno de los jugadores de tenis de mesa más destacados de la Argentina. Ganó dos medallas plateadas en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, se colgó otras preseas a nivel sudamericano y hasta logró una distinción, por caso, en la séptima edición de los premios StarAwards en Zhengzhou, China, por la Federación Internacional de Tenis de Mesa. Con tantas conquistas, sin embargo, no vive por completo de su trayectoria: "Recibo una pequeña beca del ENARD (NdR: Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) y otra pequeña beca de la Secretaría de Deportes de la Nación; y Mendoza me ayudó un poco después de conseguir la clasificación a Tokio. En el día a día tengo que dar clases de ping pong con alumnos particulares; paso mis días entrenando, trabajando y luchando como tantos otros porque además tengo un hijo, Valentino, de seis años, así que hay que mantenerlo".

El tenis de mesa argentino volverá a tener representantes en la cita olímpica por primera vez desde Londres 2012, cuando participó Liu Song. Estarán Alto y Horacio Cifuentes, quien también se clasificó en el Preolímpico de Rosario. En ese sentido habrá dos argentinos en la disciplina, una presencia inédita desde que el propio Song y Pablo Tabachnik participaran en Beijing 2008. "La expectativa es llegar con un buen nivel en la previa, porque los de Sudamérica venimos sin competencia y corremos con un poco de desventaja. Espero sentirme bien en los entrenamientos para llegar con mucha confianza al primer partido que va a ser una final", vaticinó Alto, quien cumplió este martes 36 años y ya palpìta el viaje rumbo a Tokio: el 8 de julio partirá a Europa para encarar los diez días finales de preparación y el 18 saldrá para Japón, donde competirá desde el sábado 24.

-¿Qué emociones, en retrospectiva, te genera el hecho de haberte clasificado a un Juego Olímpico?

-Las emociones fueron muy grandes, sobre todo en la previa y durante la clasificación. Fue un momento de angustia, alegría, tristeza, ansiedad. Debo haber dormido cinco horas en toda la semana. Si bien yo luchaba por la clasificación, también es verdad que no era favorito. Había jugadores mejor rankeados que yo, con más roce. Y yo era el único que no había competido en ligas por la pandemia. Fue un desahogo terrible, una alegría inmensa, es algo de lo que todavía no tomo dimensión. Es el logro más importante de mi vida.

 -Fuiste múltiple campeón argentino, medallista panamericano y sudamericano, ¿qué significa para vos, a esta altura de tu carrera, saber que vas a estar en un Juego Olímpico?

-En este momento de mi carrera llegar a un Juego Olímpico significa sacarme de encima un peso muy importante. Tenía medallas panamericanas y sudamericanas, pero la clasificación a un Juego Olímpico era una deuda pendiente. Yo ya pensaba jugar un ciclo olímpico más y no es lo mismo afrontar los próximos cuatro años con ese objetivo cumplido. Era la única competencia que me faltaba. Todo jugador amateur sueña con los Juegos Olímpicos. Sin dudas es el logro más grande de mi carrera.

Imagen La locura y el festejo de Gastón Alto tras sacar pasaje a Tokio. Imagen: Federación Argentina de Tenis de Mesa.
La locura y el festejo de Gastón Alto tras sacar pasaje a Tokio. Imagen: Federación Argentina de Tenis de Mesa.
-¿Qué recordás de aquel día de abril en el que conseguiste la clasificación en el Preolímpico de Rosario?

-Voy a contar un poco de la previa: cuando vi la llave de clasificación me puse a llorar. Me había tocado una llave de la muerte, súper difícil, era mucho menos accesible que la otra. Me puse muy mal. No tenía ningún partido liviano, eran todos jugadores para cruzarse en la final. Después gané el primer partido muy bien y me solté. En la final tuve nervios pero tenía muchas ganas de ganarla; la concentración fue la clave, porque tácticamente respondí bien y supe controlar las emociones cada vez que ganaba o perdía un punto.

-¿Cómo pensás que será este Juego Olímpico en plena pandemia?

-Creo que va a ser diferente. El público siempre genera un gran punto a favor y pone un poco más de espectáculo. Es lindo verlo por la tele, ni me quiero imaginar verlo en vivo. A mí me va a tocar participar y seguro será hermoso. La competencia, de todos modos, siempre va a ser fuerte en todos los deportes.

 

Imagen Cifuentes y Alto, junto con la secretaria de deportes Inés Arrondo.
Cifuentes y Alto, junto con la secretaria de deportes Inés Arrondo.
 -¿Cómo te llevás con Horacio Cifuentes y qué recordás de cuando lograron clasificarse en Rosario?

-Con Horacio tenemos una excelente relación; por ahí estamos más tiempo juntos que con la familia. Tenemos una amistad más allá de lo deportivo. Los dos nos sentimos muy felices por ir juntos a unos Juegos Olímpicos.

-¿Cómo fue el subcampeonato que lograron en el Contender de tenis de mesa en Qatar, en marzo?

-En Qatar sabíamos que era muy difícil. Es uno de los mejores torneos del mundo, casi como jugar un Mundial, porque había varias parejas top 10 del mundo. Se nos empezaron a dar los resultados a medida que avanzamos, contra jugadores cada vez mejores, y nos la creímos un poquito. Estuvimos cerca; perdimos la final 3-2, muy ajustado, 11-9 en el quinto set. Nos gusta jugar dobles juntos y esperamos que vuelva la competencia para volver a disfrutar de eso.

-¿Con que creés que te vas a encontrar en la Villa Olímpica?

-Estuve en los Panamericanos pero me imagino que la Villa Olímpica va a ser una locura. Más que sacarme una foto con alguien yo espero encontrarme y charlar con diferentes deportistas para aprender y conocer otras cosas. Lo más importante para mí es estar con Horacio; de cuatro plazas que daba el continente dos fueron para Argentina. Es un honor poder compartir esto con un amigo.