SCHWARTZMAN: "SERÍA UN SUEÑO GANAR UNA MEDALLA EN TOKIO"

DIEGO SCHWARTZMAN lleva varios años inmerso en una progresión que lo ubicó el año pasado, y por primera vez, entre los diez mejores tenistas del mundo. Después de su primera final de Masters 1000, en Roma, y de su debut en semifinales de un Grand Slam, en Roland Garros, se dio el lujo de entrar en ese selecto segmento y hasta de tocar el puesto número ocho.

“Fue un progreso bien pausado, armado y escalonado. Fue un pequeño paso cada año, en lo físico y en lo mental, además de repetir todo lo bueno que ya había hecho. La verdad es que, con los años, pude exprimir todo lo bueno a mi alrededor, lo incorporé en mi cabeza, pude ver que podía lograr cosas importantes. Hoy soy un jugador que aprendió mucho en este camino hacia el top 10; creo que puedo ser número uno”, expresó el argentino en una extensa entrevista con la revista GQ para México y Latinoamérica.

Si bien Schwartzman tiene la cabeza puesta en Roland Garros y persigue la idea de revertir la irregularidad que arrastra en la gira europea de ladrillo, su mirada también observa un poco más allá: el 23 de julio, la inauguración de lo que serán sus primeros Juegos Olímpicos, en Tokio 2020. Incluso se adelanta un poco más: el 1° de agosto será la final del tenis olímpico y el anhelo es traer una medalla para la Argentina.

“En Argentina la gente disfruta de hacer deportes; representar a un país que entiende y abraza el deporte de ese modo tiene un valor especial. Para mí los Juegos Olímpicos son la frutilla del postre en los sueños deportivos que cualquier atleta tiene. Y yo no soy la excepción. Paso por mi mejor momento y en Tokio quiero reforzarlo. El tenis me gusta más que nunca", sentenció el Peque, campeón este año en el Argentina Open, el cuarto título ATP de su trayectoria.

“En Argentina la gente disfruta de hacer deportes; representar a un país que entiende y abraza el deporte de ese modo tiene un valor especial. Para mí los Juegos Olímpicos son la frutilla del postre en los sueños deportivos que cualquier atleta tiene. Y yo no soy la excepción. Paso por mi mejor momento y en Tokio quiero reforzarlo. El tenis me gusta más que nunca", sentenció el Peque, campeón este año en el Argentina Open, el cuarto título ATP de su trayectoria.

Para Schwartzman los Juegos representan un momento particular, una cita que va más allá del circuito, porque además ya se quedó afuera de Río 2016 y pretende palpar el espíritu olímpico por primera vez: "Etoy emocionado. Serán mis primeros Juegos Olímpicos; en Río me quedé afuera de la lista pero hoy entiendo mucho mejor lo que implica estar ahí. Sé que tienen un valor muy especial para toda la gente y sé que en Argentina no se olvidan estos triunfos, te lo agradecen para siempre. Representar a tu país implica que hiciste muy bien las cosas en tu vida profesional, así que sería un gran sueño el poder traer esa medalla para mi país y luego ser el número uno en representación personal. Ojalá cuando termine mi carrera pueda llegar a tener los dos logros".

En ese sentido sabe que, en caso de conseguir un logro deportivo de calibre olímpico, podrá disfrutarlo de otro modo: “Los tenistas somos solitarios. Es duro, pero si compartís un logro con tu país toda esa soledad se transforma. Y espero que ese día llegue”.

También se refirió a la desigualdad que atraviesa el tenis sudamericano y lo difícil que es llegar desde estas latitudes: "El tenis latinoamericano saca jugadores con mucha ilusión y muchos sueños por más que el centro esté en otros países. Muchas veces el tenis latino queda olvidado y nos ven de lejos, sin tanto poder como otras naciones. Eso choca en las bases del tenis y, por eso, que hay que dar un golpe en la mesa: una medalla ayudaría, ¿no?”.

 

 
Imagen principal: Eugenio Mazzinghi